



Shalimar Eau de Parfum Guerlain para Mujeres
Marca
GuerlainPerfumista:
Jacques GuerlainAcordes principales
Descubre la esencia de Shalimar Eau de Parfum de Guerlain, una fragancia que te transporta a un mundo de sensaciones únicas y misteriosas desde la primera atomización. Inspirada en los jardines de Shalimar en la India, este perfume es una celebración del amor eterno, encapsulando la pasión y la profundidad de los sentimientos en cada gota.
En el inicio, Shalimar despierta los sentidos con una fresca explosión de cítricos, donde la bergamota, el limón ácido y la mandarina juegan un papel protagonista, envolviendo la piel en un halo luminoso y vibrante. El corazón de la fragancia se revela con un bouquet floral y amaderado, donde las notas de iris, jazmín, y rosa se funden magistralmente con el cedro y el vetiver, creando un equilibrio perfecto entre la fuerza y la sutileza.
La base de Shalimar es voluptuosa y envolvente, destacando la calidez de la vainilla, el incienso y el opopónaco, mientras que el cuero, el almizcle y el haba tonka aportan un toque de misterio y profundidad inconfundibles. El pachulí, el sándalo, y un matiz sutil de algalia (civet) terminan por completar esta obra maestra olfativa, dejando una impresión duradera y seductora.
Shalimar Eau de Parfum de Guerlain es mucho más que un perfume, es una declaración de sofisticación y elegancia atemporal, ideal para aquellas personas que desean dejar huella allá donde vayan. Su rica composición la convierte en una opción perfecta para ocasiones especiales, revelando la esencia y el carácter de quien la lleva con cada atomización.
Notas de Salida
Notas de Corazón
Notas de Base
Videos
Longevidad
Escasa
Débil
Moderada
Duradera
Muy duradera
Estela
Suave
Moderada
Pesada
Enorme
Género
Femenino
Unisex femenino
Unisex
Unisex masculino
Masculino
Precio
Extremadamente costoso
Ligeramente costoso
Precio moderado
Buen precio
Excelente precio
Categoria:
You must be logged in to leave a comment.
Log In103 comentarios
Estoy totalmente de acuerdo con ‘sagitaria64’, este perfume es perfecto para cualquier temporada. Lo mejor es que, incluso si tienes dolor de cabeza, su fragancia no resulta molesta.
Es impresionante lo duradero que es, y definitivamente llama la atención de los hombres. Para mí, lo que realmente destaca es su aroma a bergamota, acompañado por un exquisito toque de vainilla y una pizca amaderada.
La calidad de todos sus productos es excelente; el aceite corporal es una joya difícil de encontrar, y personalmente, me gusta incluso más que el perfume.
Algunos de sus envases son una verdadera obra de arte; como el frasco que se ve en la foto, y los diseños recargables dorados que imitan un panal de abeja también merecen ser destacados.
Es una fragancia que no puede faltar en la colección de alguien que realmente aprecie los buenos perfumes.
Realmente, este perfume se ha convertido en mi favorito. Lo uso en cualquier momento: no importa si es invierno o verano, si es de día o de noche, siempre me hace sentir increíblemente femenina y elegante. Tiene una esencia muy acogedora y cálida que me fascina.
Al principio, cuando te lo aplicas, puede parecer un poco intenso, casi como si fuera demasiado, llegando a ser un poco áspero y hasta me ha hecho estornudar un par de veces. La primera vez que lo usé, de hecho, tuve que lavarme porque mi piel se sentía ligeramente irritada. Pero esa sensación se va muy rápido y lo que queda es simplemente magnífico.
Lo que más me gusta es cómo cambia en mi piel. Pasados unos minutos, puedo notar un aroma a vainilla, pero no es esa vainilla tan común y dulce. Es una vainilla con un toque más robusto, casi diría que especiado, lo cual le da un aire muy sofisticado y nada empalagoso. Aunque al principio pueda detectar algo de cítricos, eso desaparece y lo que realmente resalta es un toque ahumado, como de incienso, mezclado perfectamente con la vainilla, lo cual lo hace muy distinguido.
Además, lo que más sorprende es su duración. Es impresionante como, incluso después de tomar una ducha, puedo seguir sintiendo su aroma en mi piel, más sutil pero aún muy presente. Y no solo eso, sino que también deja una estela maravillosa a mi paso.
En resumen, es un perfume que adoro. Me lo pongo especialmente cuando quiero elevar mi estado de ánimo y sentirme especialmente femenina y atractiva. Sin duda, es uno de los mejores de Guerlain que he probado.
Recientemente me enteré de un hecho peculiar sobre los perfumes de antaño. Durante la década de los 20, fragancias icónicas como Shalimar y Habanita, de Molinard, eran vistas con cierto recelo por la alta sociedad. Se decía que solo las mujeres osadas, aquellas que desafiaban las convenciones fumando y bailando el charleston, las elegían. Por lo visto, ser la chica rebelde en esos tiempos significaba tener un aroma excepcional.
La verdad es que los perfumes que tienden a ser orientales, amaderados o demasiado intensos en términos de chipre a veces no son del gusto de todos. En mi casa, recuerdo que mi abuela solía tener fragancias como Maja o Joya, que definitivamente tienen ese toque especial. Por otro lado, mis primas de Francia solían traer perfumes que eran todo lo contrario, más ligeros y florales, cargados de jazmín, lo que personalmente no me agrada mucho. Me parece que quienes crecimos alrededor del Mediterráneo tendemos a inclinarnos más hacia los perfumes orientales. Tengo amigas en Francia que nunca considerarían usarlos, prefiriendo opciones como Chanel Nº5. Aunque no soy la mayor fanática de Guerlain, debo admitir que fragancias como Shalimar y Samsara son icónicas. Sin embargo, sus lanzamientos recientes, como L’Instant, Insolence o La Petite Robe Noire, no me convencen del todo. Siempre he pensado que Guerlain se destacaba por su innovación y el uso de ingredientes de primera, pero siento que eso ha cambiado un poco con sus nuevas propuestas.
Si hay algo que decir sobre Shalimar es que definitivamente ha sabido mantener su aura a través de los años. Recuerdo que allá por los 20s, era el aroma distintivo de esas chicas rebeldes, siempre rodeadas de un halo de misterio… parece que las chicas con carácter saben elegir bien su perfume.
Y es que Shalimar tiene esa cualidad hipnótica, casi como un hechizo. Al aplicarlo, es como si una ola de cítricos me golpeara, rápidamente seguida por una vainilla que esconde toques de cuero en su interior. Es solo cuestión de minutos para que la fragancia se suavice en mi piel, revelando matices de incienso y un toque apenas perceptible de pachulí. Mencionar el civet es complicado, porque realmente no lo capto, quizás algún destello de almizcle hacia el final de su historia en mi piel.
Recuerdo la primera vez que lo probé, en los finales de los 80, y cómo el civet, junto con el almizcle, creaba una impresión algo ‘oscura’ bajo la piel, una característica que parece haberse atenuado en las versiones más recientes de Shalimar.
Hacia el final, la vainilla toma un cariz más suave y envolvente, sin caer en lo anticuado; por el contrario, se siente lujosa y con un halo cítrico que aparece sutilmente. El cuero y el incienso juegan un papel importante hasta el final, brindándole al perfume una complejidad y profundidad que personalmente encuentro fascinante, aunque puede que no sea del agrado de todos.
Aunque me gusta la versión actual de Shalimar, no puedo evitar extrañar esa mezcla única de vainilla celestial y las notas más audaces de civet y almizcle que tuve el placer de experimentar en su momento.
Shalimar tiene esa dualidad increíble, es como un cómplice suave que te abraza en la piel pero al mismo tiempo desata una sensualidad intensa y misteriosa. ¿Cómo puede un perfume equilibrar ser tan suave y tan intenso, tan inocente y a la vez tan lleno de pecado? Eso, para mí, es lo que hace a Shalimar absolutamente inolvidable.
Acabo de probar este perfume otra vez hoy y de entrada me encantó, me hizo sonreír apenas lo apliqué. Pero conforme fue pasando el tiempo, me di cuenta de que tiene un aire muy similar al Le Baiser du Dragon de Cartier cuando se asienta en mi piel. Desafortunadamente, no creo que sea el aroma adecuado para mí, termina oliendo demasiado masculino y aunque tenía muchas ganas de que me gustara, simplemente no es para mí. 🙁
He estado totalmente enganchado(a) a Shalimar Initial desde que tuve la oportunidad de probarlo por primera vez, lo que también despertó mi interés por Guerlain. A pesar de mi fascinación, estaba un poco preocupado(a) de que su aroma me recordara a los perfumes antiguos de las abuelas, dado su prestigio histórico. Pero, ¡madre mía!, cuando finalmente lo usé, me quedé sin palabras. Ahora comprendo por qué es tan legendario: es absolutamente encantador. Con un aura oscura, misteriosa y sensual, evoca la apasionante era de los años 20, aunque sigue siendo sorprendentemente moderno. Curiosamente, aunque se espera que comience con notas cítricas, en mi piel eso no sucede; en cambio, detecto un tenue aroma a cedro. Domina un intenso olor a cuero y vainilla ahumada, quizás realzada por el incienso, lo que le da un toque potente y masculino, pero ligeramente salvaje. Después de acostumbrarme al cuero, aparecen delicadas notas de rosa e iris con un toque de pachulí, añadiendo un velo de suavidad y feminidad. Curiosamente, no capté el civet mencionado en su descripción, ni las notas cítricas. Además, su durabilidad es impresionante y deja un rastro único, eclipsando incluso a otros perfumes potentes que probé ese día. Este aroma es para alguien audaz y seguro, y sorprendentemente unisex. Me hace sentir misterioso(a) y atractivo(a), y definitivamente, tengo que hacerlo mío.
Después de leer tantas opiniones positivas, ¿cómo no iba a probar este perfume? Soy una gran fanática de Guerlain, su maquillaje nunca me ha decepcionado. ¡Y ahora, Shalimar! Me inspiré en sagitaria64, buscando ese aroma que me haga sentir genial, femenina y llena de sensualidad.
Simplemente me fascina, no puedo resistirme a darme una olida constantemente, ¡ja, ja!
Recientemente descubrí este perfume, que es una verdadera joya de la perfumería clásica. Desde el primer instante en que lo olí, fue como ser transportada a los emocionantes años 20: los festivos bailes de charleston, la audacia de las flappers, y el nacimiento de una era moderna llena de cambios culturales y modas revolucionarias. Este aroma encapsula la esencia de aquellos tiempos rebeldes y sofisticados. Lanzado en un periodo de grandes turbulencias históricas, este perfume era el sello de las mujeres vanguardistas de la época, desafiando las normas con su presencia atrevida y misteriosa. Hoy en día, llevarlo sigue siendo un acto de valentía debido a su intensidad y su carácter único, oscuro y especiado. Al probarlo por primera vez, la persona que estaba conmigo comentó que parecía haber sacado un tesoro del baúl antiguo de mi abuela, dejándome en duda sobre si debería o no esperar un poco más para sumergirme completamente en su mundo.
Recientemente adquirí Shalimar y lo apliqué en mi piel, lo cual fue una experiencia maravillosa. Este perfume se ha convertido en mi favorito por su carácter adictivo y sensual. Su aroma intenso es perfecto para alguien como yo, una mujer con confianza y fuerza. Me encanta que su fragancia no sea excesivamente floral, sino que tiene un carácter único. Usarlo me hace sentir misteriosa y audaz. ¡Estoy absolutamente encantada con este perfume, lo adoro!
Hoy le he dado una segunda oportunidad a este perfume. Desde el primer momento, me ha encantado su aroma cítrico y fresco. Después pude notar el iris, y aunque inicialmente me costó adaptarme a la fase media, especialmente al olor a cuero, esta vez lo he disfrutado mucho más hasta llegar a un dulce final de vainilla con mandarina y un ligero toque de haba tonka. Curiosamente, no he podido detectar notas de humo, sándalo, ni las flores adicionales.
Esta vez me ha gustado tanto que he decidido comprar una botella de 30 ml para añadir a mi colección.
