



Prada Candy Prada para Mujeres
Marca
PradaPerfumista:
Daniela (Roche) AndrierAcordes principales
Descubre la esencia empapada de indulgencia con Prada Candy, una fragancia que encapsula la audacia y la diversión irreverente en cada gota. Prada Candy irrumpe en la escena con una mezcla embriagadora que gira en torno al caramelo, creando un aura de dulzura irresistible que seduce los sentidos. Al adentrarse más en su corazón, las notas atalcadas emergen, aportando una sofisticación sutil, mientras que el almizcle añade profundidad y una sensualidad apenas velada que se adhiere a la piel como un susurro.
La presencia del benjuí en esta composición introduce un toque de calidez, tejiendo una rica tapestría de aromas que se entrelazan con la suavidad de la vainilla. Este último ingrediente, conocido por su capacidad para evocar confort y recuerdos felices, redondea la fragancia, dejando un rastro persistente de alegría y un sentimiento de indulgencia.
Prada Candy es más que una fragancia; es una declaración de independencia, una invitación a vivir la vida con audacia y sin disculpas. La atomización de este perfume envuelve la piel en una capa lujosa de aroma, perfecta para la mujer que celebra su singularidad y se deleita en el placer de su propia compañía. Ya sea para una noche extravagante o simplemente como un toque dulce a tu rutina diaria, Prada Candy promete elevar tu espíritu y adornarte con un halo de magnética atracción.
Notas de Salida
Notas de Corazón
Notas de Base
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Longevidad
Escasa
Débil
Moderada
Duradera
Muy duradera
Estela
Suave
Moderada
Pesada
Enorme
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Femenino
Unisex femenino
Unisex
Unisex masculino
Masculino
Precio
Extremadamente costoso
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Precio moderado
Buen precio
Excelente precio
Categoria:
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Actualmente, este perfume es mi elección. Me cautivó desde el primer momento que lo percibí. Estoy enamorado de su aroma dulce, con ese toque especial de vainilla, además su empaque realmente llama la atención.
No lo sugeriría para el uso cotidiano, en mi opinión, brilla más en las noches o para eventos especiales ya que tiene una intensidad notable. Definitivamente, es una de esas esencias que te captura, y si eres alguien a quien le encantan los aromas dulces y que perduran, este perfume te va a sorprender.
Realmente disfruto de este aroma, es fuerte al principio pero cambia a un tono más cálido, casi como canela, en lugar de vainilla. Lo considero perfecto para usar en las noches o durante la estación de otoño.
Recientemente, le pedí a una amiga, que suele viajar a Estados Unidos, que me trajese una botella de Prada Candy L’eau. Especifiqué el L’eau porque, después de echar un vistazo a las descripciones de las fragancias, no me convencía el Prada Candy original. Sin embargo, mi querida amiga, que a veces se le va la olla más que al Inspector Clouseau, regresó con el Prada Candy. ¿Y qué podía hacer yo entonces?
Al leer opiniones en inglés sobre esta fragancia, me encontré con un campo de batalla: la gente o lo ama o simplemente no puede con él, tachándolo de demasiado dulce y artificial. Así que, con un poco de escepticismo, me lo puse en la muñeca, lo olí, y mi primera reacción fue un rotundo “¡Oh no!”. Al principio, me golpeó un aroma fuerte a caramelo quemado, algo intenso y no muy agradable para mi gusto.
Pero, como el buen vino, este perfume mejoró con el tiempo. De un inicial ‘Oh no’ pasé a un interrogante ‘¿Hmm?’ y finalmente a un convencido ‘¡Oh sí!’.
Para mi sorpresa, Candy terminó oliendo a un dulce muy nuestro: la cajeta. No estoy seguro de si en otros lugares se conozca con ese nombre o si siquiera es conocido, pero aquí en México, la cajeta, un dulce de leche de cabra con azúcar y canela, es una delicia. Y justo así huele Candy. Tan apetecible, que dan ganas de saborearlo.
El aroma es cálido, acogedor, absolutamente delicioso, y me hace recordar a otro perfume de Prada, el L’eau Ambree.
Tiene una estela impresionante y su duración es sobresaliente.
Candy, te he tomado mucho cariño, ¡larga vida a ti!
Curiosamente, ni a mi amiga ni a mi madre les agrada este perfume, alegando que les recuerda a una señora mayor. Pero yo insisto, me siento como si llevara puesta una cucharada gigante, deliciosa y mágica de cajeta.
Recientemente compré este perfume y tengo que admitir que me encanta. Es justo el tipo de aroma dulce y embriagador que siempre he buscado. Aunque, al principio, me sentí un poco decepcionada porque me recordó mucho al Magnetism de Escada, ya que sus aromas son bastante parecidos. Pero, sin duda alguna, ¡se ha convertido en uno de mis perfumes predilectos!
Me siento realmente desilusionada… No me ha convencido en lo absoluto. Además, quiero aclarar que no se parece en nada a Magnetis de Escada, el cual tiene notas de azúcar moreno y ofrece una gama de aromas mucho más amplia.
La verdad es que este perfume me agrada, pero después de un rato me resulta un poco pesado.
Adquirí este perfume durante las festividades navideñas, tentada por una campaña de marketing audaz que capturó toda mi atención. Curiosidad picada, me acerqué a experimentar su aroma y, para mi sorpresa, terminó conquistándome con su fragancia tan única que inmediatamente sentí la necesidad de hacerlo mío.
Para quienes se deleitan con aromas dulces y ricos, como yo, este perfume es un verdadero hallazgo. Posee una sutileza encantadora, aún así, desborda intensidad gracias a su innovador toque de caramelo que domina sutilmente. A esto se suma el benjuí, que le otorga una calidez y un aroma amielado con destellos de vainilla que simplemente no pasan desapercibidos.
Prada Candy se destaca por ser indulgente, audaz, vibrante y elegante. Realmente es una fusión entre la modernidad y el lujo, difícil de ignorar.
En lo que a mí respecta, siento que su durabilidad en la piel es notable, aunque me encantaría que tuviera una presencia aún más pronunciada. A veces parece que va a envolverte por completo, pero se queda un poco corto. Me parece ideal para las temporadas de otoño e invierno y, definitivamente, para aquellas jóvenes que aman estar rodeadas de un aire de frescura y lujo. Sin embargo, para los que prefieren fragancias más ligeras, este perfume podría resultar un poco demasiado intenso.
No sé ni por dónde comenzar… Prada Candy capturó mi corazón desde el primer momento que lo olí.
Desprende una fragancia a caramelo y toffee que, sorprendentemente, es muy fresca, como si acabaras de salir de la ducha después de usar un jabón super dulce. La fragancia te rodea por completo y es irresistiblemente tentadora. Personalmente, me hace sentir como si estuviera envuelta en una nube de caramelos tan deliciosos que querría devorar… aunque obviamente no pueda. Encantador, adictivo, dulce y limpio así es Prada Candy.
Tal como su nombre indica, realmente es como un dulce en forma líquida.
Sinceramente, no me atraen mucho los perfumes con este tipo de aroma.
Al principio, el perfume Prada Candy no me convencía; tenía un aroma demasiado dulce y pesado, casi como de caramelo, que me resultó un poco agobiante. Sin embargo, con el paso del tiempo, se suavizó hasta parecerse a un labial clásico, lo cual me sorprendió gratamente. Lo que realmente terminó por enamorarme fue su toque retro, que lo distingue claramente del resto. ¡Definitivamente tiene su propia personalidad!
Inicialmente, se siente bastante intenso y realmente dulzón, pero después de un rato, simplemente no puedo dejar de apreciarlo. Tiene un aroma completamente distintivo que me captura cada vez.
La fragancia que probé tiene un aroma especiado que me resulta bastante único, como si llevara un toque de polvo. No es el típico aroma dulzón que podrías encontrar en perfumes más juveniles; este tiene una sofisticación y un aire oriental, mezclando vainilla con un ligero toque de caramelo de manera que no resulta pesado. Siento que es un aroma muy íntimo; no es de esos que dejan rastro a su paso, sino más bien algo para disfrutar personalmente en espacios cerrados, ideal para los meses más fríos como el otoño o el invierno. Realmente, me tiene fascinado. En cuanto al diseño del frasco, es absolutamente encantador. Tiene un toque femenino y un aire retro que me cautiva, con su tapa negra y un distintivo acento fucsia. Las letras doradas con el nombre ‘PRADA’ resaltan de manera elegante. Definitivamente, estoy enamorado de este perfume.
