Descripción del perfume
Cabochard Grès es una fragancia icónica que encapsula la esencia de la independencia y la audacia. Este perfume, lanzado por primera vez en 1959, sigue siendo una elección popular para aquellos que desean expresar su fortaleza y singularidad a través de un aroma distintivo. Esta fragancia se abre con una mezcla intrigante de aldehídos, acordes cítricos de limón, y un toque especiado de salvia, estragón y asafétida, creando una impresión inicial vibrante y ligeramente audaz.
A medida que se asienta en la piel, revela un corazón floral complejo compuesto por geranio, raíz de lirio, rosa, jazmín y ylang-ylang. Estas notas florales bien balanceadas dan paso a una base profundamente rica y embriagadora de cuero, musgo de roble, tabaco y vetiver. El pachulí, el sándalo y el almizcle entrelazan estos acordes, añadiendo una calidez persistente, mientras que un toque inesperado de coco ofrece una suavidad sorprendente, haciéndolo intrigantemente complejo.
Cabochard Grès es más que un simple perfume; es un homenaje a la mujer que se atreve a ser diferente, audaz en su ser y en su hacer. Es ideal para las ocasiones en que se desea dejar una impresión memorable. Su atomización revela capas de complejidad y sofisticación, lo que lo convierte en una fragancia atemporal, perfecta para la mujer que abraza su individualidad con confianza.
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31 comentarios
Es como el gemelo de Aramis, según fragrantica.com, 30 personas ya notaron su parecido. Comparten 12 aromas, pero lo que realmente resalta es el olor a cuero.
Bueno, aquí vamos: Yo disfruto de la esencia de Cabochard mientras que mi pareja se deleita con Aramis. Lo curioso es que ambos comparten un carácter distintivo marcado por el aroma a cuero, lo que los hace increíblemente fascinantes y sofisticados. Tienen una presencia fuerte y enigmática que simplemente nos enamora. Por cierto, recuerdo haber usado Cabochard allá por los 70 y, aunque percibo una ligera evolución en su fragancia, sigue conservando ese toque de glamour y sofisticación que tanto admiro.
Este perfume es como viajar al pasado, a esos momentos donde el glamour y el lujo no eran opcionales si querías destacarte. Tiene un aroma fuerte y vibrante que por momentos te hace pensar en esencias tradicionalmente masculinas, pero ahí radica su encanto. Es una celebración de la elegancia atemporal, un homenaje a las mujeres que no pasaban desapercibidas, aquellas que se arreglaban hasta el último detalle. Usar Cabochard es como llevar un poco de la esencia de Madame Grès, una invitación a revivir un capítulo dorado de la moda y la feminidad.
La primera vez que probé el perfume Cuero-madera, inmediatamente me pregunté si realmente podía considerarse un aroma femenino. Me esparcí un poco en la muñeca y quedé envuelta en su fragancia. Al principio, capté un ligero aroma a rosa, seguido de un sutil toque picante. Poco después, el cuero y el cedro se hicieron presentes, llenando el aire con su profundidad y calidez, dándole un toque casi masculino que realmente lo distingue de otros perfumes. Sin embargo, noté que en mi piel, la duración no era tan prolongada como esperaba. Hubo momentos en que me recordó a otras fragancias de cuero como Cuir de Russie o Cuir de Lancome, e incluso sentí ecos de Shalimar de Guerlain, pero luego las notas de madera tomaban protagonismo y marcaban la diferencia. Cuando lo vi a buen precio, no dudé en añadirlo a mi colección, a pesar de estas observaciones.
Recientemente me topé con este perfume de 50 ml edt a un precio que no pude resistir, y las reseñas positivas, tanto aquí como en fragrantica.com, acabaron de convencerme. Muchos lo comparan con el Bandit de Robert Piguet, que siempre ha estado en mi lista de deseos. La comparación me intrigó y, al probarlo, quedé completamente fascinado.