No estoy seguro, pero pienso que este perfume resalta más con el aumento de la temperatura, lo que podría explicar por qué me gusta más ahora que en invierno, cuando lo probé por primera vez. Quizás mi sentido del olfato ha evolucionado.
Añado que fue bastante difícil de encontrar. Tuve que visitar 5 perfumerías y solo lo encontré en una, lo cual me sorprendió porque todas ellas ofrecen productos de Guerlain. No termino de entender por qué escasea tanto.
Este perfume te envuelve con una esencia de vainilla que es a la vez refinada, sofisticada y atractiva. Personalmente, fue una compra pensada para regalo, pero su fragancia me trae a la mente momentos cálidos y dulces recuerdos de alguien muy especial. Es, sin duda, un aroma que deja huella.
Este perfume realmente se destaca en el mundo de las fragancias femeninas, y sé que incluso algunos hombres lo eligen por su singularidad. Está al mismo nivel que el icónico N° 5 de Chanel y Miss Dior de Christian Dior, demostrando que verdaderamente es un clásico atemporal que permanece más allá de tendencias y temporadas.
Mi joyita en la colección es, sin dudarlo, el Shalimar vintage. La combinación de vainilla y cuero es incomparable en esta edición. Descubrí una vainilla suave y elegante, casi como polvo de talco, con pinceladas de incienso y sutiles toques de cuero, todo lo cual suma una complejidad y sofisticación única. Me envuelve en una calidez que me hace pensar en días de verano; definitivamente, es una joya en todos los sentidos.
Necesito señalar algo sobre Shalimar: definitivamente no es para todos, especialmente considerando sus orígenes en 1925. Quienes amamos el mundo de los perfumes, y tenemos en nuestra colección otras gemas vintage, entendemos su valor. Es un aroma denso y muy apreciado en círculos conocedores. Pero si estás empezando o no estás muy familiarizado con fragancias, Shalimar podría no ser de tu agrado inicialmente. A veces, entender y apreciar Shalimar puede llevar años.
Los formatos más recientes, ya sea en eau de toilette o eau de parfum, tienden a resaltar más los aspectos cítricos. El eau de toilette arranca con más fuerza en este sentido, incluso con un toque algo medicinal que se suaviza con el tiempo. La presencia de cuero es menos intensa y no tan bien lograda como en mi edición vintage. Sin embargo, la esencia de Vainilla-Incienso-Cuero permanece relativamente intacta.
Para mí, este perfume es una experiencia que realmente aprecio y admiro.
Cada vez que paso por Guerlain y veo Shalimar, no puedo evitar sentirme atraída por su singularidad. Lanzado en una época marcada por conflictos, este perfume lleva consigo una mezcla de emociones: es cálido y, al mismo tiempo, tiene un toque melancólico, misterioso y único. Aunque en principio parece cautivarme, finalmente me alejo sin comprarlo, sintiendo que su esencia, un tanto nostálgica y quizás demasiado pasada de moda para mi gusto, no termina de resonar conmigo. Definitivamente, es un aroma que evoca el espíritu de una Europa venida a menos, pero no por eso deja de ser inolvidable. Su calidad es innegable, con una excelente duración y adherencia. Sin embargo, a pesar de su peculiar encanto, siento que simplemente no es el perfume para mí.
En mi último viaje, no pude resistirme a la tentación de mirar todas las perfumerías por las que pasaba, algo bastante habitual en mí, que me considero un aficionado a los perfumes. Mi atención fue capturada por un Shalimar cuya presentación tenía un aire muy retro, exactamente como los de los años 90. Era un Eau de toilette presentado en una caja dorada adornada con cuadros negros, curiosamente sin código de barras visible. Al preguntar por el precio, me sorprendió gratamente: ¡60 ml por 40 dólares! Un verdadero hallazgo, considerando que en mi país es un perfume bastante difícil de encontrar y suele costar más de 100 dólares en tiendas selectas.
Decidí comprarlo principalmente por la leyenda que rodea a este perfume. Al examinarlo más de cerca, descubrí que era una preciada versión de 1993, sin reformular, con ese distintivo toque de civeta que le añade un carácter especial y salvaje.
En cuanto a mi experiencia con el perfume, comienza con una frescura cítrica suave, que luego se enriquece con notas de bergamota y mandarina, fusionándose con el cedro para suavizar la acidez de las frutas. Este inicio se transforma rápidamente, adquiriendo un carácter más oscuro con notas de humo y cuero, evocando un aroma similar al de Cuir de Lancome, con una presencia notable y masculina que se suaviza tras unas horas, dando paso a una vainilla dulce que nunca llega a ser empalagosa gracias a las notas de humo y cuero.
Este Shalimar posee una complejidad fascinante, logrando ser potente y delicado, cálido y sombrío, dulce y picante a la vez, un verdadero enigma de fragancia.
Además, su rendimiento en mi piel es impresionante, con una duración de unas 5 horas, lo cual es bastante notable para mí. Y su estela es equilibrada, ni demasiado discreta ni excesivamente intensa. Esta versión vintage se siente profundamente unisex, lo cual la hace aún más especial para mi colección.
Después de darle otra oportunidad a este perfume que tanto me gusta, quiero compartir que he notado diferencias notables entre su versión EDP y EDT. En resumen, la EDT tiene ese toque más intenso de vainilla y un aire de incienso, mientras que la EDP se inclina más por un aroma a cuero con un toque dulce y algo robusto.
Para detallarlo mejor, en la EDT siento una mezcla de olores cítricos al principio, seguido de incienso, cuero y un fuerte aroma a vainilla. Por otro lado, la EDP comienza también con cítricos pero luego da paso a un cuero de aroma dulce, un poco rudo, incluso con un toque que me recuerda al alquitrán, para después mezclarse con incienso y terminar en vainilla.
Ambas versiones tienen una durabilidad similar, aguantan unas 5 horas y su proyección es moderada. Creo que vale la pena explorar más a fondo las versiones más recientes.
Hablar de mi experiencia con Shalimar es viajar atrás en el tiempo hasta mis 16 años. Recuerdo cómo una dependienta, de manera algo severa, intentó disuadirme de comprarlo diciéndome que era un perfume para mujeres más maduras. Esa actitud casi me hace renunciar a él, pero, a pesar de todo, la esencia de Shalimar dejó en mí una impresión duradera e intensa, mezcla de flores, animales e incienso, algo realmente diferente y que no he podido olvidar. No terminé llevándomelo ese día y por años perdí su rastro, ya sea porque dejó de estar disponible localmente o porque dejé de buscarlo.
La versión de Shalimar que tengo ahora es distinta a aquella que me cautivó; su aroma actual lleva a un viaje olfativo por cuero, iris y vainilla, con un toque especial de haba tonka seca y opopónax. Me recuerda a las elegantes mujeres de los años 20, evocando a personajes tan icónicos como Jordan Baker de El Gran Gatsby, completando la imagen con joyas y una estética llamativa. A pesar de los cambios, Shalimar conserva su esencia sofisticada, aunque parece que ya no es del gusto de todos. Para mí, es un perfume que invita a cuidar cada detalle de mi apariencia, a verme al espejo un poco más. Aunque tiene un toque sensual y decidido, no lo considero abrumador. Definitivamente, es un aroma para momentos y estilos bien elegidos, dejando a tu criterio cuándo y cómo llevarlo.
Simplemente enamorada de Shalimar, es una experiencia única cada vez que lo uso. No voy a entrar en detalles sobre sus notas porque ya he escrito un par de reseñas antes, pero lo que sí quiero destacar es la sensación de confort que me da, como si me rodeara un cálido abrazo. Tiene esta mezcla especial de dulzura y un toque ahumado que lo hace simplemente irresistible.
Es, sin duda, una joya en el mundo de los perfumes, con un encanto sutil pero poderoso.
Imagina una era llena de cambios revolucionarios, la época dorada de los años 20 cuando el mundo despertaba de uno de sus períodos más oscuros, ansiando alegría y libertad. En esa época, las mujeres comenzaron a deshacerse de las ataduras, tanto literalmente con la moda de Paul Poiret que eliminaba el corsé, a diferencia de la creencia popular sobre Coco Chanel, como figurativamente, abrazando roles que desafiaban las normas: chicas atrevidas, con el pelo corto, bailando Charleston y desafiando los estereotipos de la época. Guerlain, con su olor a lugares lejanos y notas exóticas, captura esa esencia de cambio y empoderamiento femenino, resonando con las mujeres de esa era y, sorprendentemente, manteniendo su encanto hasta hoy. ¿Cómo puede ser que un aroma de esa época, Shalimar, siga capturando el corazón de tantas, especialmente en Francia, mientras que en España es menos conocido? En un mundo donde los olores frescos y comercialmente masivos se han vuelto la norma, encontramos este perfume como un recordatorio de que lo auténtico y único tiene un valor inigualable. Busquemos esa unicidad, esa conexión personal con un aroma que nos transporta a un viaje imaginario por Oriente, redescubriendo la maravilla de ser diferentes… de ser nosotros mismos.
Para mí, Shalimar inicia con notas profundas, casi como el aroma que te encontrarías en un templo lleno de incienso de alta calidad (me recuerda mucho al sándalo y tiene un toque especiado), pero no deja de tener esa frescura cítrica al principio. Después, este aroma evoluciona hacia algo más dulce y suave, casi como si el humo se hubiera transformado en una especie de cuero impregnado de vainilla, y esta faceta es la que más perdura con el tiempo.
Es complicado de poner en palabras exactas, principalmente porque no estoy seguro si la fórmula que se vende ahora es la misma que la versión original en la que baso mi opinión.
Tiene una esencia atemporal, no es de esos aromas modernos, se siente más bien como un perfume clásico, en la misma línea de grandes nombres como Opium, Chanel n°5 o First, aunque claro, tiene su propia identidad.
Desde mi punto de vista, realmente es una de las fragancias más hermosas que he tenido el placer de experimentar.
Mi viejo y querido Shalimar, cómo te prefiero por encima de esos caprichos momentáneos con otros perfumes. Eres atemporal y universal, como esas obras maestras de la literatura o del arte que nunca se olvidan una vez que se han experimentado.
Entre los desastres y cambios del mundo, desde la devastadora Primera Guerra Mundial hasta la crisis económica tras el crack del 29, Shalimar surge en una época de renovación, donde la gente busca recuperar la felicidad, las mujeres empiezan a mostrar su independencia y la sociedad se reinventa en estilos de vida y modas, influenciados por íconos como Josephine Baker.
Con el auge de lo exótico y lo oriental, y en medio de esta efervescencia cultural, Jacques Guerlain nos regala Shalimar. Un perfume que encapsula el misterio y la pasión a través de un aroma complejo que destaca por su vainilla, incienso, cuero, cedro, y rosas.
Cada vez que pongo en perspectiva a Shalimar frente a las nuevas fragancias, que parecen simplistas y sobreexpuestas por el marketing, entiendo que Shalimar está en una liga propia. Es simplemente sublime.
Este aroma arranca con una intensidad potente, evocando bosques gracias a sus toques resinosos y amaderados. Con el paso del tiempo, se suaviza, dejando descubrir un final azucarado gracias a la calidez de la vainilla y el haba tonka. Me ha parecido un perfume exquisito, con una esencia realmente tradicional.
Al igual que Opium, Shalimar brilla entre los perfumes con ese toque oriental mágico. Es imposible para cualquier aficionado a estos aromas, sin importar género, no caer rendido ante su encanto.
Shalimar trasciende las barreras del tiempo, siendo perfecto en cualquier edad, temporada o momento del día. Se siente tan versátil que podría considerarse apto tanto para hombres como para mujeres.
Destaco en él unas notas exquisitas de incienso y vainilla, con un ligero toque cítrico que, aunque pueda sonar básico, la forma en que se mezclan estos componentes da lugar a una fragancia que es difícil de describir con palabras, una verdadera obra maestra.
Definitivamente, Shalimar se posiciona junto a Opium en el panteón de los grandes perfumes orientales, ofreciendo una duración y una estela que, sin ser abrumadoras, no pasan desapercibidas.