Finalmente tuve la oportunidad de probar Prada Candy y debo decir que al inicio me tomó por sorpresa encontrar un aroma a iris, sí, a iris, parecido al que se percibe en DHI y en Shalimar Parfum Initial, algo bastante insólito considerando que se supone que este perfume solo contiene tres notas esenciales. Este toque de iris me hizo pensar en el aroma de los labiales, algo que, sorprendentemente, me agradó. Más adelante, el olor a caramelo se hace presente, y no cualquier tipo de caramelo, sino uno cremoso, dulce y ligeramente lácteo, que en mi opinión, dista de ser empalagoso o excesivamente dulce, brindando más bien, una dulzura elegante. Encuentro un parecido notable con Mirage Daydream de Oriflame, donde se destaca una nota de crema batida; incluso podría considerarse una versión más suave y accesible del Candy. Me causa curiosidad cómo hay quienes afirman no poder percibir este perfume, ya que en mi experiencia, aunque su sillage no es potente, continúo disfrutándolo en mi piel después de un buen rato. Estoy bastante convencida de querer una botella de Candy para mí.
De verdad que no me hago una idea de cómo mi piel o tal vez una mezcla extraña de olores me hace sentir tan confundida y al borde del mareo – me pasó con fragancias como Magnetic, Viva la Juicy, La Vie est Belle, Flowerbomb. Hoy fue Black Friday y me lancé a la tienda como si fuera la primera vez en una dulcería, aprovechando el tumulto y la distracción de las vendedoras para oler cuanto pudiese. Entre lo primero que vi estaban los perfumes de Prada. Me armé de valor, decidida a probarlo, y lo apliqué en un papel sin haberme puesto otro perfume antes para no mezclar olores. Y vaya que me sorprendí, finalmente hallé un aroma a caramelo que es dulce pero no hasta el punto de ser molesto o repeler a la gente, sino más bien todo lo contrario, invitaba a acercarse. Sin duda, es un aroma a caramelo distinto, ni estridente ni pesado. Fue una revelación descubrir que puedo enamorarme de un perfume gourmand, y definitivamente será este. Simplemente hermoso.
Después de haber probado Prada Candy, me siento lista para compartir mi verdadera opinión, dejando de lado comentarios previos. Este perfume, para mí, encapsula la esencia de lo femenino, juguetón y encantador de manera sublime. Con una receta sorprendentemente simple de apenas tres notas, logra transmitir una sensación dulce y suavemente acaramelada, sin caer en lo abrumador. Aunque podría decirse que tiene un carácter algo artificial, no resulta ofensivo. Más bien, se siente ligero y acogedor al llevarlo.
Me sorprendió ver cuánto evoluciona sobre la piel, revelando nuevas capas de su aroma con el paso de las horas, algo que realmente no esperaba pero que disfruté enormemente. Definitivamente se ha ganado un lugar privilegiado en mi colección y lo encuentro perfecto para llevar en una salida tranquila con amigos durante los meses más fríos de otoño o invierno. A pesar de su versatilidad para ocasiones especiales o como una fragancia distintiva personal, recomiendo probarlo para ver cómo se adapta a ti, sin preocuparte por la edad o el momento del día.
En términos de presencia, es delicado sin ser invasivo, y ofrece una duración decente de unas 4 a 5 horas. Mi calificación para este perfume es un 8.3/10. Es mi primera incursión con una fragancia de Prada, y definitivamente me ha dejado una impresión positiva.
Me encantó este perfume porque tiene un dulzor elegante. Es especial porque, aunque trae un toque antiguo gracias al almizcle prominente, me sorprendió gratamente que olera tan natural, un atributo escaso en estos días con tantos perfumes de tendencia que parecen hechos solo para seguir la moda… Con solo tres ingredientes logra marcar la diferencia. Es versátil, ideal para quienes disfrutan de fragancias dulces, sin importar la edad. La fragancia se mantiene bien, sin ser abrumadora, y tiene una durabilidad decente.
Recientemente probé este perfume y me topé con una fragancia dulce que tiene un toque amargo que no me convenció del todo… Eso sí, persiste bastante.
Hoy por fin pude probar el perfume del que tanto se habla. Y vaya, las opiniones no mentían. Tiene ese toque dulce, pero no es el dulzor infantil que encuentras en fragancias como Fantasy de Britney Spears; es un dulce con cuerpo, más adulto y nada empalagoso. Realmente se siente elegante y puedo decir que se mantiene bastante tiempo. Si tuviera que puntuarlo, le daría un sólido 9 de 10, ya que esperaba un tipo de dulzura más convencional.
Me encanta este aroma, es tan reconfortante y cálido, perfecto para esos días de frío o cuando me siento especialmente cariñosa. Ideal tanto para disfrutar de un paseo romántico como para un día tranquilo en casa bajo una manta suave.
El aroma es increíblemente sutil, tanto que apenas se nota a menos que te apliques varias veces. Al principio, tiene un fuerte olor a alcohol y, tristemente, no se destaca mucho una vez que se asienta. La duración deja mucho que desear.
Recién adquirí esta fragancia y, sinceramente, no cumplió con mis expectativas. La elección fue sin haberla probado, solo guiándome por comentarios que la describían como un perfume dulce y caramelizado. Sin embargo, mi experiencia ha sido distinta; para mí, tiene un aroma a caramelo pero con un toque amargo, casi quemado, y termina oliendo a talco, pero nada especial, parecido al que encuentras en cualquier tienda. Incluso me ha llegado a causar malestar. Le di una segunda oportunidad hoy, pero apenas logró permanecer unas 4 horas en mi piel. A pesar de su alto costo, estoy decidida a no desperdiciar el dinero invertido y a usarlo hasta terminarlo, aunque me lleve tiempo. Personalmente, sigo creyendo que Lolita Lempicka ofrece la mejor opción en perfumes dulces, con una durabilidad y fragancia inigualables.
Hola, soy Lilia y recientemente compré el perfume P. Candy, basándome en pruebas de papel que había olido antes y me había encantado cómo el aroma permaneció en mi bolso por mucho tiempo. Pensé que sería un perfume potente y duradero. Sin embargo, tras comprarlo y usarlo, me sentí un poco desilusionada porque parecía que el aroma no se notaba tanto como esperaba. Casi lo vendo, había gente interesada, pero el aroma me parecía tan agradable que decidí darle una segunda oportunidad y me alegro mucho de haberlo hecho.
Al principio, el perfume tiene una nota de caramelo bastante intensa, casi amarga, pero tras unos minutos se convierte en una fragancia dulce, suave y un poco polvorienta que es bastante adictiva. Lo sorprendente es lo mucho que dura en la ropa ¡literalmente días! y un buen rato en el cabello.
Para que otros lo noten, hace falta aplicarlo generosamente, unas 6 a 8 veces, sobre todo en ropa y cabello. Con eso se consigue que el perfume se haga presente por alrededor de una hora antes de volverse más íntimo y cercano al cuerpo, que es cuando realmente lo disfruto. He recibido muchísimos cumplidos por este perfume, de hombres y mujeres por igual, incluso de aquellas personas que normalmente no son aficionadas a los perfumes.
Vivo en un lugar donde es común saludarse con besos en la mejilla, y he notado como la gente al saludarme tiende a acercarse más y a sonreírme al percibir el aroma. Mi esposo dice que aunque el perfume no se sienta constantemente, basta con un movimiento de mi cabello para liberar una fragancia dulce y casi misteriosa.
A mi parecer, dificilmente podría incomodar a alguien y dependiendo de cómo quieras usarlo, puede ser perfecto para ciertas ocasiones. Lo uso a diario. El único aspecto negativo es que alguien mencionó que “no huele a perfume caro”, lo cual es frustrante porque sí lo es. Si encontrase algo que me diera los mismos resultados que P. Candy, tan agradable, cremoso y elegante, pero a mejor precio, definitivamente lo probaría. Pero mientras tanto, parece que tendré que comprar otra botella de P. Candy muy pronto.
A pesar del nombre, que sugiere un aroma bastante dulce, solo se percibe esta dulzura al principio, para después dar paso a una sensación más atalcada, pero sin perder su fuerza ni calidez. Me sorprendió su durabilidad en la piel.
Inicialmente no fue lo que esperaba, pero terminó por encantarme. Siento que es ideal para personas mayores de 25 años.
En mi experiencia, este perfume se adapta perfectamente. Se ha convertido en uno de mis favoritos para usar durante el día.
Acabo de probar un perfume que tiene un toque dulce pero no abrumador. Inicialmente, te da una sensación de caramelo, y aunque podría sonar extraño, juraría que detecto un poco de coco en él, aunque oficialmente ese aroma no está listado. A mi parecer, se mantiene bastante bien durante el día. Después de un rato, se mezcla con otras fragancias que tiene, creando un aroma realmente agradable. Personalmente, lo recomendaría para ocasiones especiales o para esos días en que quieres sentirte dulce y a la vez sutil.
Recientemente descubrí Candy en una visita a la perfumería y debo decir, me he enamorado completamente. Tiene ese toque minimalista que lo hace irresistible: es dulce sin caer en lo cursi, sofisticado sin ser abrumador. Captura una esencia femenina y juguetona, sin inclinarse demasiado hacia lo juvenil o lo demasiado serio. Además, su diseño me encanta, es una perfecta combinación de nostalgia y elegancia. Las notas de este perfume, que balancean lo gourmet con toques orientales, se han quedado impregnadas en la muestra que me llevé, confirmando que será mi elección para las estaciones de frío. Realmente, su nombre, Candy, le hace honor porque representa la idea de que a veces, lo simple es lo que más resalta.