Este perfume tiene un aire clásico, muy al estilo francés, persistente y sofisticado. Tiene un equilibrio entre lo chipre y el cuero, añadiendo un toque ahumado… es evocador de la imagen de Marlene Dietrich en pleno foco de atención, con una expresión dura y a la vez seductora.
Al principio, me recibió con notas cálidas de limón y una textura jabonosa, seguido por un musgo de roble intenso, que brinda una sensación seca y astringente, salpicada por ligeros acentos de cuero. No tarda en transformarse en una esencia más oscura y profunda, donde emerge el aroma terroso y ahumado del tabaco y el cuero se torna empolvado y refinado… Es como descubrir una antigua billetera de cuero impregnada accidentalmente con polvo facial y mezclada con el aroma de un paquete de cigarrillos rojos.
Me dura unas 6 a 7 horas, después solo se percibe muy de cerca. Aunque es un aroma seco, similar a otros que me han cautivado recientemente, pensé que duraría más tiempo. Pero aún así, es un perfume que seduce por su aire vintage y su originalidad, no es para cualquiera, ya que se aleja de las tendencias populares y los aromas genéricos, dulces y gourmand. Definitivamente, es para quienes se atreven a diferenciarse.
Es una adición increíble a mi colección y me ha encantado.
Un saludo desde Chile!
Recuerdo ese cumpleaños en los 80’s, tenía apenas 11 años cuando una tía que casi nunca veía, me sorprendió con un regalo inesperado, un perfume. Fue mi primer encuentro con el legendario Cabochard de Gres. En ese momento, mi inexperiencia con los aromas no me permitió apreciar su complejidad; hasta pensé que mi tía había corrido a buscar un regalo de último minuto y eligió ese perfume abandonado en el armario de su pareja, ¡qué risa! La botella tenía una simplicidad intrigante, adornada tan solo por un lazo que no sabía si sugería feminidad o el detalle de un smoking masculino.
Con los años, mi colección de perfumes fue creciendo, pero el Cabochard siempre estuvo allí. Una noche, mientras me preparaba para ir a un concierto de rock, decidí darle una oportunidad más. Al ponérmelo, todas mis dudas y recuerdos de aquel ‘regalo fallido’ se esfumaron. Lo que descubrí fue un aroma místico y enigmático, lejos de ser amargo, estaba lleno de notas de rosa, madera e incienso, pero, más que nada, destacaba el cuero. Era como descubrir el espíritu del rock inglés, una noche estrellada llena de misterio. Este perfume se convirtió en mi favorito, revelándose como una joya sofisticada, ardiente y sutilmente glamorosa. Ahora sé que lo que contiene esa botella de Cabochard es, simplemente, magia pura.
Cabochard, un perfume que rompe los moldes tradicionales al fusionar la esencia femenina con notas intensamente masculinas. Su aroma es una mezcla enriquecedora de maderas y cuero, complementada por un toque herbal y un suave aroma a talco, creando una fragancia para la mujer fuerte y decidida. No es una elección para alguien que busca encarnar la delicadeza clásica de una Grace Kelly; más bien, es una fragancia que evoca la audacia de una Greta Garbo. Al principio, destila una frescura jabonosa y limpia, gracias a la notable presencia de la lavanda, que se realza con un toque de pimienta rosa y el frescor del limón. Sin embargo, este aire inicial da paso a una complejidad profunda, donde sobresalen el aroma de raíz de lirio, un cuero pronunciado, el rico tabaco, además de sándalo, ámbar, vetiver y un toque de geranio. Siempre tuve curiosidad por experimentar este perfume que, pese a su elegancia y valentía, inclina la balanza hacia un lado más masculino, tanto que, a pesar de mi afición por los perfumes masculinos, Cabochard se me hace un desafío para llevar, aún reconociendo su singular belleza como fragancia.
Quedé totalmente enamorado de las creaciones de Bernard Chant. Es impresionante cómo todas tienen ese toque distintivo que las hace únicas, están construidas con tal maestría, claridad y belleza que no puedo evitar sentirme agradecido de que todavía existan en el mercado. Entre todas, Estée (la versión clásica), Aramis, Aromatics Elixir y Cabochard simplemente me roban el corazón.