¡Finalmente la conseguí y fue amor a primera vista! Siempre he tenido una inclinación por perfumes que tienen un aroma suave y polvoriento, con toques de vainilla o ese estilo oriental único, como *chantilly*, *Vanilla Fields*, *Ciel*, entre otros. Me fascina cómo los olores más clásicos y antiguos pueden cautivarme tanto, y este perfume en particular tiene esa esencia vintage que tanto me gusta. He leído un montón de opiniones sobre él antes de decidirme y estaba ansiosa por probarlo por mí misma. Cuando finalmente recibí una muestra, fue como si mi piel lo hubiese elegido, aceptándolo de inmediato. Su mezcla especiada y ese delicado toque de vainilla, sumado al encanto de su botella, lo convierten en algo único y casi mágico. Lo veo como un perfume sin tiempo, que se puede llevar en cualquier época del año, ajustando la cantidad al clima. Y, ¿qué decir de cómo perdura y deja rastro? Apenas hace dos días que lo tengo y, aunque el frasco permanezca cerrado, su esencia ya impregna mi armario e incluso se extiende más allá. Incluso mi cárdigan, después de usar apenas un poco, parece frescamente perfumado. Estoy convencida de que es uno de los mejores perfumes que existen!
RetroNova23 aquí. Estuve a punto de aventurarme con Shalimar sin probarlo primero, gracias a todas esas críticas positivas. Sin embargo, al final decidí darle una olfateada y, sinceramente, no era lo que esperaba. Me resultó un aroma bastante intenso, uno que me hizo pensar en rincones polvorientos de una casa antigua. No digo que sea malo, pero definitivamente es para un gusto más maduro. Quizás lo considere nuevamente cuando cumpla los 80.
Una verdadera maravilla, este aroma es una mezcla magnífica, tan única que creo que tanto hombres como mujeres pueden llevarlo con orgullo.
En un inicio, tenía mis dudas sobre este perfume y hasta me mostré algo reacia a usarlo. No obstante, con el cambio en mi entorno, esta emblemática esencia ha encontrado su camino hacia mí, marcando presencia como la primera fragancia de estilo oriental que se elaboró en Europa. Hoy, esta fragancia me acompaña; al principio, su aroma cítrico me desconcierta y me hace pensar en aquellos perfumes ‘unisex’ y ‘anticuados’. Pero, con el paso de los minutos, sobre mi piel emerge un aroma dulce, sutil y cálido, como envuelto en una neblina dorada de ámbar, destacándose poco a poco la vainilla en su justa medida, junto al encanto del incienso. Cada nota deja una huella única, formando una unión mística y nostálgica, muy al estilo del ‘Shalimar’, ese ‘templo del amor’, esa oda al romance eterno y al recuerdo de los que ya no están. Este perfume, con sus reminiscencias a los jardines mogoles de Pakistán y la India, donde el agua refleja como en un sueño edificios magníficos, evoca un mundo de amor sin fin. Fresco y dulce al mismo tiempo, con una duración impresionante y una estela que no abruma pero sí se hace notar. Si dejas de lado los prejuicios hacia ‘Shalimar’, te encontrarás disfrutando de una de las obras maestras de la perfumería con elegancia y distinción.
Siempre he querido entender la magia detrás de este perfume, pero inicialmente, la intensidad de sus primeras notas me superaba. Desde que lo reformularon, mi percepción cambió por completo.
Shalimar aún se corona como el emblemático de los perfumes orientales, y ahora se siente incluso más femenino que antes. No me parece que su fragancia sea pesada, de hecho, creo que tiene el potencial de encantar a la mayoría.
Dependiendo de tus preferencias, encuentras lo que buscas: la dulzura de la vainilla para los amantes de los gourmand, el frescor cítrico si prefieres las esencias más frescas, la delicadeza del iris para quien admira los aromas empolvados, o la profundidad del incienso y el cuero si te inclinas hacia lo oriental.
El alma de Shalimar es una vainilla profunda, que se entremezcla con el toque ahumado del incienzo y la presencia marcada pero sofisticada del cuero, un aroma que se mantiene fiel durante horas. Admiro su capacidad de permanecer en la piel hasta el día siguiente.
Su complejidad es una verdadera obra de arte que, afortunadamente, mi piel y mi nariz han aprendido a querer.
Es una vainilla única, distinta a cualquier otra que haya probado, otorgando un aire de otra época, con una esencia antigua y enigmática.
Recién compré este perfume y me parece único, un poco complejo para quien prefiere aromas más directos. Al principio, te envuelve un fuerte olor a canela que poco a poco se transforma, revelando diferentes capas a lo largo del día. Se acaba mezclando con tu piel, dejando un rastro suave y envolvente de especias y una vainilla muy cremosa, pero al mismo tiempo discreta.
“Un viaje olfativo inesperado”
Recuerdo crecer rodeado de aromas que mi abuela solía adorar; esos perfumes clásicos llenos de flores, especias y maderas, como Red Door y Chanel N5, moldearon mi afición por las esencias potentes. A los 16, me encontré fascinado por Shalimar, un perfume que, a pesar de mi juventud, decidí adquirir en una ocasión festiva.
Me sorprendió encontrar en él una masculinidad y profundidad inesperadas, con notas de madera, cuero, y flores, todo esto complementado con una base de vainilla sutil. Aunque soy hombre, su aroma me atrapó completamente, dándome la impresión inicial de que era justo lo que buscaba: fuerte, marcado y lleno de personalidad. Al principio me parecía algo complejo para mi gusto, pero terminó por enamorarme, haciéndome contar los días para estrenarlo en la navidad.
Una vez que lo usé, en la cena de Año Nuevo, puedo describir mejor la experiencia: el perfume inició con una frescura y toque cítrico, evocando a una naranja especiada, para después dar paso a un aroma más denso y floral, donde la vainilla, el jazmín y la rosa se entremezclan con cuero e incienso, creando una esencia persistente que duró unas tres horas, durante las cuales me sentí envuelto en una sensualidad delicada. Al día siguiente, el suave aroma de jazmín en mis muñecas aún era perceptible, aunque más sutil, sin las notas de cuero. Aunque podría proyectarse un poco más, la durabilidad me pareció adecuada (con tan solo 3 aplicaciones), asegurando su lugar en mi colección personal por mucho tiempo.
Reseña de ‘EL PRÍNCIPE ORIENTAL – Shalimar’
Shalimar, este perfume legendario, vio la luz por primera vez en 1925 gracias a Jacques Guerlain, en París, durante una importante exposición de arte y diseño. Se dice que tomó inspiración, o más bien duplicó, la esencia de Emeraude de François Coty, lanzado en 1921, reclamando así el título del primer perfume oriental. Emeraude pasó a un segundo plano, a pesar de su exquisita composición. Shalimar, que lleva el nombre de los jardines del Taj Mahal, es un tributo al amor eterno que el emperador Shah Jahan sentía por su esposa Mumtaz. Sin embargo, al probarme la versión actual de Shalimar, no encuentro ese romanticismo prometido. Más bien, me envuelve una fragancia especiada y agradable que dista mucho de lo que consideraría oriental. Al principio, una explosión de cítricos con mandarina, limón, naranja y bergamota te captura. Después, sigue un leve matiz floral de iris, jazmín y rosa que desaparece rápidamente, dejando claro que este no es un perfume floral, sino dominado por la vainilla. Esta vainilla no es suave, es intensa y ahumada. Añoro el almizcle, el carácter animalístico y los toques de pachuli e incienso de la fórmula original. Por otro lado, si buscas ese Shalimar original, Emeraude aún guarda esas notas en su esencia. La nueva versión de Shalimar, aunque tiene un perfil de vainilla especiada y seductora, y su botella de vidrio es un deleite visual, no transmite la riqueza y profundidad esperadas. Shalimar, sin embargo, mantiene su popularidad y una fiel base de admiradores.
Mi mamá siempre usa este perfume.
¿Qué puedo contarles?
Es asombroso, tiene un toque atemporal y sofisticado.
Realmente, es MARAVILLOSO.
Cuando se trata de Shalimar, es imposible no tomárselo en serio, considerando su enorme base de admiradores. Es una fragancia que comienza con notas cítricas fuertes, con las cuales personalmente tengo mis desavenencias, dado que no suelo disfrutar mucho de los aromas cítricos.
La inicial frescura cítrica se transforma rápidamente en un abanico floral bastante intenso. Lo que realmente me sorprende es cuán presente se siente el musgo de roble en mi piel, llegando casi a pensar que estoy frente a una fragancia chipre.
Pero donde realmente Shalimar brilla es en su base; la combinación de vainilla con incienso es simplemente majestuosa, evocando imágenes de lujo y opulencia orientales, como si uno pudiera verse convertido en un emperador, disfrutando en la tranquilidad de su palacio, rodeado de lujos y fumando cigarrillos de vainilla.
Sin embargo, hay algo en Shalimar que me resulta desilusionante. No logra para mí, alcanzar el estatus icónico de, por ejemplo, Chanel Nº5, principalmente porque siento que tiene una actitud un tanto arrogante y ostentosa.
Shalimar parece exigir mucho de quien la usa, como si seleccionara a sus portadores, dotándola de un ego tan grande como su historia. Incluso el frasco parece sacado de un cuento antiguo, algo que cualquier amante de las fragancias estaría orgulloso de exhibir.
Otra cuestión con Shalimar es su falta de versatilidad, pues personalmente me resulta difícil encontrar el momento adecuado para llevarla. Su uso me parece complicado en el verano por ser demasiado intenso y en invierno podría quedar eclipsado por los aromas propios de la estación, dejando solo la primavera y el otoño como opciones, pero sólo en días muy específicos.
Aunque compite con Chanel Nº5 como una leyenda en el mundo oriental de las fragancias, y a pesar de mi fascinación por ella, tiendo a creer que su diseño extremadamente lujoso está pensado para un príncipe o princesa, y definitivamente, no me considero uno.
Shalimar realmente captura la esencia de lo que imaginas cuando piensas en un aroma oriental. Tiene esa mezcla de complejidad, lujo y elegancia que lo distingue como un verdadero clásico en el mundo del perfume. La experiencia comienza con un toque cítrico que llama la atención, aunque no dura mucho, antes de dejar paso a las notas florales que lentamente construyen su carácter hasta llegar al corazón de la fragancia: una base rica y embriagadora. En esta etapa, se pueden distinguir el aroma del pachulí, sándalo, opopónax, vainilla y haba tonka. Es un aroma que se disfruta con el tiempo, revelando sus capas poco a poco. Personalmente, creo que es muy intenso para el verano debido a su potente estela. Este es uno de esos perfumes que vale la pena experimentar por ti mismo, ya que es un verdadero hito que ha dejado huella en la historia de la perfumería y sigue siendo un clásico hasta el día de hoy.
¡Wow, Shalimar es otra cosa! Fue creado en 1925 por un tal Jacques Guerlain y, sinceramente, no hay nada igual. Al lado de perfumes como Opium, Shalimar se lleva la corona. Yo quedé completamente enamorada de cómo huele; es como un viaje a una tierra exótica en cada gota. Lo primero que te golpea es esa mezcla irresistible de vainilla, cuero, jazmín, y sándalo. Y, espera, porque no termina ahí: en unos minutos, te sorprende un toque sutil de pachulí. En un mundo donde estamos bombardeados por perfumes genéricos con embalajes que parecen sacados de la sección de juguetes, Shalimar es un verdadero lujo para los sentidos. Y ni hablar del frasco, es una obra de arte. Mil gracias a Jacques Guerlain por darnos Shalimar.
Quiero compartir mi experiencia con la versión clásica de Shalimar, el perfume que siempre asociaré con mi madre. Desde pequeña, Shalimar me transportaba a un mundo lleno de magia y elegancia cada vez que abría el cofre donde mi madre lo guardaba. Ese aroma se convirtió en un recuerdo imborrable: empezaba con toques cítricos y cedro, evolucionaba con el delicado iris y se consolidaba en piel con una danza de vainilla, incienso, cuero y otros componentes que le daban un toque salvaje inigualable. En mi memoria, las notas del perfume seguían presentes al final del día, cuando solo quedaban la vainilla, cuero y maderas, haciéndome recordar lo mucho que este aroma calaba en mí.