Simplemente lo adoro. No resulta pesado ni demasiado dulce, tiene una elegancia sutil y es realmente agradable de usar. Este perfume es excepcional, lo recomiendo totalmente.
La verdad, tenía altas expectativas con este perfume debido a los comentarios que decían que era súper dulce, pero para mí no cumplió. Sí tiene un aroma dulzón que me recuerda a galletas, pero nada que realmente me sorprenda o me haga decir ‘wow’. Lo veo más como un perfume casual, ideal para el día a día en la oficina, algo relajado, pero definitivamente no es lo que busco para añadir a mi colección de perfumes gourmet. Eso sí, tengo que admitir que su durabilidad es impresionante, se mantiene durante todo el día y deja una estela decente. Para quienes buscan un verdadero perfume dulce, les sugeriría probar Les Belles de Ricci Amour d’Amandier de Nina Ricci, ese sí es exquisito y elegante sin ser excesivo, chicas.
Prada Candy se está convirtiendo en un icono moderno para los amantes de los perfumes gourmand, desafiando expectativas con su propuesta única. A pesar de un nombre que podría hacernos pensar en algo predecible, este perfume ofrece una sorpresa agradable y diferente para su tiempo.
En el mundo de los perfumes dulces, normalmente dominados por aromas frutales, Prada Candy rompe esquemas al ofrecer una experiencia que mezcla el dulzor con un toque oriental fresco, algo que no había capturado mi interés desde el Fantasy The Naughty Remix de Britney Spears. Este perfume se centra en el encanto del caramelo, pero lejos de ser abrumador o demasiado dulce, se siente ligero, suave y perfectamente complementado con benjuí, talco y un toque discreto de vainilla que apenas se percibe, añadiendo frescura sin dominar.
Aunque su aroma puede considerarse lineal, manteniéndose consistente a lo largo del tiempo que se lleva puesto, la alegría y energía que transmite Prada Candy lo convierten en un acompañante ideal para cualquier día, ofreciendo un espíritu chispeante y fácil de llevar, incluso podría ser tu compañero en una sesión de ejercicio, si así lo deseas.
La campaña publicitaria, basada en el exótico baile ‘Tango apache’, aporta un toque de diversión y misterio, aunque pueda parecer un poco desconcertante al principio. Y aunque la presentación podría sugerir algo superficial, la realidad es que Prada Candy es una creación bien pensada y cuidadosamente elaborada, especialmente en cómo Prada ha jugado con la nota de almizcle en creaciones posteriores.
En resumen, este perfume tiene una duración impresionante, aunque su estela no sea la más potente. Definitivamente, no es la típica fragancia intensa y compleja, pero sí es una obra pensada con cariño y atención a los detalles.
La verdad, esperaba mucho más de este perfume de Prada: es demasiado dulce para mi gusto, sin llegar a tener ese toque encantador. La verdad es que no me ha impresionado, incluso me resulta un poco pesado. Aunque he probado muchos otros perfumes que son mucho mejores, debo admitir que el diseño del frasco es precioso. Un fuerte abrazo.
Muchos podrían decir que con Prada Candy, Prada se ha sumado a la tendencia del fruitchouli, esa mezcla agridulce que ha saturado el mundo del perfume recientemente. A simple vista, puede parecer así. Prada Candy se destaca por su dulzura, evocando imágenes de caramelos que no desentonarían en el paladar de una dama con gusto exquisito. Pero no termina ahí. Este perfume logra combinar ese dulzor con una nota ambarina profunda y resonante que se alinea perfectamente con la historia olfativa de Prada, brindando una experiencia que transforma lo que podría haber sido una simple indulgencia juvenil en algo apto para un paladar más maduro y sofisticado. Igual que la metáfora de Lolita que pasa del juego infantil de imitar a su madre con el pintalabios en Sweet de Lolita Lempicka, a una figura más consciente y elegante como la chica de Prada Candy. Esta última no solo toma el pintalabios, sino que lo hace con un propósito claro y una gracia que le es propia, destacando la madurez y el discernimiento que Prada busca encarnar con este aroma. Si Sweet retrataba la inocencia atrevida, Prada Candy habla de la elegancia con un toque de audacia, como la Sabrina de la icónica película de los años 50.
Este aroma se ha convertido rápidamente en uno de mis preferidos. La primera vez que lo usé fue gracias a una muestra que mi hermana me había dado, y me atrapó desde el primer momento. Hay algo en él absolutamente cautivador. Es una fragancia que combina a la perfección la juventud con la sofisticación. Simplemente, lo adoro tanto que ya me hice con la botella de 80ml.
Dulzura con un toque de talco. Este perfume me da una sensación de elegancia simple. Noté el toque de caramelo, pero en mi piel sobresale más una esencia a polvo que realmente no es mi favorita. Aunque es un aroma agradable, no me convence del todo; su persistencia y duración son decepcionantes, especialmente para ser de Prada y teniendo en cuenta su precio elevado. El diseño del frasco es bonito y chic, pero en mi opinión, no justifica la compra. Como solemos decir en México, ‘ni Fu ni Fa’, no me encanta pero tampoco lo detesto; definitivamente no es para mí y no lo volvería a comprar.
Siento que este perfume es como tener un lujo dulce en mi piel, su aroma me recuerda a un costoso caramelo, dominado por un toque suave parecido al talco, pero distinto al típico aroma de talco de bebé.
Desde el principio, el olor a caramelo es bastante claro, pero lo interesante ocurre unas horas después de ponérmelo: empieza a oler a un chapstick de cereza. Esta nota de cereza, aunque un poco artificial, no le resta calidad, sino que le añade un aire divertido. Me imagino que este perfume es perfecto para mujeres jóvenes.
La duración es impresionante, unas 12 horas, y siempre me halagan cuando lo llevo puesto.
Creo que este perfume se adapta bien a casi cualquier ocasión, excepto quizás para los momentos muy formales o para ir al gimnasio, donde podría resultar demasiado intenso. No lo recomendaría para los días más calurosos del verano, pero en el resto de estaciones es ideal. Un poco basta para notar su presencia durante todo el día.
El diseño del frasco es elegante y femenino, lo que lo hace un perfume altamente recomendable.
Hace un tiempo, decidí darle otra oportunidad a un perfume que había comprado sin haberlo olido antes, el cual inicialmente no fue de mi agrado porque lo encontré demasiado dulce y pesado. Sin embargo, hoy mi opinión ha cambiado por completo. Me encuentro ante una fragancia que es toda una paradoja: podría describirlo como un licor dulce con un toque de polvo, que se asienta de manera ligera, pero al mismo tiempo despliega una presencia notable. No es el tipo de perfume que anuncia tu llegada a los gritos; es más bien algo personal y reservado. Al usarlo, me invaden sensaciones cálidas, como el aroma a caramelo que encuentras en las ferias, el abrazo de un suéter de lana o la comodidad de estar en el sofá bajo una manta en los días fríos de invierno. Definitivamente, lo considero más apropiado para la temporada invernal, dudo que en verano sería lo más acertado. Es de esos perfumes que te acompañan todo el día, pero de manera sutil, casi como un susurro en la piel y en el cabello, ofreciendo una atmósfera cálida y acogedora. Esta fragancia aporta un dulzor delicado y natural, no el típico aroma a caramelo artificial y empalagoso, con un ligero toque oriental gracias al benjuí y el almizcle, todo ello equilibrado por una vainilla discreta, que en mi caso, no se hace muy evidente, a diferencia de otros perfumes con vainilla que he usado. No me hace sentir particularmente atractiva, pero sí me aporta una sensación de elegancia y confort. Aunque no es el perfume con el que más me identifico, resulta ser una excelente elección para esos días más fríos en los que buscas algo de calidez. Así es como veo a Candy: es un perfume contradictorio, dulce y limpio, llamativo y sin embargo suave, confortable y elegante.
Al principio, este perfume no me convenció, lo recibí como regalo y pensé que no era para mí. A pesar de su alto precio, decidí darle una oportunidad y, con el tiempo, realmente comenzó a gustarme, algo que me sorprendió bastante. Muchos comentan que tiene un olor a caramelo y lo describen como un aroma muy dulce, pero en mi experiencia personal, después de utilizarlo durante un año, no coincido con esa percepción.
Para mí, este perfume tiene un olor más bien empolvado y sutil, sin rastro de vainilla, y el benjuí es lo que más resalta en mi piel. La duración es bastante decente, unas 8 horas, aunque no es de esos perfumes que dejan un rastro por donde pasas; es más bien un aroma que se disfruta en la cercanía. Lo uso en todas las estaciones porque es ligero, ideal para el día ya que no lo encuentro lo suficientemente intenso para la noche. Tampoco me parece que sea exclusivo de una edad en particular, se adapta tanto a jóvenes como a personas más adultas. ¡Realmente me ha encantado!