De Cabochard, lo que más captura mi atención es su aroma a cuero y un toque de tabaco, y me sorprendí al detectar una nota que me hizo pensar en coco. Coincido con otros comentarios en que es un perfume que transmite una sensación de confort, elegancia sobria, cierta sequedad y austeridad. No diría que es directamente seductor, pero definitivamente tiene una sensualidad única. Me hace pensar en el glamour, no en el sentido moderno, sino en la elegancia clásica de la primera mitad del siglo XX, como una pareja distinguida en un lujoso apartamento art deco.
Considero que es un aroma que eleva tanto a hombres como a mujeres.
El diseño del frasco me parece elegante en su simplicidad, aunque nunca comprendo por qué algunas marcas ahorran en detalles como la tapa. En este caso, es de un plástico que no le hace justicia al perfume, algo que incluso marcas como Chanel han hecho (por ejemplo, con Antaeus). Aun así, considerando su precio accesible, es un detalle menor.
El diseño del envase es simple pero refinado, me recuerda a un traje de gala. Sin embargo, personalmente no me convenció el aroma; es demasiado intenso para mi gusto y me hace sentir como si hubiera retrocedido en el tiempo. Las opiniones de quienes me rodean tampoco han sido favorables y, para colmo, la duración es excesivamente larga. No planeo adquirirla nuevamente.
Gracias a la recomendación de REBECAVPF, he descubierto esta joya que parece haber surgido de una época donde lo misterioso y lo oculto marcaban el paso del tiempo, recordándome a las enigmáticas brujas de Macbeth.
Desde el primer momento, el aroma te golpea con una fuerza que te hace cuestionar si es más adecuado para él o para ella, aunque rápidamente te das cuenta de que realmente es para cualquiera que se atreva a llevarlo.
Es un perfume que se hermanaría sin problemas con las fragancias más robustas y masculinas de Fougère, o con los Chipres más salvajes y naturales.
En este perfume no encontrarás dulzuras que empalaguen ni flores que delicadamente susurren.
Se trata de una combinación donde destaca un cuero tan antiguo y misterioso que te lleva a un tiempo donde aún no existía, un lugar lleno de oscuridad y secretos por descubrir.
Los aldehídos que contiene no buscan brillar, sino más bien sumergirte en un entorno oscuro y mágico, propio de un laboratorio de alquimia.
Entre sus notas se encuentra una peculiar mezcla de hierbas y especias como el estragón de la Noche de San Juan y la asafétida, conocida como ‘el excremento del diablo’, equilibrados magistralmente hasta convertirlos en algo carnal y salvajemente atrayente.
El aroma acido de limón y salvia amarga te captura en una telaraña de veneno seductor, mientras que las flores oscurecidas por su propia naturaleza, como ylang-ylang, rosa y geranio ‘negro’, susurran cuentos de pasión contenida.
Dominando y a la vez fundiéndose en el fondo, el cuero se entremezcla con un musgo profundo, evocando impenetrables bosques donde la luz del sol jamás ha tocado.
Es difícil imaginar a algún ícono moderno usando CABOCHARD, ya que este aroma es más bien el sello de personalidades legendarias y envueltas en misterio, desde Mary Shelley hasta Aleister Crowley.
Esta es una fragancia que desafía la descripción, un enigma críptico envuelto en la esencia de lo prohibido y lo desconocido.
Todo se conecta en un ciclo, del caos al orden y del orden al caos, un reflejo del principio hermético: como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.