Shalimar, para mí, es sinónimo de una belleza compleja y exótica, y se necesita de una gran dosis de carácter para llevarlo. Lamentablemente, las versiones actuales no logran capturar toda la esencia de su fórmula original, aunque sigo pensando que es un perfume excepcional. Para aquellos que aún buscan ese aroma clásico, he encontrado en ‘Ámbar y Vainilla’ de Ecoudray una alternativa que guarda cierta similitud.
Valoración personal: 10/10.
Hay momentos en nuestros años que reflejan la experiencia y elegancia, y este perfume es exactamente eso. Es como llevar un secreto antiguo de equilibrio perfecto entre aromas frescos y toques intensos de incienso.
A lo largo de esta experiencia olfativa, aparece una suave y casi etérea nota de vainilla que se entrelaza delicadamente, dándole una estructura única.
Lejos de ser superficial, este perfume es como la esencia de una divinidad que ha viajado a través del tiempo. Imagina un tono dorado apagado, adornado con toques de una sofisticación purpúrea y la profundidad de una cabellera negra y frondosa; así es como te sientes, con una distinción natural y una gracia que sólo se logra con una madurez verdadera. Es como ver a la diosa Kali delante de ti.
Sencillamente esplendoroso y digno de admiración.
Este perfume tiene una fragancia única, es como una mezcla de notas frescas y clásicas al mismo tiempo. No es el típico perfume que verías en tendencia entre la gente joven, tiene un aroma distinto que realmente lo hace destacar entre los demás. Personalmente, se ha convertido en uno de mis favoritos.
La primera vez que probé SHALIMAR, no pude evitar pensar en OBSESSION de Calvin Klein. Tienen un inicio tan similar que podrías confundirlos. Comparten un montón de esencias como mandarina, cedro, bergamota, entre otros. Sin embargo, lo que realmente me llamó la atención fue un aroma a canela, bastante notable, aunque no está listado en sus ingredientes. Esa mezcla de canela, vainilla y haba tonka crea un dulzor que realmente te atrapa.
Interesante cómo Shalimar precede a Obsession por unas décadas, mostrando de quién viene la inspiración. Ambos reflejan tiempos de indulgencia y creatividad salvaje, recordándome tanto a iconos del pasado como a figuras actuales.
Aunque algunos dicen que Shalimar es complicado, para mí es todo lo contrario: accesible y familiar, incluso con ese toque gourmet que tienen fragancias más modernas, pero claro, con una elegancia y complejidad añadidas.
Y aunque ha pasado casi un siglo desde su creación, SHALIMAR sigue sintiéndose increíblemente contemporáneo, como si fuera una novedad. Se va distanciando de OBSESSION conforme evoluciona en tu piel, marcando finalmente una diferencia con su acabado fino y sofisticado, algo que falta en la fragancia de Calvin Klein.
En estos días, ambos perfumes son perfectamente adecuados para cualquier género. Si tu presupuesto es ajustado, OBSESSION podría ser una alternativa genial a SHALIMAR.
En cuanto a su rendimiento, SHALIMAR tiene una estela moderada pero una duración impresionante en la piel.
En resumen, le daría a SHALIMAR un 9 en aroma, 7 en estela, y 8 tanto en duración como en rendimiento.
¡Qué joya me encontré en este perfume! Es simplemente espectacular, como entrar en un mundo nuevo lleno de sensaciones maravillosas. Es como si este aroma fuera un puente hacia el amor hecho líquido. Lo que más me gusta es esa mezcla inicial de cítricos que poco a poco da paso a un aroma más profundo y enriquecido, como vainilla mezclada con madera, evocando la sensación de tierra húmeda y un día frío y lluvioso. Su capacidad para perdurar y destacarse es impresionante, además de su complejidad que lo hace absolutamente fascinante. Sin duda, es una de las grandes creaciones de Guerlain, un verdadero tesoro olfativo que adoro por su exquisita complejidad y duradera presencia.
Me llamo Gabriel y aunque sea hombre, este perfume de mujer es mi elección para eventos importantes. Siempre me queda genial y nadie adivina que en realidad es una fragancia femenina.
Simplemente genial, esa es la manera de describir este perfume. A pesar de ser hombre, me lo pongo sin problemas. Ya sabemos cómo se han mezclado hoy en día los aromas, así que sí, es perfectamente apropiado para cualquiera.
Sobre mi piel, lo que resalta es una esencia de incienso muy marcada, que se combina armónicamente con un tono de cuero que parece totalmente real. Y por supuesto, no puede faltar ese toque de vainilla que lo hace especial; es delicado y dulce, justo en la medida perfecta.
Lo elijo para esas salidas con amigos durante las tardes o noches de otoño e invierno. Y si hace un frío que pela, también va de maravilla durante el día.
Realmente, a pesar de los años, sigue siendo una joya que no pasa de moda, ideal para impresionar en una cita si tienes más de 30. Es supersexy y único. Si lo llevas, sabrán que es Shalimar y nadie más. Distinguido.
Diría que no es para ir a la oficina. Es más bien un perfume con el que quieres dejar huella, perfecto para salir y disfrutar.
Además, dura un montón y tiene una presencia equilibrada; no es de esos que agobian, sino que fascina y atrae de manera natural.
En resumen, una verdadera obra de arte de Guerlain.
Estoy de acuerdo con lo que se dice sobre que este perfume podría ser considerado tanto para hombres como para mujeres. De verdad, pienso que estas etiquetas solo limitan el placer que podemos obtener de las fragancias.
Para mí, disfrutar de un perfume es todo sobre lo que te haga sentir y las memorias que puede traer a tu mente. No creo que haya perfumes, como Shalimar, que sean difíciles de ‘entender’. Tus gustos pueden cambiar con el tiempo debido a diferentes razones, pero al final del día, si un perfume te agrada o no, depende totalmente de tu propio gusto y sensibilidad. Personalmente, no me convenció Shalimar; lo encontré demasiado intenso y con un toque ahumado.
Shalimar es como un sueño hecho aroma que me transporta a esas escenas de ‘Horizontes perdidos’, imaginando un paraíso escondido en las montañas heladas, un lugar llamado Shangri-la, lleno de felicidad y tranquilidad. Cada vez que lo uso, siento que Shalimar trasciende el tiempo, traendo un pedacito de historia a mi presente, sin importar cuántas veces lo haya usado antes. Es un perfume que, o captura tu corazón al instante, o simplemente no es para ti. Desde el primer rociado, su esencia de vainilla me cautiva, es posiblemente la más impresionante que he experimentado; mezclada con incienso, cuero y toques cítricos, crea una fragancia con carácter y vida, inolvidable y única. Shalimar tiene esa clase atemporal, esa elegancia de los perfumes de antaño. Al tenerlo, entiendes que la perfumería es todo un arte, y Shalimar es una obra maestra que te conquista por su profundidad y su belleza incondicional. Es ese tipo de perfume que siempre extrañaré cuando se acabe, porque de alguna manera, resetea mis sentidos, dándome una nueva perspectiva ante la constante avalancha de nuevos aromas. Sin duda, ocupa un lugar especial en mi colección, ganándose su espacio desde el primer momento.
Finalmente probé Shalimar y quedé totalmente encantada. Comienza con una frescura cítrica y herbácea, para luego dar paso a unas notas florales con ese encanto vintage de jabón que tanto me gusta. Pero lo que realmente capturó mi corazón fue la combinación de incienso, profundo y envolvente, con una vainilla elegante y exuberante que perdura por horas, transformando mi presencia en un exótico palacio oriental. Definitivamente, se trata de un aroma sensual y de gran refinamiento, casi como adentrarse en un templo y encontrar un tesoro escondido. Shalimar evoca la imagen de una princesa india, sofisticada, educada y apasionada, una belleza compleja que atrapa a quien se atreve a explorarla. Es el aroma con el que sueño para el día de mi boda y, sin duda, el emblema de los perfumes orientales. Para mí, es una joya eterna en el mundo de la perfumería.
Este perfume me recordó a las damas de antaño con su elegante maquillaje rojo y su estilo clásico. Un comentario bastante peculiar, sin duda. No sé si quien escribió originalmente esto planea vivir tanto como el icónico Shalimar, con sus 95 años de historia, a pesar de sus cambios a lo largo del tiempo. Dejando el sarcasmo a un lado, es importante valorar a las mujeres mayores en nuestras vidas: madres, hermanas mayores, tías, abuelas y maestras. Si llegamos a ser alguien, será en gran parte gracias a ellas. Cuando ya no estén, extrañaremos su presencia y esos ‘perfumes de anciana’ que tanto nos marcaron.
Este perfume realmente evoca una sensación de tradición, comenzando con un toque ligero de aromas cítricos que rápidamente dan paso a una mezcla rica de vainilla y haba tonka, creando una fragancia potente y ligeramente dulce.
Se destaca por su excelente durabilidad en la piel y su capacidad para mantenerse con la misma intensidad que cuando lo aplicas.
Aunque personalmente no es mi favorito, el hecho de que haya sido popular por más de 90 años definitivamente dice algo.
Lo recomiendo para aquellas mujeres que se consideran románticas, sofisticadas y que prefieren los aromas para las noches.
Después de sumergirme en tantos comentarios positivos, decidí visitar a la especialista en perfumes que se ha convertido en mi referencia de confianza. En su tienda, tuve la oportunidad de probar las dos versiones de Shalimar: la eau de toilette y la eau de parfum. Fue un verdadero deleite llevar una en cada muñeca y salir a degustar un café mientras me dejaba envolver por sus aromas y transformaciones. ¡Vaya que Shalimar justifica su fama y el prestigio de La Maison Guerlain! Ambas variantes son excepcionales, similares pero con diferencias notables, especialmente en cuanto a la intensidad de las notas orientales y animales en la eau de parfum. La eau de toilette es maravillosamente suave, con un toque de vainilla que le da una sensación acogedora y refrescante. Su esencia puede ser apreciada por cualquiera, dado que combina la neutralidad de la vainilla con el toque delicado del iris y las ligeras notas florales, evocando el ambiente de un camerino lleno de cosméticos, flores y prendas de cuero.
La versión eau de parfum, por su parte, es más intensa y duradera. La bergamota se mantiene presente durante bastante tiempo, dando paso a un complejo conjunto de notas que anuncian algo grande, al estilo de la calma antes de la tormenta. Con el tiempo, se desarrolla un rico aroma a incienso y bálsamos orientales. Después de una hora, se aprecia una mezcla de notas animales y de cuero que recuerda más a un taller de artesanía que al camerino inicial. Esta versión del perfume tiene definitivamente un carácter más marcado y seguro agradará a muchas personas por su intensidad y profundidad.
Quién iba a decir que yo, con mi estereotipo de macho tradicional, acabaría rendido ante el encanto de un clásico de los años 20. Gracias a incontables horas leyendo reseñas y artículos, descubrí esta obra maestra. Nunca me imaginé que un perfume que creía exclusivo de mujeres me conquistaría de esta manera. Ahora me encuentro completamente fascinado por el Shalimar eau de parfum, listo para hacerlo mío.
Descubrí Shalimar hace años, pero inicialmente me pareció un aroma un tanto viejo, o mejor dicho, tradicional. Sin embargo, recientemente decidí darle otra oportunidad y la primera impresión fue como oler un libro antiguo, algo similar a papiro, con una sensación breve que me recordó a Mon Guerlain en sus primeros instantes, aunque este último apenas roza la superficie en comparación. A medida que Shalimar se va asentando en la piel, empiezan a destacar las esencias más frescas que luego se mezclan perfectamente con las notas de fondo, creando un aroma sublime que evoca a incienso, vainilla y el aroma místico de un templo hindú. Para mí, Shalimar evoca imágenes de Prambanan, transportándome a la opulencia de un templo hindú. Lo asocio con la imagen de una mujer sofisticada preparándose para una ocasión especial.
No me convenció en lo absoluto. Tiene ese toque demasiado empolvado, como esos aromas antiguos que te transportan a un sitio desgastado por el tiempo y sin gracia. Después de un rato en mi piel, el perfume se transforma en algo parecido al olor de un pintalabios viejo y pasado.