Me enamoré por completo de Prada Candy, es como un dulce beso en la piel. Tiene esa magia especial de Prada que, aunque sigue las tendencias, tiene un toque distintivo. Es un perfume con esencia de vainilla y un toque dulce que no sobrecarga, es sofisticado y sutil. La sensación es tan ligera, casi como si estuviera suspendido en el aire, y es algo que me fascina. Lo descubrí a través de una muestra y me cautivó al instante. Ahora, Prada Candy es uno de esos caprichos que no puedo esperar a cumplir. Es un verdadero ensueño hecho fragancia.
¡Me encanta este perfume! Tiene un aroma dulce que me fascina, pero sin llegar a ser empalagoso, algo que valoro mucho en los perfumes con esta característica. Lo mejor es que combina un toque de frescura gracias al almizcle, lo que le da una sensación de limpieza muy agradable. Además, desprende un aroma cremoso y lujoso, a pesar de que su precio no es precisamente bajo, pero, honestamente, vale cada centavo. El diseño del frasco también es un plus. Aunque en mi piel el aroma no perdura tanto como desearía, no tengo problemas en aplicarlo de nuevo durante el día. Ya se ha convertido en uno de mis perfumes favoritos, y he recibido varios cumplidos sobre lo bien que huelo al usarlo. Así que, si estás en duda sobre adquirirlo, mi recomendación es que no lo pienses más. Es un perfume versátil, adecuado para mujeres de todas las edades, que proyecta calidez, dulzura y sofisticación. Definitivamente, no tiene nada que ver con aroma a caramelo genérico; este tiene un toque de distinguido ¡Es amor a primera olfateada!
Acabo de probar Prada Candy y me ha sorprendido gratamente. Tiene un equilibrio perfecto entre dulzura y sofisticación, lo que demuestra que se puede ser dulce sin caer en lo común. Aunque no deja un rastro muy marcado, su fragancia perdura por horas. Es un aroma muy personal que se va transformando sutilmente, comenzando con notas de caramelo equilibradas, para luego evolucionar hacia matices que recuerdan a un lápiz labial de lujo, y culminar con un toque atalcado y único. Lo que más me cautiva es cómo el dulzor del caramelo se entremezcla con el polvo característico de Prada y un ligero almizcle, que le da un acabado perfecto sin ser abrumador. Contrario a la imagen que pueda proyectar su marketing, no lo considero un perfume puramente juvenil; tiene una madurez con destellos de una dulzura elegante. A pesar de mis previas diferencias con la marca, Prada Candy ha ganado un lugar entre mis favoritos.
Tuve la oportunidad de experimentar este perfume durante una parada en el Duty Free y quedé fascinada al instante. Su olor me recordó al de un delicioso flan o natillas, absolutamente cautivador. Tiene esa dulzura de los caramelos de leche que simplemente te engancha.
Con el paso de las horas, noté que su fragancia se mantenía bastante constante, manteniendo esa dulzura intensa. Aunque es encantador, creo que si planeas usarlo durante largas horas, tal vez no sea la mejor opción para una cena, ya que su dulcura puede ser un poco abrumadora.
En mi opinión, es el tipo de perfume perfecto para momentos únicos o eventos realmente especiales.
Puede ser solo mi impresión, pero después de unos 15 minutos de haberlo puesto, me recuerda muchísimo al perfume Coco de Yves Rocher.
Desde mi experiencia, este perfume despliega un dulzor bastante único, me recuerda mucho a esos postres lujosos, sin caer en lo ordinario. Creo que es una opción ideal para cuando las hojas caen o cuando el frío comienza a notarse. Aunque, tengo que admitir que no se lleva muy bien con mi piel, ya que después de un rato, termina teniendo un aroma metálico, como a hierro viejo. Qué pena.
Estaba emocionado por probar este perfume porque normalmente me encantan las fragancias dulces, especialmente las que tienen un toque de vainilla, pero la verdad es que me decepcionó un poco. Inicialmente, el aroma parecía prometedor pero no me terminó de convencer del todo. Después de un rato, el perfume se asentó en un olor que, aunque agradable, me recordó mucho a las esencias que mi mamá solía usar cuando era más joven, como Channel o Miss Dior. Para mí, es un aroma que evoca a una generación mayor. Definitivamente, no planeo comprarlo de nuevo.
Acabo de probar Prada Candy y, sinceramente, no me ha convencido. Siempre he sido fan de los perfumes que tienen un toque dulce, pero algo en Prada Candy simplemente no va conmigo. Al primer spray, lo que me vino a la mente fue el olor de esos brillos labiales pegajosos, un dulzor artificial que en vez de atraerme, me repelió. Me imaginé ese típico gloss labial brillante y pegajoso. Eso fue lo que sentí. Intenté darle una oportunidad y lo olí un par de veces más para ver si cambiaba mi opinión conforme se mezclaba con mi piel, pero lo único que detecté fue un aroma ligero, demasiado suave para mi gusto (algo al estilo de Viva la Juicy), con un toque de talco y, aunque dulce, le faltaba esa chispa o esencia especial para mí. Definitivamente, Prada Candy y yo no estamos hechos el uno para el otro.
Candy realmente me transporta a un mundo de golosinas, ¡es una delicia al olfato! Sin embargo, me deja queriendo un poco más por su durabilidad limitada y su aroma sutil. Si pudiera tener una mayor persistencia y fuerza, definitivamente estaría entre mis perfumes predilectos.
Como alguien que adora los perfumes gourmand y después de escuchar tantos elogios hacia Candy, decidí darle una oportunidad y probarlo. Lamentablemente, mi experiencia estuvo lejos de cumplir con mis expectativas. En lugar de envolverme en un aura de dulzura como su nombre sugiere, en mi piel se tradujo en un simple aroma a limpio, nada que realmente captara mi atención o me pareciera único. No es que oliera mal, pero definitivamente no se destacó para mí. Además, su duración fue bastante breve, y lo único que pude percibir fueron notas suaves, sin rastro alguno de la vainilla o el caramelo prometidos, predominando en cambio un fuerte toque de almizcle.
@lilia, te recomiendo probar con Juicy Gold. Tienen un aroma bastante similar.
Desde que probé Candy, quedé completamente enamorada, y sin duda, ha escalado rápidamente a los primeros puestos de mis fragancias favoritas. No es la típica fragancia dulce, sino que tiene un toque refinado de caramelo que me fascina. Adoro cómo se suaviza y se mezcla con un sutil aroma a cajeta en mi piel. Aunque no deja un rastro muy marcado a su paso, me impresiona su larga duración.
Justo tras ponérmelo, lo primero que me llamó la atención fue su sensación cálida, definitivamente es más un aroma adecuado para los días fríos de otoño e invierno. Durante el verano puede resultar un poco intenso, ya que combina dulzura con un toque sutil de cítricos. Sin embargo, es en la temporada de frío donde realmente brilla y muestra su complejidad, transformándose gradualmente a lo largo del día hasta dejar una impresión casi como de un dulce exquisito. En mi experiencia, el perfume se mantiene por más de 6 horas fácilmente, con una notable presencia al principio que poco a poco se va suavizando hasta quedar sutilmente perceptible.
Simplemente no puedo dejar de usarlo. Esta fragancia tiene un toque dulce que me hace pensar en los dulces de la infancia, aunque con una peculiaridad que roza lo medicinal. Al principio, se siente intensa y con carácter, pero poco a poco se suaviza, revelando una base de caramelo embriagador. Recuerdo que una compañera de clase lo usaba, y siempre dejaba tras de sí una estela de este increíble aroma que llenaba todo el salón.
Realmente tengo que ser sincera, este perfume no fue lo que esperaba. Adquirí unas muestras de Candy y, honestamente, desde el principio no se sintió bien en mi piel. La primera impresión fue un potente olor a alcohol que luego dio paso a una especie de aroma a caramelo, pero lejos de ser dulce, era más bien como caramelo quemado. A medida que pasaba el tiempo, lo único que podía notar era un intenso aroma a talco, que me hizo pensar en el maquillaje Mirurgya.
Al principio, pensé que quizás las muestras que tenía estaban viejas o en mal estado, especialmente porque había leído tantas críticas positivas que me era difícil creer que pudiera oler tan mal en mí.
Decidí darle otra oportunidad y ayer visité una perfumería donde volví a probar Prada Candy directamente en mi piel. Lamentablemente, confirmé que no era un problema de las muestras; la impresión fue la misma, con ese inicial aroma alcohólico seguido de un persistente olor a talco que simplemente no puedo soportar.
Quizá en otro momento le dé una tercera oportunidad, pero por ahora estoy segura de que no es un perfume que compraría o usaría, incluso si me lo regalaran. A pesar de su notable duración en la piel, simplemente no es para mí. A todas aquellas a las que Prada Candy les encanta y les sienta bien, me alegro por ustedes, pero en mi caso, lejos de hallarle un atractivo, me resulta desagradable.