¡Guau! Simplemente tengo que tener este perfume. Estoy deseando ponérmelo, experimentar cómo me envuelve y dejar que se fusione conmigo, tanto por dentro como por fuera. Siento que va a revitalizarme y llevar mi espíritu a alturas que jamás imaginé…
Cabochard, cuyo nombre nos recuerda a alguien terco, parece una reliquia digna de estar en exposición en vez de en venta. Se aleja totalmente de las tendencias olfativas actuales, inundadas de fragancias suaves y dulces. Su aroma, cargado de cuero y toques verdes, recuerda a perfumes de la misma estirpe como Aromatics Elixir, Bandit y Aramis. Según cuentan, Madame Grès lo creó inspirada por un viaje a India allá por los años 40, y eso se nota. Tiene un aire de aventura, como de alguien que ha viajado por el mundo recolectando tesoros y secretos. Pero imagino a esta persona residir en un apartamento digno y sofisticado, disfrutando de la vida en soledad, saboreando vinos potentes y filetes al punto, vestida siempre con elegancia sobria. Este aroma, aunque más intenso que Aramis, menos dulce que Bandit y más misterioso que Aromatics, aunque fascinante, no es algo que yo llevaría. Aun así, ¡qué aroma tan excepcional! Alguien mencionó que podría ser el perfume ideal para alguien del calibre de Greta Garbo, y ciertamente, no puedo pensar en una mejor descripción.
Recién me hice con esta fragancia en una tienda local y me costó menos de 10 euros. Apenas llegué, me apliqué un poco en las muñecas y de verdad que me dejó impresionado. Tiene un aire retro, con una frescura y limpieza destacables. Es tan distinta a las tendencias actuales que realmente llama la atención. Lo que más valoro es su toque varonil, gracias a las notas de cuero y tabaco. Sin embargo, si tienes debilidad por los aromas dulces, quizás esta no sea para ti.
Recientemente adquirí este eau de toilette a un precio increíble y realmente me sorprendió. No voy a profundizar mucho, ya que hay otras opiniones detalladas. Para mí, este es el ejemplo perfecto de cómo debe oler un perfume de cuero para mujeres. Me encantó desde el primer momento. Comienza con un aroma fuerte a cuero, con un toque floral que lo hace un poco atrevido. Sin embargo, con el tiempo, se transforma en una fragancia más dulce y suave, como un cuero cremoso con notas tabaco y rodeado de un aura floral sutil. Es un deleite, estoy tan feliz de haberlo encontrado. Cabochard ha sido todo un descubrimiento.
Honestamente, no fue para mí. Realmente quise que me gustara, pero simplemente no funcionó. Este aroma de cuero en mi piel se transformó en algo amargo. Cada vez que olía mis muñecas, me recordaba a una bolsa llena de ropa húmeda y sucia, con un fuerte olor a tabaco. Eso no quiere decir que sea de mala calidad; de hecho, es bastante duradero. Solo sugiero que lo piensen dos veces antes de comprarlo sin probarlo primero. Tenía una idea diferente en mi mente, y terminó siendo decepcionante para mí, definitivamente ese no es el aroma que quiero para mí.
Tras leer múltiples opiniones mientras sostenía un pañuelo impregnado con un toque de Cabochard, me veo sumergido en el intento de comprender a esta entidad esquiva y sombría. No logro afirmar que me agrade, y dudo poder llevarla en alguna ocasión. Sin embargo, poco a poco intento valorarla (un saludo a Grès por esta intensa lección olfativa).
Me es complicado detectar el aroma a cuero, es más una suposición que una realidad palpable. Lo que sí percibo es esa base seca, polvorienta y algo punzante del musgo. La presencia nocturna del tabaco, un Ylang espeso, y un jazmín que se siente sobremadurado, prácticamente en decadencia. Me imagino que así debería olfatearse Madame Edwrda durante aquella noche descontrolada y trágica, arrastrando a su amante de turno por los rincones más oscuros de París hasta amanecer en desesperanza. Ella, que personifica el Mal y simultáneamente es divina por su control sobre la vida y la muerte, sin duda desprende esta esencia. Es el aroma de una angustia erótica, distante de lo sensual. No hay promesas vacías aquí, sino una realidad tangible, dura en su esencia y con un dejo de amargura.
¿Soy yo o huele igual que Aramis de Aramis?