Al probar SHALiMAR de GUERLAIN por primera vez, me quedé completamente paralizado; era como si cada nota olfativa me llevara de la mano a través de un viaje de contemplación y belleza. No es solo un aroma agradable, es una experiencia completa, donde cada nota se entrelaza con recuerdos y sensaciones que no puedes identificar del todo, pero que definitivamente te hacen sentir algo profundo y lleno de matices.
Es raro encontrar ese tipo de experiencia en los perfumes de hoy en día, donde muchas veces todo se siente demasiado simple o directo, sin ese toque de misterio y poesía que tienen las fragancias clásicas como SHALiMAR. Este perfume es una verdadera obra de arte que te sorprende y te envuelve; es una dualidad de frescura y calidez que se mezcla de manera tan armoniosa que no puedes evitar querer perderte en su aroma.
La versión más clásica de SHALiMAR tenía notas de origen animal, pero ha sido reformulada con respeto hacia la naturaleza, manteniendo su esencia cálida y humana. Su composición incluye una rica mezcla de cítricos, maderas, especias, y notas florales, logrando un equilibrio perfecto que te deja un rastro de belleza y misterio.
Este perfume pertenece a la familia olfativa Oriental Especiada y fue creado en 1925 por Jacques Guerlain. A pesar de los años, sigue siendo un clásico que captura la esencia de momentos y lugares exóticos, como los Jardines de Shalimar, inspiración detrás de su nombre. Cada vez que lo uso, me siento como parte de una historia de amor y belleza atemporal, disfrutando de una noche estrellada en un palacio. SHALiMAR es más que un aroma intensivo; es un símbolo de poder y atemporalidad que transforma a quien lo lleva.
Hola a todos, quiero compartir mi experiencia con este perfume, algo que me sorprendió gratamente. Aclaro ante todo, soy un hombre de los que disfrutan de una cerveza bien fría 🙂 He notado que las mujeres se atreven más a usar perfumes de hombres si les gusta cómo huelen, mientras que los hombres suelen tener más miedo de ser juzgados.
En busca de un perfume para mi esposa durante el otoño-invierno, recibí varias muestras de diferentes marcas, tanto de hombres como de mujeres, y entre ellas estaba Shalimar edp. En un día apresurado, sin darme cuenta, apliqué la primera muestra que encontré en mi chaqueta para una reunión, resultó ser Shalimar edp.
Al principio no podía identificar bien el aroma, me recordaba a varios perfumes conocidos pero había algo distintivo en él. No le presté mucha atención hasta que, después de la reunión, la persona encargada de finanzas me comentó que ella y sus colegas quedaron encantadas con el perfume que llevaba y querían saber cuál era para comprarlo.
Les expliqué que era una muestra y, para mi sorpresa, era Shalimar edp de mujer. El perfume en mi piel resaltó de una manera increíblemente única.
Me sorprendió cómo en mi piel resaltaban notas elegantes de vainilla, vetiver oscuro y maderoso, incienso, iris atalcado y un toque flotante de pachulí… Con el frío, el perfume revelaba facetas ahumadas y terrosas, creando una experiencia olfativa de vaivén toda la noche.
Al final, le regalé el perfume a mi esposa, aunque confieso que lo uso en secreto de vez en cuando cuando ella no está. jajaja
Recientemente volví a caer en la tentación de adquirir un Shalimar EDP, recordando con cariño aquellos días de mis 25 cuando lo usaba. Llena de emoción, desempaqueté la icónica caja azul, pero para mi sorpresa, me encontré con que su esencia ya no era la misma para mí. Aunque Shalimar conserva su belleza, unicidad y elegancia, ahora percibo un toque artificial en su aroma, especialmente cuando se asienta en la piel. Esto me ha dejado dudando si adquirir La Hora Azul, temiendo enfrentarme a otra modificación indeseada. Creo firmemente que ciertos perfumes son verdaderas joyas de la perfumería que deberían permanecer intactas, como inalterables obras de arte.
Shalimar ya no es lo que era, y no puedo decir que me sorprenda. Este perfume, que alguna vez parecía sacado de un cuento antiguo, perfecto para una estancia adornada con muñecas de porcelana y muebles de época, ha perdido algo de su magia. Antes tenía ese aire de nostalgia, una fragancia que te transportaba a una habitación llena de recuerdos, con un aroma complejo que mezclaba lirios, vainilla y ylang-ylang de un modo casi etéreo. Era como visitar a aquella tía viajera, la que conocía todos los secretos del viejo mundo. A pesar de que no se sentía como una fragancia para usar a diario, había en ella una belleza y un encanto innegables. No obstante, lo que ofrecen ahora bajo el mismo nombre parece una sombra de lo que fue: un aroma diluido, con notas que más bien recuerdan al plástico que a los exquisitos ingredientes del pasado. Parece como si el perfume hubiera perdido su identidad, transformándose en un eco lejano de lo que solía representar. Y aunque la nostalgia y la elegancia siguen siendo sus puntos fuertes, parece que incluso estos aspectos se están desvaneciendo. Mientras que antes visitar a ‘Shalimar’ era como ser recibido con café o té en un ambiente cuidadosamente mantenido, ahora hay un aire de tristeza, como si lo excepcional se hubiera perdido. Estoy pensando seriamente en iniciar una petición para que no sigan desmereciendo estas joyas clásicas. Al fin y al cabo, si no aceptamos que destrocen nuestras series o películas favoritas, ¿por qué deberíamos permitirlo con un perfume con tanta historia? Transformar algo clásico en una versión descafeinada de sí mismo es algo que deberíamos resistir, ya sea en el mundo del arte, la música, o en este caso, la perfumería.
Realmente estoy encantada con este perfume, se ha convertido en mi aroma de cabecera, lo llamo mi escudo aromático personal. Para mí, evoca esa sensación cálida y reconfortante de los rituales de purificación, como si estuviera envuelta en una nube de incienso suave mezclado con notas dulces de vainilla. Aunque he notado que la versión EDP añade un toque de cuero, dándole un giro más ambiguo en cuanto a género, personalmente prefiero la versión EDT porque la encuentro más suave y femenina. Es definitivamente la opción que más va conmigo.
Este perfume realmente destaca, es intenso y te llena de calidez. Sientes el aroma del cuero y el almizcle de una manera muy pronunciada. Definitivamente, es un perfume de calidad que permanece contigo entre 6 y 7 horas fácilmente, y en la ropa incluso más tiempo. Tiene esa vibra elegante que buscaba. Lo usé durante mi último año de prepa y me han halagado por cómo huele al menos tres veces; es suave y nada invasivo. Brilla especialmente en los días fríos de invierno, pero sinceramente lo dejaría a un lado durante el verano, no parece encajar bien con el calor.
Aunque es reconocido y muchos le tienen cariño, personalmente no me cautivó este perfume. Sobre mi piel, proyecta un aroma que se inclina más hacia lo masculino, evocando recuerdos de fragancias como Opium para hombre. Sin duda, es un perfume con una presencia notable y una estela que no pasa desapercibida, manteniéndose activo unas 5 horas aproximadamente en mi caso. Al principio, se percibe una oleada de cítricos, con la bergamota y el limón brillando fuertemente, pero esta sensación es breve. Pronto, las notas medias toman el escenario, dominadas claramente por el pachulí, el cual añade ese matiz oriental distintivo. En mi piel, son las notas de base las que realmente sobresalen, con una mezcla intensa de cuero, sándalo y una presencia animal del almizcle que es bastante prominente. Desde mi perspectiva, este perfume trae consigo el encanto de los clásicos de antaño pero manteniéndose relevante en el presente, ofreciendo un aroma fuerte y definido. Sin embargo, para mí, la combinación de cuero y almizcle le da una densidad y cierta crudeza que personalmente no disfruto. En conclusión, aunque valoro su estatus como pieza de arte olfativa y su sofisticación, Shalimar no ha logrado conquistarme completamente, tal vez porque prefiero opciones más sencillas y directas.
Hoy decidí darle una oportunidad y me encontré con un aroma entre incienso y tabaco que no fue de mi agrado. Les sugiero que lo prueben antes de hacer la compra.
Como sacado de un hechizo, este perfume es pura maravilla olfativa
Compré este perfume sin haberlo probado antes y la verdad es que me resulta un poco fuerte. Además, no puedo evitar pensar que tiene un aire muy similar al Amber Elixir Night de Oriflame, pero teniendo en cuenta la diferencia de precio… creo que eso lo dice todo.
Tiene ese aroma distintivo de cosas nuevas, en particular, me recuerda a las muñecas recién sacadas de su caja. Es un aroma dulce, pero con un toque antiguo, como si oliera a un antiguo baúl de madera cubierto con tela. Tiene notas de jabón y de talco. En mi opinión, no es el tipo de fragancia que atraería a las más jóvenes.
La versión clásica de Shalimar era simplemente espectacular… este perfume sigue teniendo esa esencia característica, aunque la noto menos potente que antes.
Realmente es un perfume sin tiempo, que se adapta tanto a hombres como a mujeres, cambiando sutilmente su carácter dependiendo de quién lo lleve.
Cada vez que me pongo este perfume, me transporto mentalmente a un palacio en medio del desierto oriental, bajo un cielo nocturno iluminado por una brillante luna llena y un manto de estrellas, envuelto en su aroma cautivador y perdurable…
Chicos, esto es una maravilla. Al principio, puede que detectes un toque salvaje muy leve, pero dale unos 30 minutos y verás cómo despliega una magia increíble con la vainilla y el incienso, todo se combina de forma sofisticada con las demás fragancias. Aunque parezca más bien neutro, los hombres definitivamente deberían probarlo, porque funciona para todos. Realmente resalta en una noche de verano al fresco, idealmente si estás cerca del mar.
Hacía tiempo que había pasado por alto Shalimar Edp, pero finalmente, por las críticas positivas y mi amor por las fragancias, decidí darle una oportunidad. Leí sobre la fascinante historia de Shalimar, lo que aumentó aún más mi interés.
Hasta ahora, no había experimentado personalmente Shalimar. Estaba familiarizado con otros perfumes como Aromatics, Opium, y Lancome, entre otros. Mi primer contacto fue a través de una botella diseñada por Jade Jagger en 2012. Aunque no puedo compararlo con versiones más antiguas de Shalimar, estoy ansioso por probar una si se presenta la oportunidad.
El perfume me sorprendió agradablemente con su complejidad y duración. Lo que más me gustó fue cómo su intensidad se puede ajustar fácilmente con la cantidad aplicada, una característica que no muchos perfumes tienen. Esto hace que Shalimar sea especial; no resulta abrumador ni me causa dolor de cabeza.
En mi piel, el aroma del incienso es bastante sutil, destacándose más la vainilla, el iris, el sándalo, y otros. Todo, desde la frescura inicial de los cítricos hasta el cálido, avainillado y acuerado final, me parece magistralmente realizado, igual que el diseño de su botella.
Espero sinceramente que este perfume no pierda su encanto con el tiempo.
Descubrí Shalimar por vez primera en 2010, mientras paseaba por El Corte Inglés en Preciados. Contrario a lo habitual, pedí que aplicaran el perfume directamente sobre mi piel en lugar de en una tarjeta de muestra.
Me capturó desde el primer instante.
Con emoción, seguí mi camino hasta Padilla y adquirí la versión de 90ml, que todavía tengo. Estaba inaugurando mi Shalimar Jagger.
He notado que este aroma es distinto a sus predecesores. A lo largo de los años, he tenido la oportunidad de probar diferentes ediciones y, aunque ha evolucionado, sigue siendo fiel a su esencia Shalimar.
El perfume, especialmente mi botella de una década, tiene un inicio intenso de cuero y bergamota, creando una mezcla embriagadora que personalmente me fascina. Con el paso del tiempo, se suaviza, destacando la vainilla y el iris, y la base de ámbar se endulza. Aunque su carácter audaz del principio se transforma, adquiriendo un tono más ‘clásico’ y ‘oriental’, continúa siendo majestuoso y me agrada igualmente.
Es una fragancia única e inolvidable. Ahora, después de algunos años, puedo percibir claramente su influencia en Initial, algo que inicialmente no notaba.