Quedé totalmente cautivada con este aroma que me recuerda a los caramelos con forma de corazón, esos pequeños y dulces. Tiene un toque dulce y un poco como de talco, y no podía parar de olerme la muñeca. Realmente deja un rastro a su paso, y su aroma se mantiene alrededor de unas 5 horas, lo cual me pareció estupendo. Lo único que me dejó un poco desanimada fue el precio, se siente un tanto elevado para lo que ofrece el producto. Pero si no te importa gastar un poco más, definitivamente te lo recomiendo. Ideal para días más bien frescos.
Este perfume tiene un aroma súper dulce y potente que aguanta muchísimo. Perfecto para llevarlo a una salida más informal o romántica.
Tiene un toque dulce, pero no como esos aromas súper dulzones y afrutados que ves por todos lados. Es un dulce más sutil, con una vibra más madura y sofisticada. Me recuerda a la sutileza del maquillaje de alta gama, o al aire refinado que encuentras paseando por la sección de perfumería de alguna gran tienda.
Este perfume es como un amigo alegre que te acompaña por las calles, siempre listo para añadir diversión a tu día.
Tiene un toque dulce que no llega a ser demasiado, y te envuelve de una forma que te recuerda a la inocencia de la infancia. No busca ser sofisticado o tremendamente atractivo, más bien es vibrante y juguetón. A veces, su fragancia parece esconderse sólo para sorprenderte reapareciendo cuando menos te lo esperas.
Es una fragancia fácil de llevar, perfecta para cualquier temporada y ocasión. Aunque, en días de mucho calor, posiblemente optarías por algo un poco más refrescante.
Tiene una elegancia juvenil, como si fuera diseñado para una joven con excelentes modales que no teme mostrar su lado travieso y audaz.
Brilla con luz propia durante todo el año, pero en primavera es cuando realmente muestra su magia.
Después de todo, ya voy por mi tercer botella, eso debe significar algo.
Me fascina, tiene un aroma dulce que me recuerda a los dulces en forma de corazón. Se ha convertido en un imprescindible para mí, es parte de quién soy. Lo adoro.
Cuando vi que entre sus ingredientes estaba el caramelo, me imaginé un aroma excesivamente dulce que podría ser abrumador. Sin embargo, terminé gratamente sorprendido. Es completamente diferente a lo que esperaba.
Tiene una fragancia fresca que, aunque al principio parece desaparecer, luego te envuelve de manera sutil y delicada. ¡Estoy encantado!
‘Candy’ se convirtió en mi dulce perdición ocasional. Recuerdo haberla usado brevemente, en el gélido invierno que transcurrió de finales del 2013 a inicios del 2014. Para mí, esta fragancia captura la esencia de los primeros encuentros amorosos; sentimientos de alegría anticipada, seducción y romanticismo, aun cuando el futuro sea incierto. La veo ideal para personas jóvenes en el umbral de la adultez, con sueños de grandeza y éxito. ‘Candy’ destila encanto, seriedad y una encantadora torpeza a la vez. Es una compañera perfecta para el invierno, ofreciendo calidez y confort, aunque en verano puede resultar un tanto sofocante por su intensidad dulce y prometedora. Este perfume no tiene trazas de acidez ni frescura; es más bien como un abrazo rosa, suave y brillante a la vez, que se convierte en un reto a medida que te das cuenta que quizás no sea el ajuste perfecto para ti, como me sucedió a mí. Aunque ya no la elijo para mí, no puedo evitar sentir una punzada de emoción cuando detecto su aroma en otra persona. Valoración personal: Aroma 9/10, Presentación 10/10, Persistencia y proyección 8.5/10. ¿La volvería a comprar? Sí, sin duda.
Soy fan de los aromas dulces, y este definitivamente se ha convertido en mi preferido. ¡Me encanta!
Este aroma me transporta a una gama de los aromáticos orientales, que fácilmente podría encajar entre las creaciones de lujo de Prada, específicamente me recuerda a algo que podrías encontrar en su serie Infusiones, quizás una ‘Infusión de Benjuí’.
Lejos de ser un aroma empalagoso o demasiado dulce, tampoco se adentra en complejidades abrumadoras o seriedad extrema. Es, más bien, una esencia acogedora y bastante adaptable a diversas situaciones.
Lo que destaca es su esencia de benjuí oriental, con toques dulces que recuerdan a la vainilla, mezclados habilidosamente con almizcles blancos. Al final, deja una impresión de resinas con un toque limpio y atrayente, casi como jabón.
Creado por La Andrier, quien tiene una relación notable con Prada, este perfume realmente te abraza con su calidez, dulzura encantadora y evoca esa sensación de juventud y audacia.
En términos de duración, es bastante impresionante. Tiene una capacidad notable de permanecer en la memoria, lo que lo convierte en ideal para cualquier situación, ya sea de día, noche, en el trabajo o en momentos de ocio. Su aroma ‘infusión de benjuí’ añade un toque exótico y romántico.
Es un oriental moderno que juega con recuerdos de juventud, perfecto tanto para mujeres como para hombres. De hecho, a veces lo uso y suelo recibir elogios, especialmente de hombres.
Definitivamente lo recomendaría a aquellos que buscan un oriental que sea a la vez romántico, cálido y sensual.
Prada ha realizado, una vez más, un trabajo excepcional.
Recientemente compré este perfume sin probarlo primero, con muchas esperanzas de que me encantaría. Sin embargo, al usarlo, me llevé una decepción. Parece que soy la única a la que no le ha gustado. Buscaba un aroma con toques de vainilla y una dulzura pronunciada porque esos son los tipos de perfumes que me fascinan, pero este simplemente no cumplió con mis expectativas. No capté la vainilla y no lo encontré particularmente dulce. Además, tenía una textura que consideré demasiado ligera y aceitosa para mi gusto.
Para mí, resultó ser excesivamente dulce. Aunque disfruto del caramelo y de la vainilla por separado, su combinación en esta fragancia simplemente no fue de mi agrado. Al probarla, sentí como si una explosión de dulzura sobrecargara mis sentidos, dejándome con un fuerte dolor de cabeza. Me evoca la imagen de una niña vestida en exceso de rosa, adornada con lazos; así de extravagante me parece esta fragancia. Eso sí, debo admitir que el diseño de la botella sí que me capturó.
La fragancia tiene un aroma dulce y suave, pero lamentablemente, no tiene mucha duración ni presencia. A poco de aplicarlo, es casi imperceptible, lo cual fue una gran decepción considerando su precio. Aunque no me faltara el dinero, no creo que lo compraría de nuevo.
Estoy fascinado con su fragancia, me atrapa totalmente ese aroma sensual y único a benjuí. Me gusta mucho el equilibrio dulce que tiene, es justo lo adecuado sin ser abrumador. Sin embargo, mi mayor desilusión es la duración en mi piel; apenas me dura 4 horas, lo que considerando su precio, me hace dudar si lo compraría nuevamente. Es una pena porque realmente disfruto de su olor. Aunque trato de aplicarme una buena cantidad y he intentado diferentes métodos para hacer que el aroma perdure más, parece que simplemente no se adapta bien a mi piel.
Acabé de recibir el perfume y estaba super emocionada, pero la verdad es que huele demasiado a alcohol al principio. No obstante, luego se transforma en un aroma dulce increíble, aunque desaparece en un abrir y cerrar de ojos. Puede que sea solo yo, pero me recuerda mucho a un Pink Sugar más suave, sin ese toque a quemado.
Una vez que abrí la botella, estaba emocionada, pero me pareció que tenía un fuerte aroma a alcohol. Sin embargo, con el tiempo, se desvanece en una fragancia muy dulce, que me encanta. Aún así, su duración es corta. Me recuerda a Pink Sugar, pero sin ese toque ahumado característico.
La verdad es que no entiendo todo el revuelo. Fui con muchas expectativas y, sinceramente, me pareció bastante común.
La primera vez que vi este perfume, su anuncio y el diseño me cautivaron completamente. Siempre he sido una amante de los aromas gourmand, así que esperaba una explosión de dulzura al probarlo. Llena de emoción, fui a la tienda y cuando probé la muestra, lo primero que nos golpeó fue un inesperado aroma a plastilina, algo que nos dejó a mí y a la vendedora bastante sorprendidas (y me atrevo a decir, un poco avergonzadas). A pesar de eso, mantuve la mente abierta, pensando que esa primera impresión cambiaría y el dulzor característico se revelaría después. Y aunque inicialmente el perfume se asentó en un aroma suave, parecido al de una muñeca de bebé nueva, algo muy distinto a lo promocionado, debo admitir que tenía su encanto para momentos de tranquilidad, no para la fiesta que esperaba.
Cinco años más tarde, decidí darle otra oportunidad, recordando aquella primera impresión de plastilina. Esta vez, al probarlo de nuevo, me sorprendió un inicio más dulce y suave. Con el paso de las horas, la fragancia evolucionó en mi piel, destacando esa nota de caramelo que tanto buscaba al principio. Después de llevarlo por 10 horas, terminé encantada con un aroma dulce, suave y realmente agradable. Curiosamente, ahora me resulta tan atractivo que no puedo evitar querer seguir oliéndolo.
