Alada Myrurgia para Mujeres
Marca
MyrurgiaPerfumista:
Ramon MonegalAcordes principales
Alada de Myrurgia es un tributo olfativo a la luminosidad y la vitalidad, que se manifiesta a través de una composición exquisitamente equilibrada de cítricos y matices florales. Desde la primera atomización, esta fragancia invita a un viaje sensorial comenzando con notas chispeantes de limón, lima y mandarina, que evocan la frescura de un amanecer en un vergel. La introducción cítrica da paso a un corazón donde la dulzura del durazno y la profundidad de la salvia se entrelazan armoniosamente con matices de clavel, jazmín y delicadas notas especiadas, creando un bouqeut floral sofisticado y seductor.
El desarrollo de Alada continúa hacia un fondo donde la calidez del musgo de roble se funde con la robustez del cedro y sutiles toques de cuero, ofreciendo un contraste varonil que equilibra la composición. El almizcle, al final, añade una dimensión de suavidad y sensualidad que persiste en la piel, invitando a quien lo huele a aproximarse.
Esta fragancia es un verdadero arte olfativo, capaz de transportar a quien la lleva a un estado de confianza y elegancia. Alada Myrurgia es más que un perfume, es una firma personal que deja una impresión inolvidable. Ideal para aquellos capaces de apreciar la belleza de una composición rica y multifacética.
Notas de Salida
Notas de Corazón
Notas de Base
Longevidad
Escasa
Débil
Moderada
Duradera
Muy duradera
Estela
Suave
Moderada
Pesada
Enorme
Género
Femenino
Unisex femenino
Unisex
Unisex masculino
Masculino
Precio
Extremadamente costoso
Ligeramente costoso
Precio moderado
Buen precio
Excelente precio
Categoria:

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Log In11 comentarios
Fue el primer perfume que tuve, un regalo de mi mamá cuando tenía 14 años. Lo usé todo el tiempo en la escuela. Años después, decidí comprarlo de nuevo por nostalgia, pero ya no era el mismo. Eso me dejó bastante decepcionada, como cerrar un capítulo de mi vida marcado por inseguridades y desilusiones. Pero bueno, al final, algunas cosas cambian para bien con el tiempo.
Nunca olvidaré la esencia que me trae recuerdos de mi infancia, pues mi mamá solía usarlo, entre otros perfumes, incluyendo el famoso Blue Grass de E. Arden. Era una rutina matutina antes de ir al jardín de niños, donde ella cuidadosamente aplicaba el perfume, dejándome con el cabello perfectamente peinado. Aunque aún puedo encontrar Blue Grass, no he tenido la misma suerte con Alada. Lamentablemente, parece ser imposible de hallar aquí en México, mi país natal. Si por casualidad me topase con él en alguna tienda, no lo pensaría dos veces antes de comprarlo. Para mí, es el aroma perfecto que evoca limpieza y frescura, ideal para después de un relajante baño. Simplemente lo adoro.
Una fragancia que me recuerda a mis años de juventud. Simplemente la adoraba.
El perfume Alada me lleva de vuelta a los días de mi juventud: esos momentos inolvidables de mi primer amor, mi rebelde adolescencia, las risas con amigos y todo el abanico emocional de crecer. Qué nostalgia me da recordar su aroma, lamentablemente ya no está disponible. He encontrado cierto consuelo en fragancias parecidas como la Femme de Angel Schlesser y una versión masculina de Playboy que tiene un diseño muy colorido en su etiqueta.
Recuerdo la época dorada de Alada, un perfume que marcó los ochenta en mi hogar. Se convirtió en una obsesión familiar, extendiéndose desde el gel hasta la crema. Alada era el aroma femenino que se codeaba con grandes como Quorum o Agua Brava, con la triste nota de que, a diferencia de estos últimos, Alada ya solo vive en nuestros recuerdos. Es una lástima que Puig, quien adquirió Myrurgia, no haya decidido relanzar este y otros clásicos que muchos aún añoramos. La perfumería actual refleja la desaparición de la clase media, similar a lo que ocurre en la sociedad. A finales de los noventa se intentó revivir Alada con una versión que no le hacía justicia.
Alada brillaba por esa frescura única de los perfumes mediterráneos de su tiempo, distante de las tendencias olfativas que dominaron los noventa y totalmente opuesta a las fragancias juveniles actuales, sobrecargadas de dulzura artificial. Era un aroma sencillo, desenfadado, pero con una complejidad que lo hacía especial. Representaba a esa mujer española de los ochenta, aventurera, moderna y elegante a la vez, que encontraba en Alada su compañero perfecto para una sociedad que apenas empezaba a abrirse al mundo y sus libertades.