Actualmente, espero con ansias el nuevo lanzamiento de Philtre, con la esperanza de que conserven la magia original de Shalimar. Quizá una reformulación o un regreso a sus raíces, similar a lo que ocurrió con Mitsy en 2013, sería maravilloso.
Sin duda, Shalimar ha sido, es y espero que siga siendo, un icono sin igual y absolutamente unisex, especialmente con las normas actuales. Recomiendo probarla al menos por curiosidad. Pronto celebrará su centenario, manteniéndose relevante y atemporal. ¡Ojalá conserve esa impactante impresión inicial!
Otra vez aquí, hablando de mi pasión por los perfumes especiales para los calurosos días de verano. Soy fanático de elegir aromas orientales durante esta temporada, encontrando joyas como Opium (tanto la versión para hombres como para mujeres), Jungle de Kenzo, y por supuesto, Shalimar en su presentación eau de parfum. Hay algo en la complejidad de estos perfumes que solo puedo apreciar plenamente en verano, y simplemente me enamoran.
Shalimar debe haber sido una creación revolucionaria para Guerlain cuando se lanzó. No estoy seguro de cuántas veces se ha reformulado desde entonces, pero la versión que tengo me parece que captura la esencia original perfectamente. Es, sin duda, una de las tres grandes fragancias orientales femeninas, junto con Opium y Jungle. Shalimar es el epítome de la elegancia, Opium el de la seducción, y Jungle el de la fuerza.
La sensación que me produce este perfume es como si hubiera sido formulado por un alquimista en su búsqueda por el aroma más sofisticado. Guerlain logró crear una obra maestra que, increíblemente, no ha perdido su magia casi un siglo después. Su aroma combina toques de vainilla con cuero, opoponax y un incienso exquisito, generando un equilibrio perfecto. Aunque imagino que antes era más intenso, hoy en día tiene una duración aproximada de 6 horas, lo cual es bastante decente.
Aunque no sugeriría comprarla sin antes probarla, definitivamente recomendaría darle una oportunidad en diferentes momentos del año para realmente captar su esencia. Y como dato curioso, esta era la fragancia preferida de Lola Flores.
Acabo de sumergirme en el mundo del icónico perfume Shalimar. Es increíble pensar que esta joya olfativa fue la primera en introducir la opulencia de las fragancias orientales. La historia detrás de Shalimar es tan fascinante como su aroma; atraviesa décadas manteniendo su esencia, aunque ha sido reformulado a lo largo del tiempo. Al olfatearlo, es imposible no compararlo con la figura histórica de Mata Hari, una mujer que, al igual que Shalimar, destilaba misterio, exotismo y seducción. No solo ha capturado la admiración de mujeres de todas las esferas, incluyendo celebridades y la realeza, sino que también ha encantado a hombres por generaciones. La pregunta es, ¿cómo se puede encapsular la magia y la elegancia de Shalimar en unas pocas líneas? Ha sido un emblema de la casa Guerlain, elevando su prestigio, aunque, paradójicamente, es la misma Guerlain quien parece haber dejado de lado uno de sus mayores tesoros. Su aroma inicia con una explosión cítrica de bergamota y limón, un preludio a un corazón donde el jazmín, el iris y el rosa se combinan de manera sutil pero firme. Pero la magia real comienza al final, donde la vainilla, el incienso y el cuero se unen en una sinfonía de notas orientales que embriagan los sentidos, creando un aura inolvidable. Shalimar es una obra de arte olfativa que requiere tiempo para ser comprendida y apreciada en su totalidad, similar a la cautivante historia de amor que inspiró su creación. Aunque las reformulaciones modernas han alterado algo de su esencia original, para mí, Shalimar sigue siendo un testimonio del arte perfumista, un recordatorio de que algunos amores, como el de Shah Jahan y Mumtaz Mahal, son tan eternos como el mismísimo Taj Mahal. Es más que un perfume, es un legado histórico de Guerlain.
Desde que escuché hablar de este perfume por todos lados, estaba ansioso por probarlo. Finalmente, lo olí en EL CORTE INGLÉS y me capturó al instante. Su aroma es profundamente emocionante, evocando historias, míticas aventuras y un romance salvaje. Al llevarlo, siento una especie de magia que no había experimentado con otros aromas. Definitivamente, es una fragancia para aquellos que aprecian los aromas ricos y profundos de antaño, y puede no ser para todos. Sin duda, es un perfume que cruzaría la línea de género, recomendable tanto para hombres como para mujeres.
Shalimar se lleva la corona en el reino de los perfumes para mujeres, sin dudas. Un usuario llamado allan27880 hizo una crítica maravillosa sobre cómo nació esta joya, señalando que no es un aroma para cualquier persona. No encontrarás en Shalimar esos aromas sintéticos o artificiales que buscan captar la atención en fiestas o seducir de manera evidente. Si eso es lo que buscas, Chanel y Dior ofrecen esos tipos de fragancias. Lo que hace a Shalimar destacar es su elegancia pura, es algo único y digno de admiración, con notas que son limpias y delicadas hasta no creer. Se convierte en el complemento perfecto para ocasiones formales, ya sea una visita al Louvre en París, un paseo por la Basílica de Santa Cruz en Barcelona, o incluso durante una ópera en La Scala de Milán. Algo en Shalimar evoca una sensación increíblemente espiritual. La primera vez que lo usé, allá por el 2011 (un agradecimiento eterno a CarCar), su mezcla de incienso suave, cuero sutil y un toque de iris hizo que no pudiera dejar de olerme. Es como un imán para el olfato que permanece por horas con solo toques ligeros de cítricos. A pesar de tener una proyección moderada, su presencia se siente diciendo: ‘aquí estoy, disfrutándome, pero sin incomodar.’ Actualmente, parece ser una opción más afín para mujeres de más de 30 años, aquellas con un aire de cultura y elegancia, incluso en su intimidad. Son aquellas que pueden parecer reservadas pero tienen una chispa de pasión y una habilidad para sorprender con su inteligente sentido del humor. Aún si no te identificas con estas características pero amas la perfumería, adquirir Shalimar vale totalmente la pena. Algún día, al aplicártelo y comprender realmente su esencia, te darás cuenta de que nada se siente tan cercano a la paz. Saludos cordiales a todos.
Honestamente, tuve que pasar este perfume a otra persona. Era demasiado potente para mi gusto, casi como olor a antigua botica, con ese aire de incienso y medicina que no podía soportar. Se sentía demasiado anticuado, recordándome a fragancias clásicas como Chanel nº5, pero con un toque aún más peculiar. Definitivamente, llama la atención y se distingue fácilmente en quien lo lleva. A mi pareja le pareció interesante, no le molestaba tanto como a mí, pero ambos coincidimos en que no parecía una elección moderna.
Este perfume es simplemente fenomenal. Me recuerda un poco al estilo de Obsession de Calvin Klein, aunque no comparten aroma. Mientras que Obsession viene cargado de una vibra más salvaje y picante, con un toque fuerte de incienso, este tiene notas más pronunciadas de cuero con un sutil aroma cítrico al principio, cerrando con una suave y encantadora vainilla. Es absolutamente cautivador. A veces, al llevarlo, la gente me comenta que tengo un olor reminiscente al de las iglesias, cosa que me resulta divertida. Para mí, este perfume es un tesoro precioso, y pienso que sería perfectamente adecuado para cualquier género sin distinción.
Acabo de probar el Shalimar Eau de Parfum y ¡qué experiencia! Era la primera vez que lo probaba, aunque había oído hablar mucho sobre él. Pensaba que iba a ser intenso, pero no me esperaba tal característica en mi piel. Desde el momento que lo apliqué, se desató un olor profundo a incienso que llenó todo a mi alrededor. Ha pasado cerca de 4 horas y poco a poco se ha suavizado, dejando un aroma más suave y limpio, casi como jabón, que realmente me ha encantado. Si el aroma inicial fuera más leve, sin duda sería mi fragancia predilecta, pero el fuerte olor a incienso al principio no es exactamente lo que prefiero. Definitivamente, sugiero pensarlo dos veces antes de comprarlo sin probarlo, especialmente si los perfumes orientales potentes no son lo tuyo. Creo que va perfecto en días fríos y, aunque sé que hoy en día puede ser polémico etiquetar un perfume como más adecuado para ciertas edades, en mi opinión, es una fragancia con un toque de madurez y elegancia. Curiosamente, a mi pareja le ha encantado mucho más que a mí.
Realmente no hay mucho más que decir sobre este perfume que ya no se haya mencionado. Solo quiero destacar un par de aspectos que me han impresionado. Primero, la frescura y autenticidad de las notas cítricas iniciales; el aroma del limón es simplemente excepcional. Además, estoy sorprendido por lo bien que este perfume se ha mantenido a lo largo del tiempo y su versatilidad para ambos sexos. En mi caso, sobresalen las notas de incienso y cuero, mientras que en mi pareja, se realzan maravillosamente las notas florales y un toque divino de vainilla. Aunque no tiene una presencia abrumadora, la sutileza de su estela es simplemente hermosa.
Al olerlo, por momentos me transporta a la atmósfera serena de una catedral y, en otras ocasiones, evoca la imagen de una muñeca de época reposando en una tienda de objetos antiguos, una mezcla de aromas entre incienso y vainilla. Es un aroma que impone, lleno de majestuosidad, aunque me resulta difícil encontrar el momento adecuado para llevarlo.
Vaya, probé este perfume por primera ocasión hoy y realmente no fue de mi agrado, la verdad no comprendo cómo ha recibido tantos comentarios favorables. Pero bueno, cada quien con sus preferencias olfativas, ¡menos mal que no todos tenemos el mismo gusto, o de lo contrario terminaríamos oliendo igual! Me trajo recuerdos de mi infancia en las ferias, específicamente en los choques de autos, con un leve aroma a caucho quemado y a metal corroído. Tal vez simplemente no era mi día, le daré otra oportunidad directamente sobre mi piel en lugar de usar papel absorbente, a ver qué tal.
Recuerdo el día como si fuera ayer. Mi amiga, sin previo aviso, decidió que quería hacerse con una botella de Shalimar. Yo ya había escuchado maravillas de su intensidad, pero nunca había tenido la oportunidad de experimentarlo por mí misma. Curiosa, le pregunté si hablaba de la versión Eau de Toilette, pero ella tenía en mente el perfume puro. Sabía de él gracias a sus tías y siempre había sentido una fascinación por su aroma. Ella ya era aficionada a fragancias como Midnight Poison y CH Sublime, así que sabía que Shalimar no sería un reto para su paleta olfativa. Ambas rondamos los 30 años.
La primera vez que pude percibir Shalimar de cerca fue en su hogar. Desde el primer momento, capté la bergamota y la vainilla directamente desde el frasco. Al aplicarlo sobre mi piel, se transformó en una mezcla de cuero, incienso y un toque densamente oleoso, casi medicinal, que me sobrecogió. Me acompañó durante todo el día, resistiendo cualquier intento de eliminación. En otra ocasión, al reaplicarse el perfume en presencia de mi hermana y de mí, mi hermana quedó maravillada, comentando lo increíblemente bien que le olía.
Realmente, el Shalimar me enseñó que los preferencias personales, la química de la piel, la confianza en uno mismo y el estilo propio juegan un papel crucial cuando se habla de perfume. He llegado a pensar que este tipo de aromas clásicos requieren un vínculo especial o recuerdos afectivos previos para ser verdaderamente apreciados. No es un aroma para los amantes del convencionalismo olfativo del jabón o los dulces caramelizados de hoy en día. Es audaz, intenso; no busca disimular el olor natural del cuerpo, sino complementarlo.
Al principio, Shalimar se presenta con una explosión cítrica de bergamota y lima. Luego, sobre la piel, se desvela su carácter balsámico que lo define. Le siguen el misterio del iris y el incienso, acompañados de un pronunciado cuero. Este es el punto donde percibo ese distintivo aroma a ungüento. Finalmente, se asienta en una suave y reconocida vainilla de Guerlain.