Así como lo hice con Cabotine, esta fragancia la obtuve en un intercambio. Al principio, siento un toque ligeramente cítrico y picante. Después de un rato, lo que más sobresale en mi piel son aromas como cuero, musgo y un poquito de tabaco, aunque el tabaco no es tan fuerte. También esperaba encontrar más de las notas frutales, pero no fueron muy notorias. Estaba un poco preocupada porque las fragancias con tabaco generalmente no son mi estilo, pero esta realmente me ha sorprendido gratamente. También contiene asafétida, lo cual le da un toque bastante único. Creo que es una esencia que puede ser un reto para aquellos no muy acostumbrados a perfumes secos y un poco amargos.
Coincido plenamente con lo que dijo Javierglez. He estado coleccionando fragancias de estilo antiguo y, sinceramente, al principio no puedes notar la diferencia entre Aramis Aramis y este. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, este presenta un aroma más seco, mientras que Aramis tiene un toque más intenso, casi como de licor. Definitivamente, son dos gotas de agua.
La primera vez que olí este perfume, quedé totalmente desconcertado, hasta el punto de reírme sin poder parar y preguntarme: «¿esto qué es?». Dudé de mi decisión de comprarlo sin haberlo probado, pero pronto descubrí que, aunque me resultaba extraño, no me disgustaba. De la extrañeza, pasé a sentir una curiosa fascinación, similar a cómo nos sentimos hacia aquellos niños que no parecen atractivos al principio pero crecen para convertirse en los conquistadores de corazones. Este perfume es así, un conquistador silencioso.
La versión EDT que probé es compleja y desafiante. La primera impresión fue intensa, como si de pronto te sumergieras en agua fría. Luego, se reveló un aroma a limón mezclado con hierbas que me recordó a una pócima mágica. El musgo, el tabaco y especialmente el cuero con un toque de sándalo dominan claramente la fragancia. Aunque también está presente un ylang ylang que tiende a lo masculino, apenas puedo distinguir otras flores en ella. Sin embargo, lo que realmente me sorprendió fue un toque de coco, uno crudo y natural, lejos de los aromas dulces y artificiales a los que estamos acostumbrados. Es un toque de coco verdaderamente fascinante.
Comprar esta Cabochard fue una decisión que no se debe tomar a la ligera, pero para mí, terminó siendo esencial, como si fuera el elemento irremplazable de mi colección. Aunque siento que las versiones anteriores o algunas reformulaciones podrían superarla, sigo teniendo cierta reserva al usarla en público, excepto con aquellos que aprecian los Chypres clásicos. Definitivamente no es para quienes prefieren aromas gourmand, extremadamente florales o frescos. Y a los hombres, les digo que probablemente les quedará increíble, aunque no lo crean al principio.
No puedo evitar compartir esta experiencia tan singular que tuve recientemente. La historia comienza de una manera bastante común. No soy de los que se pegan a un solo perfume, de hecho, hay días que ni siquiera uso. Pero, esta mañana, decidí aplicarme Aramis y me dirigí a trabajar. Resultó ser un día bastante desafiante, especialmente para una colega quien enfrentó muchas dificultades desde temprano. Durante un breve descanso, ella se ausentó por un momento y luego regresó. Unas horas más tarde, de la nada, me pidió oler su muñeca y para mi sorpresa, pensé reconocer el aroma de Aramis. Así que dije, convencido, que había usado Aramis. Sin embargo, con una mirada juguetona, me corrigió y me entregó un frasco de perfume, diciéndome que era para mí. Me quedé bastante sorprendido y apenas tuve tiempo de agradecerle antes de volver al trabajo. Ya más tarde, ella me contó que notó mi perfume y decidió darme uno, y por eso corrió a comprarlo. Me pidió que lo probara en casa y que habláramos al día siguiente. Fue un regalo doblemente especial por su parte.
Ahora sobre el perfume, Cabochard, que precisamente se dice que es la contraparte de Aramis. Solo lo conocía de vista pero finalmente tuve la oportunidad de probarlo y compararlo con Aramis. Cabochard tiene una apertura aldehídica que, aunque menos intensa que la de Aramis, es igualmente distintiva, con un toque cítrico sutilmente acompañado por notas frutales. Ambas fragancias despliegan notas florales, compartiendo ciertas similitudes y ofreciendo una experiencia paralela. El aroma base de Cabochard es un poco más complejo, con tabaco y cuero envueltos en una mezcla de notas que merecen ser exploradas con atención.
