BLV Notte Pour Femme Bvlgari
Marca
BvlgariPerfumista:
Alberto Morillas4.15 out of 5
Based on over 1,471 reviews
Descripción del perfume
Descubra la esencia nocturna y misteriosa de BLV Notte Pour Femme de Bvlgari, un perfume que captura la esencia de una noche inolvidable. La atomización de esta fragancia te envuelve en un velo de seducción gracias a su complejo y armonioso equilibrio de notas. Al primer contacto, se despiertan los sentidos con una fusión vibrante de jengibre y galanga, que se entrelaza delicadamente con matices especiados de anís, la frescura chispeante de la bergamota y la dulzura de la mandarina. Este despliegue cítrico da paso a un corazón intrigante donde la sofisticación del iris se fusiona con la exótica acacia negra, creando un aura floral única, inesperadamente realzada con un toque indulgente de vodka que añade una dimensión moderna y audaz.
A medida que la fragancia se asienta en la piel, revela su base intensa y envolvente, donde las profundas notas de chocolate oscuro se mezclan con el místico incienso, creando una atmósfera lujosa e intensa. El almizcle, el sándalo, el ámbar y el ládano proporcionan un fondo cálido y sensual, asegurando una estela memorable. BLV Notte Pour Femme es una expresión de elegancia y misterio, perfecta para aquellos momentos en los que deseas dejar una impresión duradera.
Más fragancias del mismo género
Notas de Salida
Notas de Corazón
Notas de Base
Más fragancias del mismo perfumista
Resultados de la Encuesta
Propiedad
La tengo
La tuve
La quiero
Preferencia
Me encanta
Me gusta
Me es indiferente
No me gusta
La odio
Estaciones
Invierno
Primavera
Verano
Otoño
Día
Noche
Longevidad
Escasa
Débil
Moderada
Duradera
Muy duradera
Estela
Suave
Moderada
Pesada
Enorme
Género
Femenino
Unisex femenino
Unisex
Unisex masculino
Masculino
Precio
Extremadamente costoso
Ligeramente costoso
Precio moderado
Buen precio
Excelente precio
Perfumes relacionados a la marca
Categoria:
6 comentarios
Este perfume se lo regalé a mi mamá y me sorprendió mucho su aroma, es como una mezcla entre vodka y chocolate amargo, algo que nunca había olido antes. A mi parecer, tiene una fragancia única y elegante, aunque no es algo que atraiga montones de elogios, a mí personalmente me encanta. Lo que más me gusta es la calidad y el toque distintivo de Bvlgari… es dulce gracias al chocolate amargo y tiene ese toque especiado del incienso, pero definitivamente no esperes un aroma azucarado o similar a dulces. Tiene ese aroma puro de vodka, y eso es exactamente lo que te va a fascinar. Sin duda, vale la pena probarlo.
Estoy encantada con mi compra. Tiene ese toque elegante propio de Bvlgari, y la fragancia dura muchísimo. Definitivamente es mi elección para las noches especiales. Perfecto para darle un toque chic a esos momentos que quiero recordar.
Me llegó como un detalle de parte de alguien que, evidentemente, no tiene mucha idea sobre mis preferencias en cuanto a fragancias se refiere. A pesar de valorar el detalle, honestamente, el perfume no fue de mi agrado. Tenía un olor que personalmente describiría como anticuado y demasiado intenso, como si estuviera cargado de polvo. Decidí dárselo a mi mamá, y aunque pareció encajar un poco mejor con ella, tampoco llegó a convertirse en uno de sus perfumes predilectos. Es una pena, especialmente sabiendo que hay personas que lo estiman bastante y que, además, ya no se fabrica.
Este aroma me trae a la mente un martini de chocolate y vodka pero sin aceitunas, algo fresco y seco a la vez. Se siente como una brisa ligera, no cargada ni pesada, transmitiendo notas suaves y casi líquidas de iris, ládano, ámbar, y sándalo, todo envuelto en un toque especiado de galanga y jengibre, haciéndolo un perfume oriental bastante único. Al final, me deja una sensación de almizcle suave en la piel.
Es sutil pero a la vez presente, intrigante sin llegar a ser abrumador. Aunque no es de mis perfumes predilectos, me gusta usarlo; me siento a gusto y hasta he recibido cumplidos de otras mujeres. Definitivamente tiene su elegancia, aunque para mí le falta ese ‘no sé qué’ que lo haría perfecto. Pero sin duda, en un mundo lleno de fragancias demasiado dulces o intensas, este destaca. La idea del martini con chocolate es, en sí, bastante atrayente.
Lo imagino en mujeres con un aire de madurez joven o aquellas que lucen jóvenes pero con una madurez en sus gustos – esas que tienen claridad en sus preferencias, desde el trago que siempre ordenan hasta el estilo de sus accesorios, bellas y seductoras sin caer en lo vulgar, preferiblemente de cabello oscuro.
Esta fragancia capturó mi corazón. Tiene un aroma sutil pero atractivo, no demasiado dulce, lo que la hace difícil de describir, especialmente después de un tiempo sin usarla. Hasta ahora, no he hallado otra que se sienta tan perfecta en mi piel como esta.
Acabo de probar BLV Notte y estoy cautivado por su esencia única, producto del genio de Alberto Morillas. Tiene un aire distintivo que iguala al Blv Notte man, presentándose como una fragancia adaptada para todos. Su elegancia, poder de seducción y sensualidad son inigualables, mezclando la intensidad de lo oriental con toques especiados y florales.
Desde el primer aroma, la bergamota y un ligero toque de jengibre marcan el inicio de una experiencia olfativa intensa. A pocos momentos, el perfume se transforma, adquiriendo una textura más suave y polvorienta, gracias al iris y la acacia, ingredientes no tan comunes. Aunque busqué percibir el toque de vodka, me resultó esquivo.
Lo que realmente resalta es su nota de chocolate, que sin ser excesivamente dulce, encuentra el equilibrio perfecto con las especias. Este matrimonio de ingredientes aporta una calidez excepcional, sumando a la experiencia un toque floral dominado por el iris.
Este perfume tiene la magia de combinar sus elementos de manera sublime, creando una fragancia que es al mismo tiempo lujosa, cautivadora, cremosa, pero fresca y ligera.
Su aroma me transporta a una noche idílica, donde todo es perfecto y estás en compañía de esa persona especial, envuelto en un aura de magia pura.
En resumen, BLV Notte es una revelación; una muestra de cómo los buenos tiempos pueden ser plasmados en una botella, dejando una impresión duradera.