Probé este perfume esperando una dulzura intensa, pero sorprendentemente, en mi piel se transformó en un aroma muy parecido al licor, lo cual no me agradó en absoluto. Honestamente, no lo recomendaría ni como regalo. 🙁
En un mundo donde los perfumes super dulces dominan cada esquina, con su presencia muchas veces demasiado estridente, he encontrado algunas excepciones agradables que realmente disfruto.
Prada Candy es definitivamente una de ellas. Es indudablemente dulce, casi como sumergirse en un mar de caramelo, pero con una sutileza encantadora. Se funde perfectamente con toques de iris que evocan la sensación de los pintalabios, y un acabado suave y sedoso como el talco que eleva todo el conjunto con una elegancia bastante distinguida.
Este no es el tipo de perfume que invade un espacio, sino más bien una fragancia personal que invita a acercarse más para apreciar su calidez y suavidad. Es como un susurro que te incita a escuchar más de cerca, deseando casi inconscientemente un encuentro más íntimo.
Mantiene su aroma durante un tiempo impresionantemente largo y cierra con una base de vainilla mezclada con almizcle, sencillamente deliciosa.
La presentación es casi mágica, con colores brillantes que llaman la atención, encapsulando perfectamente la esencia juvenil y al mismo tiempo seductora del aroma, flotando en ese espacio único entre la inocencia y la provocación, ideal tanto para mujeres jóvenes como para aquellas que son jóvenes de corazón.
Al principio, no sabía qué pensar de este perfume; su aroma no era lo que anticipaba basándome en su nombre, esperaba una fragancia intensamente dulce y me encontré con algo mucho más delicado. Con el tiempo, sin embargo, este perfume ha logrado cautivarme. Descubrí que su sutileza es precisamente su encanto; tiene ese toque dulce pero con una elegancia sofisticada, como si estuviera envuelta en el olor de un juguete de lujo o un labial de alta gama. Aunque no deja una estela muy marcada tras de mí, su aroma perdura agradablemente.
Realmente, nunca había puesto mis ojos en esta fragancia, pero terminé comprándola durante un antojo por aromas de vainilla, empujada por tantas críticas positivas que vi en Youtube.
Me da un poco de envidia no captar otras esencias porque, para mí, es puramente esencia de caramelo y nada más. A ver, el aroma de caramelo es delicioso (y más sabroso aún), pero sinceramente, este perfume no me parece que tenga ese ‘algo’ distintivo.
Personalmente, no lo veo con esa vibra de elegancia o sensualidad que muchos mencionan, ni como algo para llevar en eventos especiales. Es más bien como un perfume acogedor de caramelo, perfecto para esos días en casa, no tanto para salidas o eventos significativos. De hecho, lo he adoptado como mi perfume para la ‘cuarentena’…
Así que, sí, tiene un aroma agradable, pero nada más que destacar. Además, su durabilidad en mi piel es bastante breve, solo dura entre 3-4 horas y su estela es bastante suave.
Un amigo me lo dio de regalo hace tiempo y sinceramente, no me convenció. No sé bien qué es, pero siento que le falta algo qué lo haga destacar. A pesar de tener una presentación y anuncios tan llamativos, para mí no tiene esa esencia única. Me da la impresión de un aroma demasiado artificial. Es solo mi opinión personal.
Aunque normalmente no me van mucho los perfumes dulces, este tiene algo especial. Es como si el toque del benjuí le pusiera un límite justo al dulzor, logrando un equilibrio que lo hace distinto, no tan cargado como otros que he probado. Me agrada el Candy de Prada. No es que me vuelva loca, pero tiene su encanto.
¡Simplemente me encantó este perfume! Aunque algunos han mencionado que tiene similitudes con un Kenzo específico (el nombre se me escapa ahora), para mí este tiene su propio encanto. Es sofisticado sin ser muy pesado, se hace notar sin ser abrumador y tiene una excelente durabilidad. Lo considero perfecto para cualquier época del año, haciéndolo realmente flexible. Lo compré sin haberlo probado antes y puedo decir con seguridad que fue una elección acertada; sin duda alguna, repetiría la compra.
Recién lo probé y no sabría cómo decirlo, pero no me dijo nada. Tuve que aplicarlo repetidas veces, unas seis, para empezar a sentir algo. No tiene ese aroma dulce intenso que esperaba, ni rastro de fragancias que recuerdan a dulces. Por el contrario, es tan sutil que casi se pierde entre notas que recuerdan al talco, sin fuerza ni presencia. Definitivamente no cubrió mis expectativas, tanto que esos papelitos perfumados que suelo guardar en mi bolso, en esta ocasión lo descarté sin pensarlo.
Absolutamente encantadora
Ayer tuve la suerte de probar este perfume gracias a una muestra gratuita que ofrecían en la perfumería.
Es increíble cómo su aroma te transporta instantáneamente a un mundo de elegancia y sofisticación. Sin embargo, debo admitir que después de que las primeras impresiones se evaporan, se vuelve algo monótono para mi gusto. No estoy completamente seguro, pero quizás se debe a que capte un toque cítrico, quizá de limón, que lo hizo perder ese aire juvenil que inicialmente me atrapó. Tal vez esto ocurrió porque se combinó con otras fragancias que estaba probando…
A pesar de esto, estoy ansioso por adquirirlo en cuanto pueda.
Definitivamente, este perfume no es lo que esperaba después de escuchar tantas críticas positivas. Me llegué a imaginar algo sumamente dulce y opulento, con un marcado aroma a caramelo y notas cremosas. Sin embargo, me sorprendió encontrar más bien un aroma sutil a vainilla, pero lejos de ser empalagoso, acompañado de un toque que me recuerdó al talco. Aunque debo admitir que tiene su encanto y es agradable, sé que hay otros aromas que podrían conquistarme más.
Si tuviese que ponerle un escenario, diría que me remite a la imagen de una adolescente de 16 años, de familia acomodada, que asiste a uno de los colegios más exclusivos de Londres. Transmite una sensación de sofisticación y tiene un aire distintivo que podría ser perfecto para una reunión casual con amigas durante una tarde primaveral.
Sinceramente, esperaba algo diferente. Aunque no lo indiquen, puedo distinguir claramente el aroma de la violeta entre las notas suaves y polvorientas. Contrario a lo que muchos afirman, no lo encuentro particularmente dulce. Para mí, es más bien un perfume con una esencia floral y un toque almizclado. La verdad, no le encuentro ese lado goloso que algunos mencionan.
Acabo de probar este perfume y, honestamente, en mi piel no dura demasiado; tengo que aplicarlo varias veces al día, más de 6 veces para ser exactos. A pesar de esto, el aroma tiene un toque dulce que me gusta mucho: es suave, no es pesado ni agobiante, y tiene un aire fresco pero elegante, perfecto para usar a diario o en cualquier ocasión. Sin embargo, considerando su precio, creo que tendría que pensarlo bien antes de decidirme a comprarlo de nuevo debido a la frecuencia con la que necesito reaplicarlo.
La verdad, después de lo que pagué esperaba algo increíble porque es de Prada, pero me quedo mucho más con Pink Sugar de Aqualina. Honestamente, no sé ni cómo voy a usar esto, definitivamente fue la peor compra que he hecho.
La verdad es que no logro comprender por qué hay gente que critica tanto este perfume, porque a mí me ha dejado completamente fascinada. Su durabilidad es impresionante, ya sea en la ropa o directamente en la piel, y en cuanto a su aroma, es único. Tiene un toque dulce, pero no es el típico dulzor que podrías encontrar en perfumes como la vie est belle, es un tipo de dulzor distinto que realmente me ha conquistado.
Este perfume se ha convertido en uno de mis preferidos rápidamente. Tiene ese equilibrio perfecto de dulzura, sin llegar a ser demasiado pesado. El aroma mezcla encantadores toques de caramelo y vainilla que simplemente te hacen irresistible. Lo mejor es que su fragancia me acompaña desde la mañana hasta la noche. Además, contiene notas de almizcle que le añaden una sensación aterciopelada, elevando su sofisticación para que sea adecuado para cualquier evento. Definitivamente, un deleite gourmand pero sutíl.
Realmente no entiendo el alboroto alrededor de este perfume. Tenía expectativas altas pero terminé sintiéndome let down. Simplemente no me emocionó ni un poco. Al final, decidí darlo como regalo a mi hija de 10 años.
Tiene un aroma que me recuerda mucho a las toallitas de bebé.
Desde que era una estudiante, siempre me ha encantado el aroma suave y peculiar del benjuí, especialmente porque recuerdo haberlo olido en los hospitales; se usaba para mejorar la adherencia de las vendas en la piel. Me atraía sobremanera esos botes pequeñitos llenos de un aceite amarillento con un perfume tan cautivador. Descubrí que en Candy Prada, ese aroma de benjuí se combina de maravilla con un toque de caramelo exquisito, y se complementa con vainilla y almizcle, dándole ese toque dulce, acogedor y algo polvoriento que personalmente me parece hermoso. Lo siento como un cálido abrazo. Tal vez no sea el aroma más sensual o llamativo, pero cada vez que lo uso y mi esposo me abraza, no necesita decir nada, solo respira hondo y eso, para mí, lo dice todo. Su presencia es sutil, y aunque hay quien dice que no les dura, yo creo que depende de cada tipo de piel, ya que en mí sí se mantiene. No cambia mucho con el tiempo pero aún así, es de mis favoritos. Vivo en un lugar donde hace calor, pero apenas refresca un poco, no pierdo la oportunidad de usarlo, ya que con el clima caluroso puede resultar un poco empalagoso por su dulzura. Simplemente, me fascina.