Personalmente, no considero que Cabochard sea más femenino que Aramis a pesar de las primeras impresiones. Aramis quizás inicie con un tono más robusto y salvaje, lo cual podría explicar la división de género en su marketing. Más allá de mis propias observaciones, recomiendo leer opiniones de otros como @Sidonie, @LaDameDeNoir y @VainillaDulce, quienes han captado muy bien la esencia de estas fragancias.
Para mí, este perfume ahora tiene un valor sentimental inmenso, no solo por cómo huele, sino por la intención detrás del regalo. Fue una muestra de aprecio genuino en un mal día, algo que va más allá de cualquier elogio.
Por último, aunque algunas puedan pensar que no es el perfume más accesible para las mujeres en estos días, desearía que más personas pudieran apreciar su elegancia, sensualidad y atrevimiento inteligente. Es un aroma para aquellos que pueden ver más allá de lo superficial y comprender su verdadera esencia.
Un verdadero viaje en el tiempo…
Al abrir Cabochard, es como si de repente te encontraras en los años 50, rodeado de esa atmósfera elegante y clásica. En aquel tiempo, mientras muchos diseñadores se preocupaban por lo que vendía, Gres se mantuvo fiel a la esencia de la alta costura, poniendo amor y cuidado en cada detalle, aunque mantenerse fiel a esas convicciones resultó desafiante con el paso del tiempo.
Las fragancias se volvieron un negocio lucrativo para los diseñadores, y aunque a Madame Gres inicialmente no le interesaba, terminó cediendo ante la necesidad de explorar ese terreno.
Madame Gres contempló dos fragancias: una de Guy Robert (Chouda) con un toque más floral, y otra de Bernard Chant (Cabochard) con un carácter más chypre. Ambas se lanzaron el mismo año, pero Cabochard se llevó la corona en popularidad.
El aroma de Cabochard te recuerda al Bandit de Piguet, ya que ambos comparten el uso de isobutyl quinoline, dándole un carácter de madera y cuero herbal. Bernard Chant supo darle a Cabochard un giro único, introduciendo una salida cítrica aldehídica con verdor.
Su corazón es intensamente floral, pero es en su fondo donde realmente brilla su personalidad, con notas de sándalo, almizcles y un fondo animal que llama la atención. A pesar de su aspecto terroso y ligeramente ‘sucio’, el blend floral y la efervescencia de los aldehídos logran un equilibrio que suaviza su lado salvaje, diferenciándose así del Bandit.
Cabochard es un paraíso de aromas en constante cambio, aunque no para todos, ya que su alma chypre animal puede no ser del agrado de todos.
Y sí, las comparaciones con Aramis son acertadas, ya que Bernard Chant deja su sello distintivo en sus creaciones, y el vínculo entre Cabochard/Aramis es evidente.
Esta reseña se centra en el eau de toilette vintage de los 80. La fragancia ha pasado por alrededor de cuatro ‘encarnaciones’ desde su nacimiento, incluyendo una reformulación a mediados de los 80 y dos más después del 2000.
Cabochard es un perfume que desafía, con notas salvajes, pero a la vez ofrece una elegancia floral y un aire de misterio.
¡Acabo de experimentar con capas de fragancias por primera vez y estoy encantada! En una noche cualquiera, decidí darle un giro al aroma clásico de mi Cabochard, ese perfume que siempre me deja descubriendo nuevas facetas olfativas a pesar de mi poco refinado sentido del olfato. Sin embargo, su nota de tabaco siempre me ha parecido demasiado intensa, casi a cenicero. Esa noche, buscaba suavizarlo un poco y, aunque tenía en mente unos aromas más nuevos y dulces, me topé con mi Cassandra, un perfume fuerte y añejo de Ylang-ylang pero con una dulzura intrigante. Lo combiné con mi Cabochard, apenas un par de rociadas, y el resultado fue espectacular: se transformó en una fragancia totalmente nueva, radiante y alegre. Algo curioso de este mix es cómo se siente adherido a la piel, algo difícil de describir, pero tanto mi marido como yo notamos esa sensación de ‘solidificado’ en la piel sin haber comentado al respecto. ¡Una experiencia fascinante!