Con el paso del tiempo, me habitué a Shalimar. Llegó a ser una fragancia que asociaba con momentos de afecto con mi amiga; el aroma era una constante en nuestras interacciones. Eventualmente, empecé a experimentar con otras versiones de Shalimar, descubriendo nuevos favoritos que nunca habría considerado si no fuera por esa primera experiencia. Nunca pensé que podría apreciar tanto este perfume, ni que lo asociaría con nuestra generación. Fue gracias a ella que mi afecto por Shalimar floreció.
Así es, el afecto y los gustos personales nacen del corazón.
¡Acabo de probar este perfume y es una experiencia total! Comienza con una explosión fresca de frutos cítricos como limón y mandarina, mezclados con un toque de cedro. Desde el primer momento, se siente una especie de aroma a resina que me atrapó. Luego, se revela un corazón de flores lujosas donde el Iris, con su toque a polvo de maquillaje, roba el protagonismo junto al jazmín y la rosa. Hay un detalle de pachuli que le da un aire distintivo a la fragancia. La vainilla aquí es otro nivel, rica y no demasiado dulce, le aporta una calidez única. Este perfume es como un bazar de especias en botella, donde el haba tonka se une a la resina, dándole un carácter profundo y algo licoroso. En el fondo, el cuero se asoma suavemente, acompañado de sándalo, almizcle y una pizca de civeta, todo en perfecto equilibrio. Lo inciensado del final es un toque magistral que me transporta a un zoco en Oriente.
La duración es impresionante, me dura más de 12 horas sin ser abrumador. Aunque debo decir que este aroma no es para cualquiera; necesita un paladar refinado para apreciarlo completamente.
Definitivamente es un viaje olfativo de lujo y sensualidad hacia tierras orientales.
Como diría el gran Jacques Guerlain, es momento de ‘Dejarse llevar por los sentidos’.
Sinceramente, esperaba encontrar notas de vainilla y Haba Tonka en este perfume, pero para mi sorpresa, lo que destaco fueron aromas completamente diferentes. Lo primero que me vino a la nariz fue un fuerte olor que me recordó al caucho y la civeta, seguido de un toque de alquitrán, incienso, y cuero, mezclado con un aroma que podría describir como aceite balsámico. Fue como recibir un golpe de especias directo al sentido del olfato. Incluso en algunos momentos, captaba un aroma que se asemejaba a la absenta, presentando una intensidad y masculinidad que me hace pensar que este perfume no es para tomar a la ligera ni para comprar sin haberlo probado primero.
Recuerdo que, en versiones anteriores de este aroma, los cítricos y la vainilla eran mucho más perceptibles y jugaban un papel principal, pero ahora, se ven totalmente opacados por un torbellino de especias. La verdad, no era lo que esperaba y definitivamente no cumplió con mis expectativas.
Me he enamorado completamente de este perfume. Tiene una esencia absolutamente oriental que te transporta a lugares exóticos sin necesidad de salir de casa. Es tan cautivador que puedo pasar horas disfrutándolo. En mi piel, deja un maravilloso rastro de incienso y vainilla que sencillamente nunca me aburre.
Inicialmente, este perfume trae a la mente aquellos aromas clásicos, un tanto antiguos, que algunos podrían asociar erróneamente con gente más grande. Sin embargo, esa primera impresión cambia rápidamente. Después de llevarlo puesto un poco, se transforma y despliega un olor maravilloso sobre la piel. Sí, conserva un toque retro, pero de un retro refinado y distinguido. No es un aroma para cualquiera, ciertamente requiere un cierto porte para llevarlo, pero definitivamente irradia elegancia y sofisticación.
Este perfume definitivamente no es para todos, especialmente si estás acostumbrado solo a olores dulces y modernos. Al principio, puede que te choque con su intensidad, dándote una sensación muy fuerte de cuero y un toque que recuerda al animal, aunque sea completamente sintético. Esta primera impresión podría ser un poco desagradable, como a goma o algo pasado de moda.
Sin embargo, si le das una oportunidad y sigues usándolo, empezarás a notar los aromas cítricos, que son amargos, como si fueran cáscaras de frutas secas pasadas por incienso. A medida que se asienta, aparecen el iris y un toque distinto de vainilla, no el típico aroma dulce a pastel, sino uno más profundo y sofisticado.
Es una fragancia que, aunque inicialmente parece más apropiada para hombres, realmente puede ser llevada por cualquiera. Es compleja y revela nuevas capas de su carácter con cada uso. Definitivamente, es un aroma que requiere paciencia y una mente abierta para ser completamente apreciada. Lo mejor es usarla con moderación y darte un tiempo entre usos para que tu sentido del olfato pueda realmente entenderla. Sería ideal que este perfume se vendiera en tamaños más pequeños, ya que es bastante potente y con un poco alcanza para mucho.
Después de sumergirme en un montón de comentarios en busca del aroma perfecto, finalmente lo encontré. Para cualquiera familiarizado con el olor clásico del talco Maja, este perfume tiene una esencia sorprendentemente parecida. También me recuerda un poco a Ombre Rose, pero con un golpe más fuerte, y no está muy lejos del Obsession de CK, aunque este lleva su propia identidad con un toque atalcado, maderoso y ligeramente dulce. Definitivamente, no es una fragancia para todos. Personalmente, me parece ideal para usarla antes de ir a dormir, brindando una sensación cálida y reconfortante. Es un aroma con el que crecí, ya que mi padre adoraba los aromas vintage como Maja y Lavanda. La presentación del perfume me fascinó, y aunque recientemente agregué Obsession para mujeres a mi colección, que por cierto me gusta aunque a veces me resulta intimidante, Shalimar me parece más amable. Sin dudas, este perfume se ha ganado un lugar especial entre mis favoritos.
Quisiera compartir mi experiencia personal y sugerirle a todos que piensen dos veces antes de comprar Shalimar EDP sin haberlo probado antes. Normalmente me atraen los perfumes con notas orientales y especiadas, pero esta fragancia fue un verdadero chasco para mí. No solo no cumplió mis expectativas, sino que me resultó francamente desagradable. Me recuerda el aroma a una habitación antigua impregnada de humo de tabaco, mezclado con incienso y ese típico jabón rosa de antaño. Definitivamente, no es una fragancia que me atrevería a recomendar basándome en mi experiencia. A medida que pasa el tiempo, se intensifica un aroma a talco reminiscente, que personalmente, me resulta bastante desagradable y hasta me ha provocado malestar estomacal. En mi opinión, es una fragancia que podría considerarse unisex, pero tiende más hacia una personalidad masculina, concluyendo con una sobrecarga de talco y rosa.
Recuerdo la primera vez que descubrí este perfume, fue una edición de los años 90. Bastó con un poco en mi muñeca para envolver completamente una habitación pequeña. Al principio, te recibe con una brisa fresca y toques cítricos, pero en poco tiempo el limón se mezcla con aromas ahumados, se vuelve más profundo y pica un poco la nariz, revelando su carácter vintage. Con el tiempo, se suaviza y emerge un dulzor atractivo de ámbar y vainilla que toma el centro de la escena. No importa la estación, siempre actúa igual, aunque en días fríos la frescura inicial se disfruta un poco más y los tonos más intensos son menos abrumadores. Si bien tiene una presencia fuerte y duradera, a veces puede ser demasiado, llegando a causar cierta molestia. Sin embargo, conforme avanza el día, se transforma en un halo sofisticado que recuerda a los días de gloria pasados. Tiene un aire sexy y algo decadente, pero para llevarlo bien, se necesita cierta actitud para evitar que parezca desfasado. Hoy en día, lo veo como una fragancia unisex y elegante, ideal para el invierno, aunque definitivamente no la elegiría para un día caluroso o para usar durante el día. Este perfume tiene un lugar especial en mi corazón por la historia familiar que guarda. Fue un regalo de mi abuela, quien lo tenía desde que mi tía se lo trajo de Francia en los 90s y después de la muerte de mi abuelo, para quien el aroma era especial, ella dejó de usarlo. Al descubrirlo, compartimos recuerdos y ella decidió regalármelo, diciendo que a sus 95 años, yo podría darle mejor uso. Esta fragancia, así como otras vintage de Guerlain, evoca una aura de misterio y elegancia, con imágenes de salones lujosos, damas glamurosas de los años 20, y una sensación de haber enfrentado la vida sin miedo. Sin fecha caducada, se mantiene como un testimonio del primer perfume oriental, manteniéndose atractivo, interesante y algo versátil, aunque sobre todo, completamente único.
Este perfume me hace sentir como si estuviese flotando entre nubes, aunque parece que le falta ese ‘no sé qué’. Parece que en sus más recientes versiones han ido cambiando o quitando esas esencias especiales que lo hacían único, y eso ha afectado a su esencia original.
Tiene un aroma suave de limón mezclado con flores blancas y un toque antiguo de incienso.
En mi experiencia, no dura mucho ni se siente muy fuerte.
Hola, chicas lindas que comparten sus opiniones por aquí. Tengo que decirles algo, cada una de nosotras reacciona diferente a los perfumes debido a nuestro propio PH, que es único gracias a nuestra genética. Últimamente, he notado que los perfumes de lujo ya no son lo que solían ser. El mercado está super competitivo, y parece que modifican las fórmulas quitando algunos ingredientes. Según mi experiencia, lo hacen para que el aroma no dure tanto y nos veamos obligadas a volver por más. Realmente me siento engañada por esta industria. Recientemente, compré Shalimar en Macy’s, gastando $140 y después de cuatro días ya puedo decir que no es para nada como el Shalimar que tenía hace cinco años. Me siento totalmente desilusionada, no se acerca ni un poco al clásico aroma de Shalimar antes de que lo cambiaran. Crecí recordando los perfumes clásicos de los 80 que mi madre usaba, eran verdaderas obras de arte. Pero hoy, parece que solo compramos perfumes modificados, de calidad inferior y a precios exorbitantes. He coleccionado diversas fragancias a lo largo de los años, pero he llegado al punto de no querer malgastar más dinero en marcas que no ofrecen calidad, sino solo mezclas de olores frutales y florales sin sustancia.
Voy a ser sincero, mi percepción sobre este perfume puede diferir de la mayoría. Para mí, brilla especialmente en las noches de verano, cuando el calor intenso da una tregua. Hasta ahora, me ha resultado un tanto intimidante usarlo en lugares públicos porque tiene un toque bastante sofisticado. De hecho, lo compré inicialmente para mi mamá, pero no le convenció, principalmente por el fuerte aroma a incienso que tiene, así que terminé quedándomelo. No soy fan de su fragancia inicial, pero ya me he habituado y ahora lo encuentro único. Lo que realmente me enamora es cómo la vainilla se mezcla con el incienso, especialmente cuando hace calor. Durante el invierno, sin embargo, su intensidad se potencia demasiado para mi gusto, dándole un aire demasiado antiguo y a veces hasta me parece que huele a cigarrillo, lo cual no es mi favorito. Me recuerda un poco a la sensación que me dejó leer ‘Cuarteto de Alejandría’, que no disfruté, aunque el toque anticuado me atrae en cierto modo, pero sin las connotaciones negativas que me trae. En cambio, en verano, se transforma y la vainilla se siente como un sueño, me trae a la mente la imagen de un ángel caído de alguna novela de fantasía, lo sé, suena extraño pero esa combinación me calma y me ayuda a enfocarme cuando escribo.
Al principio, el aroma es bastante intenso, noto un toque cítrico y algo ahumado, que imagino viene de la bergamota y el incienso. Con el paso del tiempo, se suaviza hacia una fragancia más dulce y floral, donde la vainilla y las flores toman protagonismo, aunque hay un trasfondo de cuero que se mantiene presente desde el comienzo hasta el final. Me parece un perfume con mucha clase, pero hay que tener cuidado porque su fuerte presencia podría ser demasiado para algunos.
Este perfume me transporta directamente a los momentos en los que era pequeña y jugaba con el maquillaje de mi mamá. Es como si pudiera volver a oler el aroma que tenía el cabello de las brochas para aplicar el rubor (algo de Yves Saint Laurent, si no me equivoco) en una noche especial. Recuerdo muy bien cómo ojeaba y olía los diferentes cosméticos, y este perfume tiene un aire muy similar a esa fragancia distinguida y acogedora que me acompañaba. Tiene un toque de elegancia y profundidad, como si fuera una mezcla sofisticada de polvos de maquillaje con un matiz cálido de piel e incienso. Me parece que Chanel buscaba recrear algo tan icónico como Shalimar con este perfume, y me emociona que haya renacido este estilo clásico para que podamos disfrutarlo de nuevo.