Compré este perfume sin haberlo probado antes, animada por los comentarios que destacaban su dulzura. Pensé que tendría un aroma similar al de viva juicy, dadas sus notas de vainilla y caramelo, pero mi primera impresión no fue la esperada. Al principio, todo lo que pude percibir fue un fuerte olor a alcohol seguido de un leve aroma que me recordaba al polvo de maquillaje, sin rastro de las notas que esperaba. Desilusionada, lo guardé y no lo usé durante un tiempo. Sin embargo, al probarlo nuevamente en verano, me llevé una sorpresa. El perfume reveló su verdadera esencia: un tipo de dulzura elegante y sofisticada, con un toque atalcado que lo hacía muy agradable y duradero en la piel. Definitivamente, no es el típico aroma dulce y sintético al que algunos perfumes nos tienen acostumbradas. Aunque no lo recomendaría para el invierno, ya que el frío parece ocultar sus verdaderas notas, en verano es una joya que vale la pena redescubrir. No es lo que esperaba al principio, pero sin duda, se convirtió en un hallazgo maravilloso para los días cálidos.
Voy a compartir con ustedes una experiencia muy personal: Hace poco tuve COVID y, aunque afortunadamente me recuperé sin complicaciones graves, perdí mi sentido del olfato por completo durante casi una semana. Fue una sensación muy extraña y algo angustiosa, porque no podía percibir ningún aroma, lo que hizo que el mundo a mi alrededor se sintiera diferente. Durante ese tiempo, había comprado algunos perfumes sin haberlos probado antes y fue decepcionante no poder olerlos. Incluso llegué a pedirle a mi familia y a mi pareja que me describieran cómo olían. Imaginen mi alegría cuando empecé a recuperar mi olfato y el primer perfume que pude detectar fue Prada Candy. Mis seres queridos lo habían descrito como un dulce muy sutil y elegante. A mi tía, que generalmente no le gustan los perfumes dulces, le encantó, y mi novio comentó que tenía una calidad excepcional, no era el típico dulce gourmand y abrumador. Finalmente, al olerlo por mí misma, quedé maravillada. Tiene un aroma a caramelo, pero refinado, me recordó al dulce de leche, lo cual disfruté mucho. A pesar de mis reservas iniciales por el nombre, descubrí que es un dulce muy lejos de ser empalagoso. Sin duda, continuaré disfrutando de este perfume y probablemente adquiera una botella completa. Les mando un abrazo y cuídense mucho.
Tiene un aroma dulce, como de caramelo, pero sinceramente, después de varias pruebas, simplemente no es para mí.
Si hay algo que adoro en esta vida, es envolverme en las fragancias más exquisitas cada día. Entre tantas pruebas, algunas resultan decepcionantes y otras, francamente, no valen la pena ni mencionar. Pero, ¿qué pasa cuando encuentras ese aroma que te cautiva por completo? Este perfume logró exactamente eso. Es como degustar el caramelo más exquisito, transformado en una esencia tan suave y aterciopelada que mece entre la inocencia y una sofisticación tentadora. Me trae a la mente la delicadeza de un pastelero francés elaborando su crema más prestigiosa.
Al olerlo, no puedo evitar recordar a grandes leyendas como EMPORIO ARMANI o KENZO AMOUR, posee esa fuerza sutil que te acompaña firmemente, tanto en momentos de presencia arrolladora como en suaves susurros casuales, sin desvanecerse, se adhiere a ti. La mezcla de vainilla, almizcle, y benjuí genera una seducción formidable, y el toque de caramelo me recuerda a un dulce de leche de alta cocina, sabroso pero nunca empalagoso. El benjuí añade un aroma ligeramente ahumado, reminiscente de maderas al fuego, creando un aura cálida. Es increíblemente versátil, ideal tanto para días frescos como para el calor.
Este perfume es la definición de lujo y sofisticación, un favorito personal que considero sencillamente celestial.
Inicialmente no supe qué pensar sobre este aroma. Al principio, me chocó un poco por parecerme artificial, como si hubieran intentado incorporar demasiado de un olor que no va conmigo. Pero después de unos minutos, ese aire artificial se disipó dejando paso a un dulzor complejo y sofisticado, mezclado con tonos que me remontan a mis días de infancia, específicamente a cuando disfrutaba de esos caramelos de miel y leche. Además, tiene ese toque nostálgico a maquillaje de antaño que, sinceramente, nunca pensé encontrar en un perfume y que, curiosamente, me atrapó. Este equilibrio entre dulce infantil y sofisticación adulta lo hace distinto a todo lo que he olido antes, dándole una elegancia poco común en fragancias más dulzonas. Me sorprende que su presencia no sea abrumadora, pero a la vez se mantenga sutilmente durante todo el día. Aunque personalmente no me inclino mucho por los perfumes dulces, he de admitir que este tiene su encanto peculiar para usarse en la cotidianidad, especialmente cuando hace frío. No estoy segura de adquirirlo después de terminar con la muestra, ya que no suelo preferir este tipo de aromas, pero sin duda ha sido una experiencia interesante. Lo calificaría con un 6/10 en cuanto a agrado, 8/10 en originalidad, 6/10 en versatilidad, y un 8/10 en cuanto a cuán interesante me resultó.
La verdad es que no quedé satisfecha con esta fragancia. Me recordó a un mix de talco y caramelo, pero de una manera no muy placentera. Es como si diluyeras talco en agua, obteniendo algo que es simultáneamente líquido y polvoriento, y a pesar de su intento de dulzura, termina sabiendo a nada. Te deja con una sensación de incompletitud y, a pesar de ser bastante suave, no se justifica su precio. Solo podría recomendarlo para alguien que busque un aroma muy específico, quizás algo discreto para llevar en la oficina.
¡Hola! La primera vez que probé este perfume fue en un aeropuerto en Francia, allá por el 2015. Me quedé impresionada; tenía un aroma increíble, suave, delicado y completamente diferente a cualquier otro perfume que haya encontrado antes. Era un aroma elegante que me recordaba al talco de bebé. Pero qué decepción más grande me llevé; apenas descubrí que ya estaba disponible en Chile, se lo compré a mi esposo como regalo de cumpleaños. Lamentablemente, la fijación es muy pobre, ni siquiera un eau de toilette me había durado tan poco, y ni hablar de la estela, que es prácticamente inexistente. Eso sí, si te gustan los aromas de este estilo, una buena alternativa es Kenzo Elixir. ¡Besos!
Por un largo tiempo, este perfume fue mi esencia predilecta. Tenía esa mezcla perfecta entre un aroma suavemente intenso y un dulzor justo sin ser saturante. Al principio, la fragancia desprendía notas claras de benjuí y vainilla. Con el paso del tiempo, emergían destellos sutiles de caramelo y talco, que en mi piel tenían una permanencia de unas 6 horas, y en la ropa se mantenían hasta el próximo lavado.
Me considero un gran aficionado a los perfumes de tipo dulce y gourmand, aunque sé que no es del gusto de todos. Hubo quien me expresó que, aunque el perfume iniciaba bien, con el tiempo parecía oler a pañal sucio. Sin embargo, yo no les prestaba atención porque para mí el aroma era maravilloso, hasta que en un invierno comencé a notar yo mismo ese olor a “popo” con un toque de talco en mi vestimenta. Pensé que se debía a la interacción con algunas telas sintéticas, como el poliéster, que a veces desprenden olores peculiares. Decidí entonces probarlo en ropa de algodón y, aunque al principio todo parecía normal, con el tiempo volví a percibir ese desagradable olor. Esto me llevó a dejar de usarlo finalmente.
Llevo años eligiendo este perfume como mi aroma distintivo, desde su lanzamiento en el 2012. Siempre fui fan de los olores dulces que no llegan a ser demasiado intensos, y este era justo así, como un toque suave de vainilla y ámbar, como un caramelo pero sin saturar. Siempre que me lo puse, me sentí increíblemente a gusto, tanto que hasta en las noches de verano me lo aplicaba antes de ir a dormir, para no abrumar a nadie durante el día pero sin renunciar a él. Ya van por lo menos cuatro frascos que consumo, conservando aún uno grande de 80 ml. Pero, como nada dura para siempre, algo cambió. No sé si mi percepción olfativa es distinta ahora o si alteraron la fórmula del perfume. La última vez que lo compré, la esencia ya no era la misma, echaba de menos la calidez de su aroma a caramelo y vainilla. Ahora, se siente como un polvo dulzón que ya no me convence, y además, su efecto es más fugaz, se esfuma mucho más rápido y ya ni siquiera perdura en la ropa como antes; aquel aroma que dejaba en mis bufandas durante el invierno ha desaparecido. A pesar de todo, encontré un nuevo uso para él, como ambientador para mi habitación después de ordenar, donde aún consigo captar ese olor característico que tanto me gustaba. Es un consuelo, aunque probablemente sea hora de seguir adelante y despedirme de él. Gracias por los recuerdos que dejaste.