Es una verdadera pena que el icónico Cabochard edt de 1959 haya dejado de producirse, un perfume que literalmente no tiene comparación. Este no es solo cualquier aroma, es la esencia de la feminidad audaz, no apta para las tímidas, sino para aquellas con un espíritu indómito, con sus 21 notas que se combinan en una sinfonía que o te captura por completo o simplemente no es para ti. Para mí, fue amor a primera vista. Algunos ya han hablado maravillas de este perfume, así que no me extenderé en descripciones, pero estoy convencida de que es un auténtico lujo, una explosión de sensaciones que más que un perfume, es una obra maestra histórica en el mundo de la perfumería. Es incomprensible e inaceptable que se haya dejado de lado. La decisión de la casa Gres de retirarlo es tan impactante como si Chanel decidiera discontinuar su emblemático No. 5, es una locura. La introducción en 2019 de nuevas versiones de Cabochard, tanto en eau de toilette como en eau de parfum, no compensa la pérdida. A pesar de compartir cierto ADN con el original, carecen de su alma vibrante y enérgica, esa mezcla de fuerza y magia que caracterizaba a la versión de 1959, siguen siendo de alta calidad pero sin esa esencia única que hacía a la original tan especial. Es una verdadera desilusión ver que la originalidad y la historia se han sacrificado; las versiones de 2019 pueden ser encantadoras, pero no capturan la esencia arrebatadora ni la complejidad de su predecesor. El hecho de que se hayan dejado atrás me parece innecesario y una gran pérdida para los amantes de la perfumería.
¡Hola Amarilisbelladona! Quería contarte que actualmente en Amazon España no hay disponibilidad del perfume de 100 ml, que está a 17,95€. Si tienes Prime, el envío es gratis, si no, cuesta 3,95€ más. La mala noticia es que tienes que comprarlo sin saber exactamente cuándo te llegará, a veces puede tardar meses. Aunque rara vez te cobran por adelantado, puede pasar. Y sí, es posible que después de esperar te informen que no pueden enviártelo, pero generalmente no sucede y si cancelan, te devuelven el dinero sin problemas. Requiere paciencia y estar al tanto, pero para mí vale la pena por el descuento. Si la quieres pronto, la versión de 50 ml está a 17,24€ para recibir entre el 30 de mayo y el 2 de junio, con las mismas condiciones de envío que la de 100 ml. Es cierto que los precios suben y bajan, no es algo nuevo. El año pasado los vi entre 9,95€ y 40€. Tuve suerte de encontrar uno de 100 ml por 9,95€ en una oferta especial, solo porque estaba muy al tanto de los cambios de precio. ¡Ojalá tengas suerte y puedas conseguirlo!
Realmente, este perfume tiene su propia esencia fuerte, pero sinceramente no me convence. Me abruma bastante el aroma a tabaco que predomina, y personalmente, no encuentro que ese tipo de olor sea atractivo en un perfume, al menos no en esta composición. Imagino que en otro tiempo, cuando se preferían los olores intensos, podría tener otro recibimiento, pero en la actualidad, simplemente no encaja. Incluso para alguien mayor, con un carácter marcado, encuentro complicado que pueda llevarlo con agrado y probablemente termine por no utilizarlo. Aunque es cierto que se trata de un eau de toilette, para mí es como estar rodeado de humo. A pesar de esto, tengo interés en explorar las nuevas fragancias lanzadas por Grès bajo el nombre de Cabochard, con la expectativa de cómo han logrado actualizarlas.
Al final se lo terminé regalando a mi madre. Tiene un aroma intenso, con un toque seductor y enigmático que simplemente no encaja con mi estilo o edad. Creo que le sienta mejor a alguien de más de 50 años, pero sin duda es un perfume de calidad.