Recuerdo que alguien cercano a mi usaba esta fragancia, pero no logro recordar exactamente quién era. Lo que sí está claro en mi memoria es que me animé a adquirir una de la misma marca: AMARANDE. Se distinguía por su color azul y solía combinarla con TES y luego seguí explorando otras como DON ALGODON y una maravillosa de MANGO… ¡Vaya época! ¡Qué aromas más cautivadores!
Me recuerda a los buenos tiempos, aquellos años 80 donde la moda y los aromas iban de la mano. Era mi perfume de cabecera durante mi juventud, compartiendo espacio en mi estantería con otros icónicos como Aqua prima, Tess y Anarande. No entiendo por qué dejaron de fabricarlos, puesto que tenían una calidad excepcional a precios razonables. Realmente echo de menos los días en que Myrurgia llenaba nuestras vidas de fragancias inolvidables. Una verdadera pena que haya desaparecido.
Recuerdo la primera vez que me encontré con Alada, aquel perfume que marcó mi adolescencia. A los 13 o 14 años, mi madre me decía que era demasiado intenso para mi edad, pero a mí me encantaba; tenía esa frescura que no encontraba en ningún otro perfume, sin llegar a ser tan ligero como el olor de Nenuco. A pesar de su apariencia formal, Alada tenía esa versatilidad que podría imaginarse tanto en alguien muy elegante como en una motera rebelde. Su aroma tenía esa complejidad difícil de encasillar, quizás hasta se podría considerar unisex. Aunque es difícil dar con él hoy en día, todavía conservo algunas toallitas perfumadas como recuerdo. Hace poco, realicé una comparación con Playboy Generation for Him y, sorprendentemente, hallé similitudes que me alegraron el corazón. Encontrar un frasco de Alada hoy sería encontrar un tesoro. A finales de 2021, tuve la suerte de conseguirlo en una pequeña tienda que parecía detenida en el tiempo, con frascos de perfumes que ya no se encuentran fácilmente. Alada seguía ahí, tan fresca y vibrante como la recordaba, aunque su duración ya no era la misma. Fue una alegría inmensa reintegrarla a mi colección. Incluso descubrí un artículo que mencionaba a Alada como una creación revolucionaria de su tiempo, aunque su creador pensaba que no era su mejor obra. Sea como fuere, Alada tiene un lugar especial en mi corazón y en mi colección. Bienaventurados aquellos que logren encontrarla.
Uníendome al coro de aquellos que extrañan las fragancias clásicas y siempre se preguntan por qué no vuelven en su forma original, finalmente encontré la explicación tras una charla con un veterano del mundo de los perfumes. Resulta que cuando una marca es adquirida por otra, legalmente es imposible reeditar un perfume manteniendo su fórmula exacta al 100%. Aunque la presentación exterior, el nombre y los colores puedan ser idénticos, y la esencia sea casi la misma, jamás logran ser una réplica exacta de la original. Esto ocurre con frecuencia, ya que muchas de las marcas legendarias ahora forman parte de conglomerados más grandes… no solo en el pasado, sino también hoy en día con nombres muy reconocidos, que nos sorprenden con nuevas versiones que, sinceramente, nos dejan con un sabor agridulce y una sensación de frustración al no poder recuperar esos aromas nostálgicos en su forma pura.
Recuerdo aquel perfume de mi juventud, un tesoro embotellado cuyo aroma exacto se me escapa, pero las emociones que evoca permanecen intensas. Al ver fotos de su distintivo frasco, me embarga un sentimiento profundo de nostalgia. No era solo un aroma para mí; era una lluvia de recuerdos felices, un portal a momentos y rostros queridos del pasado. Qué daría por tenerla otra vez, por un instante de regreso a esos días dorados. Es triste pensar que ya no se encuentra disponible. La melancolía y la añoranza se funden cada vez que pienso en ella.
Esta fragancia fue mi favorita cuando era adolescente, junto con Eau Jeune Fleur a Fleur, y realmente la extraño. Me encantaría poder olfatearla de nuevo; dicen que los aromas tienen el poder de transportarnos instantáneamente a momentos pasados, y para mí, poder percibir esa colonia nuevamente significaría revivir mi juventud, esos días de pura inocencia, sueños, amistades que casi he olvidado y mis primeros enamoramientos… Quizás no era tan excepcional como la recuerdo, pero siempre ocupará un lugar muy especial en mi corazón.