A mí me huele a una dulce combinación de violetas y coco, que es bastante agradable y no demasiado abrumadora. Creo que se podría decir que tiene un toque polvoriento. Aunque no lo pondría en el top de mis preferidos, definitivamente no está nada mal.
Recientemente probé Candy Prada y me sorprendió gratamente al descubrir que domina un aroma suave y atalcado que acompaña de principio a fin. A diferencia de otros, este no resulta demasiado dulce y su duración es impresionante, aguantando incluso en los días más calurosos de primavera hasta diez horas. Personalmente, encuentro que tiene un toque que recuerda a los productos de bebé, lo que para mí no es un inconveniente. Mi consejo sería darle una oportunidad y probarlo por ti mismo antes de decidirte, sin dejarte llevar por lo que otros digan. En definitiva, es una excelente elección para quienes sienten predilección por los perfumes con un toque atalcado.
Lo conseguí con un descuento genial, y lo primero que me llamó la atención fue el diseño de la botella, realmente bonito y femenino. Me atrapó el aroma dulce que tiene, como a talco, que me hace sentir pura y con un toque de sencillez. El único inconveniente es que en mi piel, el perfume se desvanece rápidamente y apenas se nota.
Bueno, tengo que ser sincera, este perfume fue una de mis primeras compras cuando empecé a adentrarme al mundo de los perfumes. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que me diera cuenta de que no era lo mío. Amo los aromas intensos y llamativos, que dejan huella donde quiera que vaya. Pero este perfume es demasiado sutil para mi gusto, apenas dura unas 4 horas y eso solamente si me lo pongo justo después de ducharme, y ni hablar de su capacidad de proyección; es prácticamente inexistente. Tiene un toque dulce y suave, como de talco, muy acogedor, pero simplemente no es lo que busco en un perfume. Considerando su precio, definitivamente fue una compra de la que me arrepiento y por eso casi no lo uso. Ahora mismo, está relegado al fondo de mi colección. La presentación es bastante bonita, tanto el frasco como la caja, pero eso no compensa. No estoy segura de si lo han cambiado en su formulación recientemente, pero tal como está ahora, no cumple con mis expectativas.
Realmente esperaba otra cosa cuando decidí comprar este perfume. Creo que quizás el problema fue adquirirlo de alguien que vende testers y no directamente en tienda, pero definitivamente, no capto ese aroma dulce que tanto prometía. Me había emocionado por las notas de caramelo y vainilla que decían que tenía, pero para mi sorpresa, lo siento más inclinado hacia un tono cítrico. No me termina de convencer, a pesar de su atractivo precio. Pensé que sería mi nueva fragancia favorita por su supuesta dulzura, pero hasta ahora, esa parte dulce sigue siendo un misterio para mí.
Este perfume definitivamente se lleva el premio por ser único y completamente diferente a cualquier otro aroma que haya sentido antes. Es como descubrir un tesoro escondido que había dejado atrás, pero que recobró vida en mí de una manera sorprendente. Realmente es una obra de arte en una botella. La primera vez que lo redescubrí fue una noche de verano, en la fila de un parque de atracciones. Una brisa cálida trajo consigo su fragancia y, vaya, fue un momento revelador. Su aroma se destacó de inmediato, tan distintivo y agradable que no pude evitar sonreír. Realmente merece toda la atención y el amor que pueda recibir.
Este perfume realmente me ha fascinado. Es como un dulce abrazo de vainilla y un sutil toque de iris, todo envuelto en una sensación de caramelo suavemente atalcado. Creo que finalmente encontré ‘el uno’ para mí, ese aroma que nunca me canso de disfrutar día tras día. No quiero exagerar, pero el Candy Prada me ofrece una experiencia única que combina dulzura y suavidad de manera excepcional. Me hace pensar en un bolso rosa lleno de golosinas de vainilla y fresa, maquillaje de tonos rosas y un labial rojo ciruela de gran calidad, todo ello mezclándose bajo el sol para crear un aroma increíblemente gratificante desde el primer momento. Lo usé en una noche de fiesta y me sorprendió cómo evolucionó con el tiempo, manteniendo un aroma agradable y nada abrumador, que me hizo sentir liviana y casi flotante, como si estuviese caminando entre nubes. En mi piel, el perfume duró unas 6-7 horas, contradiciendo cualquier idea de que sea tenue o de baja proyección. Aunque su estela es más discreta de lo que estoy acostumbrada, su dulzura es intensa y refinada, muy distinta a los aromas más estridentes de otros perfumes con vainilla y caramelo. La botella, con su tono rosa y su inspiración en el Art Deco, simplemente me enamora. Este perfume, sin duda, se ha convertido en una parte esencial de quién soy.
No terminó de convencerme. Al primer encuentro en la tienda me atrapó, pero tras llevarlo a casa y usarlo más veces, me empezó a perder el encanto. Simplemente no me emociona como al principio.
Me encanta su aroma suave y dulce, perfecto para mi rutina diaria ya que es sutil pero al mismo tiempo perceptible. Destaco las notas de caramelo y esa vainilla suave y distinguida, realmente hermoso. Es el perfume más delicado y dulce de mi colección.
LilyStar12 aquí. Tengo sentimientos encontrados sobre esta fragancia. Huele increíblemente bien, con un toque de caramelo que es justo como me gusta: sofisticado y lejos de ser infantil o común. Es una mezcla dulce pero refinada, algo difícil de encontrar, la verdad.
Sin embargo, me decepciona lo poco que me dura. Es triste que un perfume con un aroma tan perfecto se desvanezca tan rápido en mi piel. Ya comprobé y no, no es una imitación. Supongo que las reformulaciones tienen la culpa.
Para las que tienen la suerte de que les dure, diría que es ideal para llevar en otoño o al comienzo de la primavera, durante el día. Definitivamente tiene una vibra más de otoño que de invierno; siento que el frío extremo no le hace justicia.
En resumen, es un perfume excelente para el trabajo o cualquier ocasión en la que desees dejar una impresión positiva.
Hola a todos, ¿alguien que use Prada Candy podría sugerirme algo parecido? Realmente lo encuentro inigualable, pero tengo la esperanza de que exista una fragancia similar. ¡Gracias de antemano!
Acabo de probar este perfume y honestamente, es más bien básico. Tiene un agradable olor, pero nada fuera de este mundo. De entrada notas su esencia almizclada acompañada de un suave toque atalcado. El aroma a caramelo, por otro lado, apenas se distingue y su durabilidad deja mucho que desear. Nada más olerlo, me trajo a la mente el aroma de Flower de Kenzo; se siente como una versión más suave y fácil de llevar de este último, quizá por el almizcle que ambos comparten. Me lo imagino perfecto para alguien con un estilo muy femenino y quizás un poco juvenil, que prefiera los tonos pasteles. Definitivamente es demasiado dulce, su persistencia es débil y su precio no concuerda con lo que ofrece. Mi consejo sería probarlo bien en tu piel y pasear un rato por diferentes tiendas antes de decidir comprarlo.
Tiene un aroma que te recuerda a un recién nacido.
Realmente un deleite para los sentidos, este perfume es pura dulzura, pero no de la manera abrumadora en la que podrías pensar. Es como sumergirte en una cascada de tu dulce favorito, imagina un sabroso dulce de leche. A pesar de su dulzura, tiene un toque de sofisticación, como un postre refinado salpicado con azúcar glass y una pizca de un ingrediente misterioso. Cuando lo aplicas por primera vez, sientes su madurez, pero con el tiempo se transforma en algo más fresco y cálido. No es atosigante, ni excesivamente complejo, pero tiene ese je ne sais quoi que te invita a seguir oliéndote a ti mismo de vez en cuando.
La fragancia tiene un aroma que me recuerda al caramelo, es suave y dulce sin ser demasiado abrumador. No es de esos perfumes que se anuncian a larga distancia, más bien es sutil. Creo que es perfecto para quienes prefieren un toque discreto de fragancia, algo que solo se note cuando alguien está cerca sin llegar a ser invasivo.
En mi opinión, este perfume resulta bastante dulce, quizás hasta demasiado. Destaca especialmente por sus tonos que recuerdan al talco. Personalmente, lo considero más adecuado para un público maduro, no tanto para quienes buscan una fragancia fresca y joven. Sin duda, su duración es notable, aunque puede llegar a ser un poco demasiado intenso con el tiempo. Por estas razones, sugeriría pensarlo bien antes de adquirirlo sin haberlo probado antes, especialmente si piensas usarlo en lugares calurosos o espacios pequeños.