@escarlata, Entiendo que este perfume no sea de tu agrado, ya que su carácter no es del gusto de todos y puede considerarse peculiar. Sin embargo, creo que lo que te desagrada no es precisamente el aroma del tabaco. En el mundo del perfume, el tabaco no evoca olores de humo, cigarrillos, puros, pipa o cenizas como algunos sugieren; es más bien una interpretación romántica de la hoja del tabaco. Te sorprenderías al descubrir que es una esencia sutil, ligeramente húmeda, terrosa, con un toque dulce, una calidez envolvente, potente y lleno de misterio que resulta ser excepcionalmente atractiva.
Particularmente, encuentro que el aroma del tabaco en Cabochard es uno de los más exquisitos que he percibido en perfumería femenina. Como ves, lo que a uno no le agrada puede ser el tesoro de otro.
Si Cabochard no ha sido de tu agrado, te aconsejaría evitar comprar a ciegas tanto el Eau de Toilette como el Eau de Parfum lanzados en 2019 por varias razones. Principalmente, porque conservan la esencia intensa de Cabochard y son muy similares entre sí. Además, en mi opinión, se sienten más como una reinterpretación de la clásica fragancia más que una modernización, ya que no se alinean con las tendencias actuales en perfumería.
Por si tienes interés, aún puedes encontrar esta versión en presentaciones de 30 y 50 ml sin ninguna confusión, dado que los tamaños de Cabochard 2019 EDT y EDP no se ofrecen en estas capacidades.
JavSant21 aquí. Aunque no estoy familiarizado con Cabochard, sí tengo una gran afinidad por las fragancias masculinas intensas. Quiero compartirles algo curioso sobre el aroma a tabaco en los perfumes; es sorprendente cómo puede transformarse. Puede ser desde un toque dulce o suave, hasta imitar el aroma de tabaco de pipa mezclado con cereza o miel. También puede recordarte a las hojas secas de un habano o mi preferido, ese peculiar olor a tabaco que queda en los dedos después de fumar un Marlboro rojo, o incluso el de un cenicero. Aunque esta última descripción puede no ser del agrado de todos, especialmente de muchas mujeres, ya que hay ciertos olores en perfumería menos atractivos para ellas, como algunos cueros o tabacos ‘sucios’. Estos se encuentran principalmente en fragancias clásicas masculinas como Polo de 1978, Quorum de Puig, y otras como Lapidus Pour Homme de 1987, y posiblemente también en Jaguar For Men y Hugo Boss No. 1. Estas en particular tienen una fuerte presencia de tabaco al estilo antiguo, que llega a recordar al cuero pero sin las notas animales, añadiendo un toque ahumado. ¡Es fascinante cómo un aroma puede variar tanto! Un saludo a todas las que comparten este interés.
Realmente disfruto de las notas de cuero y musgo por separado, pero cuando se mezclan, por alguna razón me siento bastante abrumado, especialmente si también tiene toques de tabaco. Es probable que me recuerde a algún ambientador de coche de mi niñez, transportándome de vuelta a las sinuosas carreteras del embalse de Yesa. Cabochard, por otro lado, es una fragancia excepcionalmente seca y polvorienta, en el mejor de los sentidos. Pero hay que tener en cuenta, especialmente para aquellos de nosotros que podemos encontrar esa sequedad un poco intensa.
Recién dejé mi opinión sobre el aroma de Cabochard tras probarlo en un papel. Sin embargo, después de usarlo en mi piel, debo decir que mi percepción cambió notablemente. El intenso olor a cuero, que en un principio me pareció desagradable, se suaviza notablemente y se convierte en un fondo sutil y mucho menos invasivo, aunque sigue ahí, recordándome que debo ser cuidadoso con la cantidad que uso. Los toques especiados y polvorientos se hacen más evidentes, rozando lo dulce sin llegar a serlo completamente. Aunque siga siendo un perfume que hay que manejar con cuidado, está claro que se diseñó con el equilibrio justo para evitar sentirse abrumado.