Recientemente me aventuré a comprar Shalimar sin tener ni idea de si me agradaría, ¡vaya que acerté! Este perfume nunca me resulta pesado. Al principio, me trae a mente el aroma de una crema suave, y luego emerge una mezcla de cuero y flores que tiene ese toque limpio especial. Finalmente, se asienta en una esencia de vainilla suave y rica, que en conjunto me recuerda a un talco, pero de una variedad muy sofisticada, que me resulta sumamente agradable y tranquilizante.
Al principio, solo tenía un pequeño frasco de 5ml para ver cómo me caía el perfume. Las primeras veces que me lo puse, no me convenció para nada, tenía un aroma muy antiguo, como a polvo y a talco. Sin embargo, tras dejarlo de lado por cerca de un mes, una noche me animé a probarlo nuevamente. Fue entonces cuando todo cambió… finalmente pude apreciar lo especial que es este perfume, tal y como había leído en comentarios de otros. En mi piel, el aroma empieza con un delicado olor a talco mezclado con especias y un toque animal pero sofisticado. Además, se sienten unas notas cítricas muy equilibradas, nada ácidas, que se combinan con un suave toque de vainilla. Esto, sin llegar a ser realmente dulce, y tras esto, se siente la presencia de sándalo y un bouquet floral ligero, con destacados aromas de iris y violetas, aunque curiosamente, estos últimos no están especificados en la descripción del perfume. No encuentro rastros de incienso, cuero o rosa en él, quizás porque las otras notas son bastante envolventes. Me encanta lo original y excepcional que es este aroma, su capacidad de ambientar es impresionante, llenando mi cuarto fácilmente, y su duración es de más de 8 horas. Me sorprende cómo al inicio no me agradaba y ahora me fascina. Pensé que era un aroma netamente femenino, pero al probarlo en mi esposo, el perfume se transformó, resaltando más los cítricos, junto con el vetiver, sándalo e incienso, como si fuesen fragancias completamente distintas. Sin dudas, Shalimar y sus variantes se han ganado un lugar especial en mi colección. Mi consejo es que le den varias oportunidades probándolo en su piel antes de decidirse a comprarlo. Realmente vale la pena.
Hoy me aventuré con dos perfumes bastante distintos: el Terre D’Hermes Eau Intense Vetiver de Hermès y el Shalimar EDP de Guerlain, buscando esencia de incienso en ambos.
Con el Terre D’Hermes, quedé gratamente sorprendido. A pesar de ser un poco escéptico al principio por las notas cítricas (no soy muy aficionado a ellas), me cautivó completamente conforme se asentaba en mi piel. Despide una vibra enigmática y acogedora que me recuerda a Encre Noire, aunque, eso sí, espero que Encre Noire mejore su formulación pronto. El vetiver y el incienso se hacen presentes de una manera excepcional, y hay una dulzura sutil, probablemente por la combinación de pachulí y amberwood, que me resulta irresistible.
Por otro lado, Shalimar de Guerlain fue toda una experiencia, como detonar una fragancia potentísima. El incienso tardó en notarse, aproximadamente unos treinta minutos. Y sí, tiene ese aroma familiar a crema Nivea, pero la presencia de notas animálicas (civeta) es tan fuerte que me dificultó disfrutar plenamente del incienso. ¿Es un perfume que se disfruta? Si te gusta el aroma a productos de cuidado corporal, sin duda. Aunque el incienso está, se ve opacado por otras notas que para mi gusto no armonizan bien.
Sin querer caer en clichés, podría decir que el Intense Vetiver suele ser más apreciado por hombres, y el Shalimar, por mujeres. Sin embargo, es crucial probarlos personalmente, ya que las fragancias pueden resonar de manera única con cada uno. Curiosamente, los encontré disponibles en Julia, a pesar de que normalmente empiezo mis búsquedas en Druni.
Tengo un respeto especial por Guerlain, me parece que mantienen un estilo clásico, seguro, pero con una elegancia indiscutible.
Recientemente me topé con Shalimar, un aroma que es un ícono en el mundo de la perfumería y que todo amante de los perfumes debe identificar a primera olfativa. Para mí, evoca una sensación reminiscente de mujeres con un porte distinguido de finales de los años 70 y principios de los 80, que buscaban alternativas a Chanel No. 5 para sentirse más contemporáneas con Shalimar. Lo veo como una fragancia dirigida a un público más experimentado en años, no es que crea en encasillar las fragancias por edad, y animo a cualquier joven que le atraiga a que la pruebe, pero sí es cierto que transmite una sensación intensa, densa y con un toque atalcado hacia el final. Personalmente, aunque noto que se adhiere bien a mi piel, los perfumes de notas marcadas y pesadas no suelen convencerme del todo.
Me parece que la originalidad de su aroma ha perdido algo de brillantez con el tiempo, dejando un poso atalcado que me resulta algo anticuado; no es que huela mal, simplemente no encaja del todo con mi gusto actual. Diría que encajaría perfectamente en mujeres mayores de 65 años, con una elegancia natural, una fuerte personalidad y un gusto por lo selecto. Según he leído, Shalimar se lanzó en 1925.
Bueno, aquí voy con mi primer intento de compartir lo que pienso sobre un perfume, ojalá lo haga bien.
Shalimar de Guerlain, para mí, es ese perfume que nunca pasa de moda, lanzado allá por 1925 y que de alguna manera aún logra capturar esencias que parecen viajar en el tiempo. La primera vez que lo usé, lo que me golpeó no fue el típico olor a cítricos que esperas, sino algo más profundo, más rico, como esos inciensos que huelen a naranja quemada que te encuentras en las iglesias antigüas.
El corazón del perfume es un ramillete de flores, pero lo que realmente lo hace brillar es ese toque de pachulí que es tan único, añadiéndole un aire de misterio. Me hace pensar en esos inciensos ligeros y dulces, dándole al perfume un toque realmente seductor y elegante. Se siente como envolverte en un abrigo de piel lujoso y caro.
En cuanto a las notas de base, tiene esa mezcla de maderas y resinas que simplemente rezuma clase. Añaden un toque animal y vintage que hace que el perfume se sienta profundamente emotivo, mientras que la vainilla oscura que emerge le da un toque femenino y sofisticado.
Este perfume definitivamente no es para todo el mundo. Si eres de los que prefieren pasar desapercibido, probablemente no sea para ti. Shalimar está hecho para aquellos que no tienen miedo de llamar la atención, para los amantes de lo vintage, lo glamuroso, y sí, hasta lo melancólico.
Cada vez que lo uso, me siento como si fuera esa mujer afortunada, casada con un magnate, que no tiene más preocupación que escoger cuál de sus lujosos abrigos de piel combinará con sus joyas de diseñador, su impresionante maquillaje, su peinado impecable y, por supuesto, su perfume estrella. Es como un homenaje a ese amor por el lujo, la sensualidad y, bueno, a veces el exceso. Le doy un rotundo 10 de 10.
Ayer tuve la oportunidad de probar este perfume y de entrada, me dejó bastante impresionado. Tiene un toque inicial que me recordó mucho al clásico Chanel Nº 5, lo cual me emocionó bastante esperando que el aroma evolucionara de forma interesante. Sin embargo, conforme se fue asentando, me di cuenta de que el aroma se transformaba en algo muy similar al olor de un jabón Nivea típico, con algunas notas sutiles de humo. Imagino que en su momento, este aroma debió ser toda una revelación, pero hoy en día, la familiaridad del aroma a Nivea hace que Shalimar no se sienta tan único como esperaba.
Este perfume está diseñado para la mujer que busca mostrar su éxito y poder.
Te hace sentir como si estuvieras en lo más alto.
Su aroma dura muchísimo, así que con solo un poco ya es suficiente.
Es una fragancia de tipo oriental, lo que significa que no es para todo el mundo, pero eso es lo que la hace especial; permite destacar en lugar de mezclarse con el aroma común.
Aunque este perfume lleva siendo un clásico más de un siglo, es curioso cómo algunos productos de Nivea pueden recordarte a él, aunque solo sea por unos instantes.
Este perfume se ha convertido en una joya entre mis fragancias. Tiene un encanto indescriptible; es seductor y provocador.
Si Elvis fue una leyenda en la música, Shalimar sigue siendo la joya de la corona en el mundo de los perfumes. No le falta carácter, eso seguro. ¿Que si tiene un aire antiguo, que si carga el ambiente, que si desafía? Totalmente. Hay quienes dicen que huele a jabón barato, otros que les recuerda a la crema Nivea que usaban en las vacaciones de su infancia, o incluso algunos hablan de un aroma a riqueza añeja. Pero al final, el Shalimar EDP de Guerlain es un gigante, un verdadero tesoro, sin comparación. Dejando de lado los Amouage y los Creed, este no es la edición original de los años 20, pero es un pedazo de la historia del perfume que afortunadamente aún sigue fabricándose y vendiéndose para disfrute de todos. Me rio de aquellos intentos modernos de capturar su esencia, porque este edificio de fragancia tiene un poder y una calidad que sobreviven al tiempo. A pesar de su frasco modesto de 30 ml, un poco va un largo camino. En cuanto a variedades, aunque hay muchas, esta es mi elección. El precio, sorprendentemente asequible para lo que el mercado ofrece. Larga vida a Shalimar.
¿Que si atrae halagos? Vamos, esto es pura sensualidad, para todos y todas.
Hey @Nanox7, me enteré de que tu comentario desapareció. Honestamente, no me extraña; lo leí anoche y en verdad, hacía tiempo que no topaba con algo tan desagradable. Las críticas pueden ser removidas, especialmente si reciben muchos votos negativos de la comunidad. Pero hey, tu opinión sobre shalimar y tu crítica no van a afectar la reputación de este perfume legendario 😂. Quizás deberías pensar en cómo presentas tus opiniones, a la mayoría no nos gusta leer comentarios que puedan ser hirientes.
Probé un perfume que no es para todos, Shalimar. Es un símbolo de amor eterno, inspirado en la historia de Sha Jahan I y su esposa, la misma que inspiró el Taj Mahal, un monumento al amor verdadero. Creado como una oda a una historia de amor del pasado, su diseño y esencia llevan la esencia del Taj Mahal y sus jardines hasta nuestros días. Para algunos, su aroma puede parecer pasado de moda, pero para los amantes de las historias románticas, es una joya. No se trata solo de cómo huele, sino de lo que representa. Aunque hay quien podría decir que tiene un toque ‘viejo’, es importante recordar que cada quien tiene su opinión. Pero usar sarcasmo o menospreciar a otros porque no les gusta lo mismo que a ti, baja el nivel de cualquier discusión. Shalimar es complejo y emblemático de una época diferente. Es posible que su fórmula y duración no sean como antes, pero comparado con perfumes de los 70s y 80s, sigue siendo superior. Usarlo es descubrir y aceptarse a uno mismo, porque al final, lo que realmente importa es que te gustes a ti mismo.
Shalimar se destaca como un clásico atemporal, una obra maestra en el mundo de los perfumes. Es importante aprender a apreciar su historia y valor sin recurrir a comentarios groseros o inapropiados. Es totalmente válido que algo no sea de nuestro agrado, pero siempre expresándonos con respeto.
Mi apodo es SensibleAroma21 y recientemente me he enamorado de Shalimar, desde su nombre hasta su esencia, es la definición de sensualidad. Tengo una debilidad por los clásicos como Opium Eau de Parfum; esas fragancias atemporales que, a pesar de las reformulaciones, mantienen una calidad y una historia detrás de cada aroma, son incomparables. Entre las versiones, tanto la Eau de Parfum como la Eau de Toilette de Shalimar capturan esa magia. Me fascina su unicidad, su durabilidad y su innegable toque de sensualidad. Eso sí, recomiendo probarlo antes de hacer la compra para asegurarse de que es el indicado.